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“Te voy a pegar un levantón”: paso a paso, el desencuentro entre Padgett y un policía del Edomex

De acuerdo con el periodista, la nota a resaltar tras su visita a Santa Lucía, es que el Ejército respeta los amparos y no construye el aeropuerto; fue retenido por militares

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Este jueves circuló la noticia de que el reportero Humberto Padgett fue retenido junto con sus escoltas por autoridades militares y policíacas luego de que el periodista realizara una visita a las instalaciones donde se levantará el aeropuerto de Santa Lucía, en Zumpango, Estado de México. 

Este viernes, Padgett detalló la situación en el programa de Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula, del cual es colaborador.

EL POR QUÉ DE LA VISITA

“Entré a una instalación de acceso restringido con conocimiento de esto (de que podía ser retenido) para hacer una grabación de lo que se estaba construyendo, o no, en el área de Santa Lucía en que está la residencia de la obra”, comenzó a relatar el reportero.

Sin embargo, apunta, el carácter de instalaciones estratégicas con que se manejan estas emplazamientos en el Ejército, se encuentra bajo polémica por la importancia civil que tiene el proyecto.

“Ahí se está construyendo un aeropuerto de carácter civil en el que se está utilizando muchísimo dinero de los mexicanos que, en mi opinión, tienen derecho de conocer lo que se está haciendo ahí, luego de la cancelación del anterior aeropuerto por supuestos hechos de corrupción cuyos detalles no hemos conocido pero que han sido utilizados como uno de los principales argumentos, junto con el ambiental, para decir que no iba”. 

En adición, enfatizó en lo caro que ha resultado la construcción del aeropuerto en Santa Lucía por las distintas obras que tendrán que ser derribadas para construirse en otro lugar. 

LO ENCONTRADO EN SANTA LUCÍA

“Entré acompañado de mis escoltas, que deben de ir conmigo siempre por mandato del mecanismo federal de protección a periodistas y personas defensoras de los derechos humanos (…) ellos tienen que estar armados, ellos tienen un mandato”, apuntó respecto a las versiones manejadas ayer de que el propio Padgett estaba armado. 

“Si yo hubiera estado armado no estaríamos platicando ahorita”, puntualizó. 

Para ingresar a las instalaciones, comenta, uno de sus escoltas, un militar en retiro, refirió que iba a una consulta médica, pues vive cerca del lugar; en tanto, el periodista dijo que buscaba información de inscripción a la Guardia Nacional, puesto que es un tema al que le ha dado cobertura y seguimiento. 

“Entramos por la puerta principal (...) nos fuimos hacia la zona donde sabemos que está la  residencia de obra y pasamos un llamado segundo filtro, que no es otra cosa sino un militar en una brecha que te saluda con absoluta amabilidad y casi familiaridad porque está acostumbrado al paso de civiles por ahí”, relató.

“En ese momento, la nota era que el ejército NO está violando las suspensiones. El ejército está cumpliendo, hay alguien por ahí haciendo mediciones topográficas, pero no se está tumbando un solo árbol, no se está pavimentando absolutamente nada, no está tirando una sola lámina de las obras que ya existen y cuyo retiro es para que pueda caber ahí el nuevo aeropuerto”.

Incluso, precisó que ingresaron “bien adentro” con el fin de encontrar algún banco de material “y tal vez ahí tomar algún video y ponerlo a consideración de un abogado que hiciese la interpretación de las imágenes y considerara si la violación existe o no, pero tampoco lo vimos”. 

LA PRIMER RETENCIÓN 

Posterior a ello, una camioneta se detuvo detrás de Humberto Padgett y sus escoltas y les pidió detenerse, el vehículo estaba ocupado por varios militares, algunos de ellos vestidos con ropa de civil. 

Al ver que los escoltas portaban armas, las autoridades militares los pusieron a disposición del Ministerio Público del Estado de México, específicamente en las instalaciones ubicadas en el municipio de Tecámac. 

“El MP revisa: ‘A ver, ¿cuál es el delito?’; ‘Portación de armas’; ‘¿de quienes?’; ‘Pues de estos dos señores’; ‘¿Traen permisos?’; ‘Aquí están’; ‘A ver sus identificaciones’; ‘Aquí están’: No hay delito”.

De acuerdo con el periodista, tanto él como sus escoltas, no fueron víctimas de ningún tipo de abuso por parte de las autoridades militares. No obstante, Padgett reconoce que cometió un acto de “imprudencia”. 

“De hecho en Tecámac yo cometo, ahí sí una imprudencia y ofrezco disculpas a los militares. Teniendonos retenidos yo le digo a uno de ellos ‘Pues se hubieran puesto asi de chingones en La Huacana’ y ofrezco disculpas, no debí decirlo”.

SEGUNDA RETENCIÓN

Pese a que el MP determinara que no existía materia delictiva que perseguir y que Padgett y sus escoltas podían ser liberados, ellos seguían retenidos. 

“Nos detienen nuevamente (...) pero antes yo pensé ‘pues si no estoy detenido ni nada’ y me clavé debajo de un camión que estaba ahí estacionado. Se asoman por un lado los policías y me decían: ‘ven amigo’ yo yo les decía ‘nel, pues si no estoy detenido ni nada ¿por qué me vas a llevar?’. Y sin estar detenido (...) pos me sacan, pero no te sacan entre bombones rosados de azúcar, (...) me zangolotean, me golpeo la cabeza, que eso tampoco tiene importancia. 

Ya esposado, un policía del Estado de México me saca el teléfono, y se lo da a un comandante de la Policía del estado, y le digo ‘oye güey, mi teléfono’ y dice ‘desactívalo’ y le digo ‘no’. Mis escoltas le dicen ‘regrésale el teléfono’ ya esposados también, y con mucha cobardía este hombre los encara, les pega la cara a la suya, y les dice, literalmente, y esto consta en mi declaración: ‘Te voy a levantar hijo de tu pinche madre, Te voy a pegar un levantón, cabrón’. Y ahí había también militares”, continuó su relato. 

“Pasábamos por los deshuesaderos de carros robados y las ratas de allá hasta se nos quedaban viendo ‘qué triste sociedad tenemos’ decían cuando nos vieron detenidos (risas)” dijo, al referir que para entonces, eran trasladados a la sede de la Fiscalía General de la República en Ecatepec.

ENRIQUE TORRES MÁRQUEZ

El periodista apuntó que Enrique Torres Márquez es el nombre del elemento de la Policía del Edomex que le quitó su teléfono celular. 

“Nos paramos en una gasolinera y Enrique Torres Márquez iba conduciendo el vehículo que yo suelo manejar, venía detrás de nosotros el convoy militar, yo le alcanzo a preguntar ‘¿mi teléfono?’. Me lo enseñaba, levantaba las cejas y se reía, nos lo presumía, yo voy a presentar testigos de esto, no estoy diciéndolo al aire”.

Al llegar al inmueble de la FGR, el policía se acerca nuevamente a Padgett y le dice “‘Al chile, cabrón, desbloquea el teléfono, borra las imágenes que nos comprometen, lo que tengas de los “guachos” -refiriéndose a los militares- me vale madres. Pero borra lo nuestro y te lo regreso’”.

Ello, frente a otros elementos policiales y militares.

“‘No voy a borrar ni madres, pues es mi trabajo’”, contestó el periodista. 

“Nos pasan al Ministerio Público Federal, donde nuevamente se determina que no existe materia delictiva, que estamos libres. Yo me le acerco a un Mayor de área jurídica y le digo: ‘mire, yo entiendo que ustedes me tenían que detener, lo comprendo, ni siquiera lo reprocho, pero mi chamba, mi juego, es meterme y sacarlo, me atoraron, la ganaron, a veces se puede, a veces no, así es el reporteo, pues tienes que salir raspado, si no pues estás haciendo relaciones sociales.

Fue algún militar a decirle ‘ya, cabrón, ya regrésaselo’, fueron los coordinadores de la Policía del Estado de México a decirle lo mismo, pero ya estaba bien amachado.

Supuestamente lo revisaron y nos dieron chance de entrar a la revisión física, pero mis escoltas y yo declinamos supervisar esa revisión porque estaríamos, posiblemente, cayendo en una violación de los derechos humanos de esa persona”. 

Sin embargo, el teléfono nunca fue devuelto a Humberto Padgett. Un dispositivo que “es mi cámara, mi grabadora de audio, es mi oficina ambulante, yo necesito, por cuestiones de trabajo, un teléfono así”, expuso el reportero. 

A MANERA DE CONCLUSIÓN

“El Ejército hizo lo que tenía que hacer, los periodistas hacemos los que nos toca, y la ciudadanía le toca escrutar una obra política y sobre todo financiera costosísima, como es el aeropuerto que están haciendo los militares”, concluyó Padgett.

Asimismo, exhortó a la Policía del Edomex y a los militares que “pongan en orden a ese policía, ese policía es un criminal”. 

“Quiera o no el gobernador Alfredo del Mazo Maza, ese hombre, ese policía, es su cara en el municipio que vive con más miedo en México”.

 

djh