El Papa Francisco se encontrará en México con un país menos católico que hace años y en el que 68 de cada cien están de acuerdo en que la iglesia permita el divorcio, mientras que 67% dicen que no deben autorizar el aborto antes de las 12 semanas de embarazo.
Solamente 11.5% de los 1,500 encuestados por Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) dijo que la sociedad es más católica que hace un tiempo, pero una dominante mayoría 61.3% confiesa que la fe es menor y el resto no sabe o prefirió guardar en secreto su pensamiento.
GCE llamó por teléfono a hogares de todo México el 8 y 9 de febrero para indagar sobre la religiosidad y preguntó sobre los temas que la iglesia debería de permitir como el divorcio. En este sentido, 68% cree que es algo que la jerarquía católica debe aceptar, pero 29.1% de la gente cree que es un tema que no debe cambiar desde la iglesia.
Sobre la importancia de que se les permita a las mujeres ser sacerdotisas, 59.4% aceptaría que ellas llegaran a los altares para oficiar misa, lo que hasta ahora es asunto exclusivo de hombres. En tanto, 38.7% se oponen a que se den cambios en este campo religioso.
Respecto a la posibilidad de que los sacerdotes se casen y termine el celibato, 57% de la gente señala que esto no debe cambiar y los curas deben mantenerse solteros y célibes. Pero 40.1% cree que deben modificarse las cosas y permitir a los ministros católicos unirse en matrimonio y tener relaciones de pareja.
El tema del aborto antes de 12 semanas es más polémico, porque 67.2% está en contra de la interrupción de la procreación, en tanto que 27.9% está de acuerdo con esta medida que las leyes mexicanas avalan en varios puntos del país, pero que la iglesia rechaza en todo caso.
Al final de cuentas, en un país con una población mayoritariamente católica, resulta interesante que 70 de cada cien personas entrevistadas se confiesen como creyentes que sólo van a misa de vez en cuando y que no se confiesan con regularidad como manda la iglesia.
