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“Tropiezo táctico”, sí es reflejo de plan de seguridad de AMLO: experto

Insalvable, decir que un operativo no refleja estrategia contra el crimen: experto, sobre fallida captura de Ovidio Guzmán

Escrito en NACIÓN el

Insalvable, consideró el doctor en Derecho Juan Antonio Álvarez, especialista en política criminal, que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador afirme que un operativo o “tropiezo táctico” –como definió a la fallida captura de Ovidio Guzmán, miembro del Cártel de Sinaloa– no refleja una estrategia de seguridad.

“Claro que lo refleja, porque si en operaciones de alto riesgo y delicadas sucede esto, quiere decir que seguramente para asuntos menores o generales, las atenciones, las estrategias y la técnica pueden estar siempre en duda”, afirmó a LA SILLA ROTA el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Desde la perspectiva de la política criminal, el académico observó tres vértices en el caso del hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, liberado el 17 de octubre por acuerdo con el Cártel de Sinaloa para pacificar Culiacán, después de la reacción violenta de las células criminales de la organización, tras conocer que Ovidio había sido detenido por miembros de la Guardia Nacional.

El primero, mencionó, es que hay un recon ocimiento de incapacidad para resolver una situación, en términos del operativo: “Aunque se diga que fue precipitado o no, los resultados no fueron los idóneos y, sobre todo, cuestionaría el mal uso de la inteligencia como una forma específica de la estrategia”. Por esto, insistió, no se puede justificar que esa falla sea ajena a un eje federal de combate al crimen.

El segundo vértice, indicó, es lo que sucede detrás del discurso del presidente y de los miembros de su equipo de seguridad.

“De manera no declarada sí tendríamos que cuestionar si solamente es el acto fallido del Estado a la hora de operar, o si realmente hay un conjunto de fuerzas que, aunque se ponen ya en la mesa por algunos analistas, se están dando para que el trabajo tenga estos resultados adversos, o buscando que tenga estos resultados, que también sería un impacto negativo para la sociedad.

“¿Qué quiero decir con esto? Que probablemente la decisión de no actuar ante la falta de organización y soltar al criminal también podría ser una lógica de respuesta a fuerzas no controladas que están actuando no solamente dentro del crimen, sino del propio estado. Esto me parece muy peligroso”, alertó.

Un tercer punto es la percepción viva de la sociedad, no sólo de la inseguridad, sino de la desconfianza en los tres órdenes de gobierno –federal, estatal y municipal, “porque debía de haber una coordinación”– y, sobre todo, “el temor a que el crimen organizado se encuentre, como siempre lo ha sido, más organizado y con mayor filtración de información” que el propio gobierno.

“Cuando esta parte política o de grupos fácticos se anteponen a las funciones del Estado en seguridad, podríamos tener riesgos más graves”, aseveró.

Para el doctor, integrante del cuerpo académico de la Facultad de Estudios Superiores de Acatlán, después de la liberación de Ovidio, el Cártel de Sinaloa manda un mensaje de que sigue siendo un poder fáctico de alto alcance; además, lo considera la organización de trasiego de droga mexicana más importante, aunque el Jalisco Nueva Generación tenga más presencia territorial –en 22 entidades, contra 13 de los de Badiraguato, según la DEA, como dio cuenta LA SILLA ROTA en Los cárteles en México en la era AMLO–. 

“El hecho de que el cártel haya generado esta presión hacia adentro y hacia afuera del Estado para liberarlo, habla de sus conexiones, de su poder económico, de su poder de penetración política y de multiplicación en la organización social. Me parece que lo que está demostrando el Cártel Jalisco es poderío armado, pero no un poderío estratégico ni de estructura fáctica que tiene el Cártel de Sinaloa.

“A mí me parece que la lectura es seguimos presentes, seguimos teniendo fuerza, seguimos teniendo conexión y seguimos, sobre todo, llamando la atención de los norteamericanos como un grupo poderoso. Seguimos teniendo la fuerza incluso para retar al Estado”, remarcó.

 

LA LLAMADA DE TRUMP

 

El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que recibió una llamada del mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, con motivo de los hechos de violencia en Culiacán, Sinaloa, en la cual, afirmó, Trump expresó su solidaridad ante lo ocurrido. Sin embargo, el doctor Jan Antonio Álvarez tiene otra lectura sobre este suceso.

Esta llamada, o está palmada de los Estados Unidos con el gobierno mexicano, y la lectura del gobierno de decir: ‘miren, ellos nos están reconociendo’, me parece que es un mero formalismo. A mí me parece que detrás de esto hay una lectura en la que hay una exigencia. Hay una lectura de: ‘esta vez lo has enfrentado así, nosotros tenemos una información que tendrás que capitalizar de otra manera’, y es importante que lo haga, porque ese es el interés de los norteamericanos.

“Si ellos ya metieron la mano es porque están esperando un resultado que no se ha capitalizado o que, no quiero pensar, ellos han provocado para señalar. Pero si la llamada tuvo que ver un poco en el término de la formalidad, me parece que es un llamado de atención para tener resultados más efectivos, y tan me parece que es así que el número de efectivos militares que hoy están en Sinaloa, y la promesa del presidente de que otra vez (Ovidio Guzmán) va a ser capturado, tiene que ver con ese cumplimiento a ese llamado de atención de los Estados Unidos”.

Asimismo, Álvarez León expuso que al dar una explicación pública, el presidente intenta, “digamos desde la moralidad gubernamental, decir: ‘yo no estoy detrás de esos pactos; estoy siendo enfrentado, pero yo o estoy detrás de esos pactos’, que era lo que pasaba antes”.

También “el secretario de la Defensa salió a decir: ‘podemos haber fallado, pero no estamos detrás del negocio; no lo soltamos por negocio’, entonces –consideró– eso es muy importante vigilarlo, porque entonces es un reto abierto”.

lrc