Desde que Andrés Manuel López Obrador asumió como jefe del Ejecutivo en diciembre de 2018, Irán y la Fuerza Quds que era comandada por el general Qasem Soleimani -asesinado por Estados Unidos el pasado 3 de enero en Irak- se habría acercado a México para expandir una red de terrorismo emplazada en América Latina, asegura la periodista Mary Anastasia O’Grady.
En su columna de este domingo en el Wall Street Journal (WSJ), la editora asegura que dicha aseveración brindada por una “fuente de inteligencia confiable”, “se ajusta al patrón Soleimani y es algo de lo que preocuparse”.
“Al eliminar a Soleimani, el presidente Trump también le hizo un gran favor a América Latina”, expone.
Además, en su esfuerzo por “socavar el liderazgo de EU y expandir su influencia en todo el mundo, Irán se ha dedicado a “exportar terrorismo” hacia la región.
“En el hemisferio occidental, el Ministerio de Inteligencia del régimen ha tomado la delantera al establecer ‘centros culturales’ en muchas áreas urbanas, desde donde puede difundir propaganda, hacer proselitismo, radicalizar a los conversos y reclutar locales como espías”, escribe O’Grady.
En este sentido, la misión de la fuerza militar a cargo de Soleimani era apoyar las asignaciones extranjeras para el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica a través de tráfico de armas, asesinatos y ataques contra objetivos enemigos.
En concreto, la dictadura militar de Cuba, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), miembros de la dictadura en Venezuela, así como redes de poder iraníes en Brasil, Perú, Argentina, El Salvador y México, han condenado abiertamente el asesinato del general, lo que habla de la influencia de Soleimani en la región.
“Irán ha hecho avances aún mayores en Venezuela porque Hugo Chávez, como protegido de Fidel Castro, abrazó la revolución iraní y sus actividades terroristas”, precisa la periodista.
Sin embargo, subraya, “los nombres de quienes enviaron sus condolencias por la muerte de Soleimani no son tan interesantes como los de quienes no lo hicieron”, en referencia al silencio que han guardado tanto Daniel Ortega, presidente de Nicaragua y el expresidente de Bolivia, Evo Morales.
“En julio -recuerda O’Grady- el Sr. Morales cortejó abiertamente a Irán durante una visita a Bolivia del ministro de Relaciones Exteriores, Javad Zarif”.
“Los dos países firmaron un memorando de entendimiento para la transferencia a Bolivia de nanotecnología iraní, que tiene usos nucleares. Cuando se abrió el primer ‘centro nuclear’ de Bolivia en 2016, el entonces Viceministro de Energía, Silverio Chávez, reconoció a los "amigos del presidente Morales en Irak e Irán" por haberle dado "esta idea".
(diego joaquín)