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Terror y meditación: así han sido los días de Rosario Robles en la cárcel

La ex titular de la Sedatu fue vinculada a proceso y puesta bajo prisión preventiva en relación a la llamada “estafa maestra” desde el pasado 13 de agosto

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A cinco meses de haber sido vinculada a proceso y encarcelada en el penal de Santa Martha Acatitla bajo el delito de ejercicio indebido de la función pública, Rosario Robles describe sus días en la cárcel, donde asegura que todo el tiempo se escuchan “cosas terribles” como delitos, injusticias y estado de los procesos judiciales. 

El fallo del juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna se debió a la presunta omisión para evitar denuncias de actos ejecutados por terceros que causarían daños al erario por 5 mil 73 millones 369 mil 846 pesos, en el caso conocido como “La estafa maestra”; además de prevenir una fuga de la ex titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu); 

“La encontré con siete kilos menos y la ropa color beige que llevan las internas de Santa Martha Acatitla. (...) Ni una arruga en el uniforme, ni un cabello fuera de lugar”, narra Héctor de Mauleón en El Universal.

LOS DÍAS EN LA CÁRCEL

Su llegada al centro de readaptación social aquel 13 de agosto de 2019 “fue de terror”, asegura Robles al entrevistarse con el escritor y periodista. 

“Sencillamente no estaba preparada. Llegué a las ocho de la mañana, sin dormir, y todo estaba helado. Yo me sentía deshecha, tronada física y mentalmente. Me dormí varias horas y cuando desperté vi que todo era cierto. “¿Qué es esto?”, me pregunté... Fueron días muy malos”.

Sin embargo, agrega, “la cárcel se trata de ver cómo pasas el día” por lo que comenzó a leer, entre biografías y novelas, hasta llegar a los libros de meditación. “Eso me salvó”, acota.

“En estos cinco meses he reunido libros como para cumplir dos cadenas perpetuas”, confiesa entre risas. 

“Aprendí algunas cosas: a intentar estar en el ahora, vencer la angustia del mañana, soportar el peso de los días. Me ayudó a alejar la ira, el coraje, el resentimiento. A tratar de dejar atrás los sentimientos del pasado”. 

Al describir su día a día, narra que lo primero que hace al despertar es recolectar agua en cubetas para bañarse y asear su estancia. Para después hacer ejercicio por una hora y media con la ayuda de unas pesas que fabricó con dos botellas de agua que llena con el líquido vital.

Su entretenimiento también incluye el armado de un rompecabezas de mil piezas, basado en un cuadro de Renoir. 

ABANDONADA

Asimismo, la ex funcionaria dijo que a través de las pláticas que ha sostenido con sus compañeras, ha logrado confirmar que un común denominador que las ha llevado a pisar la cárcel es el amor. “Los hombres las usan, las incitan a delinquir, y cuando las detienen las abandonan”, acota.

Al ser cuestionada sobre si ella se siente abandonada, asegura que existen quienes sí la dejaron a su suerte y quienes están “al pie del cañón”.

 (Al centro: Mariana Moguel Robles, hija de la exfuncionaria, al reclamar ratificación de la prisión preventiva)

 

“—¿Quiénes la abandonaron? —Los gobernadores, algunos ex funcionarios. Pero los entiendo. Creen que mientras se vengan contra mí, los van a dejar a ellos en paz. —¿Ha tenido contacto con Enrique Peña Nieto? —Ninguno. Y en estos momentos, tal vez sería peor si lo hubiera”.

PRUEBA FALSA

Asimismo, dice que su estancia en la cárcel se debe a “una consigna clara” del juez Delgadillo, quien es sobrino de la diputada Dolores Padierna.

“El juez Padierna iba a lo que iba, a traerme aquí. Se pudo ahorrar todas esas horas. Me trajo con una prueba fabricada, como ya probó la periodista Azucena Uresti: con una licencia que falsificaron ellos mismos, y con una foto sacada de internet”. 

En este sentido, se recuerda el reconocimiento de la magistrada Porras Odriozola de que la Fiscalía General de la República no comprobó la posibilidad de que Robles quisiera volverse prófuga de la justicia. 

“Algunos dicen que quienes me trajeron pueden tenerme aquí el tiempo que ellos quieran. Yo espero, en cambio, que todo esto me haya abierto un camino, porque me tienen aquí con una prueba fabricada y no han podido acreditar ninguna otra cosa”, concluye Rosario Robles.

(diego joaquín)