Desde el pasado 13 de octubre, los trabajadores de ASARCO, subsidiaria de Grupo México mantienen una huelga ante la negativa de la empresa de llegar a un acuerdo con la empresa, ya que han denunciado son objeto de los atropellos a sus derechos laborales por parte de Germán Larrea, propietario de Grupo México.
Grupo México informó desde el 13 de octubre que aproximadamente 2 mil trabajadores frenaron sus actividades al alegar que en la propuesta del contrato por parte de la empresa, los sueldos de al menos dos tercios de los empleados permanecían sin ningún aumento para los próximos cuatro años, además de que se congela el plan de pensiones, según el Sindicato United Steelworkers.
Sin embargo, no se han podido establecer ya que la empresa recurre a prácticas ilegales para evitar el arreglo, como ha señalado la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB por sus siglas en inglés).
A través de un comunicado, el Presidente y Secretario General del Sindicato Minero, Napoleón Gómez Urrutia, manifestó su solidaridad con los trabajadores de ASARCO, quien también señaló que los representantes de la empresa que acuden a la mesa de negociaciones “no tienen ninguna facultad en la toma de decisiones, no proporcionan la información necesaria para avanzar en las pláticas y permanentemente intentan cambiar las condiciones de trabajo”.
El dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana, refirió que la queja de la NLRB afirma que fue estallada debido a las prácticas laborales injustas de la empresa y por ello están protegidos contra el reemplazo permanente de conformidad con la legislación laboral vigente en los Estados Unidos.
El presidente internacional del USW, Tom Conway por su parte, subrayó que “nuestra lucha continuará hasta que hayamos negociado el contrato justo y merecido que estos hombres y mujeres han ganado."
El USW representa a 850 mil hombres y mujeres empleados en metales, minería, pulpa y papel, caucho, productos químicos, vidrio, autopartes y las industrias productoras de energía, junto con un número creciente de trabajadores en el sector público y ocupaciones de servicios.