Después de visitar 80 hospitales en zonas marginadas y de hacer un diagnóstico de la situación de la atención médica en el país, este lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador y el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, presentaron el Plan Nacional de Salud en el que se planea concretar la federalización de los servicios a través de la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
Desde el inicio de la administración, Alcocer Varela destacó que la fragmentación del sistema de salud ha causado rezago y afectado la atención, lo que ha generado que aún haya más de 20 millones de mexicanos sin seguridad social. Por esa razón se planteó la federalización de los sistemas estatales de salud, que ahora se concentrarán en el Insabi.
Hasta el momento se sabe que 20 estados han firmado el acuerdo para la federalización y de acuerdo con lo que ha dicho el secretario de salud, los otros continuarán trabajando por su cuenta, ya que “no es una cuestión que sea obligatoria, sino de convicción”.
Para el arranque del Insabi se destinarán 40 mil millones de pesos más al presupuesto del Sector Salud en 2020, los cuales se tomarán del Fideicomiso del Sistema de Protección Social en Salud, brazo financiero del Seguro Popular.
El Instituto de Salud para el Bienestar sustituirá al Seguro Popular, pero tendrá funciones más amplias, ya que se encargará de brindar atención médica a toda la población sin seguridad social, otorgará medicamentos gratuitos y tendrá la responsabilidad de garantizar el abasto de los mismos, desde la compra hasta la distribución en las entidades.
De acuerdo con el proyecto de dictamen que aún debe ser aprobado en la Cámara de Diputados, el nuevo instituto será un organismo descentralizado, sectorizado en la Secretaría de Salud. Para que entre en vigor se tienen que hacer reformas a la Ley General de Salud y de la Ley de los Institutos Nacionales de Salud.
El nuevo Instituto “tendrá por objeto proveer y garantizar la prestación gratuita de servicios de salud, medicamentos y demás insumos asociados a las personas sin seguridad social, así como impulsar, en coordinación con la Secretaría de Salud en su calidad de órgano rector, acciones orientadas a lograr una adecuada integración y articulación de las instituciones públicas del Sistema Nacional de Salud”.
Juan Antonio Ferrer, titular del Insabi, detalló que van a “fortalecer la atención primaria a la salud, garantizando el acceso gratuito al servicio y a medicamentos, de todas y todos, en igualdad y continuidad de la atención, sin restricción para ningún tipo de padecimiento, como era en los años anteriores”.
Se sabe que tendrá cuatro coordinaciones nacionales: médica, abasto, infraestructura y de administración y finanzas. El modelo que se implementará es el de atención primaria de la salud, se reforzará con el establecimiento de Redes Integradas de Servicios de Salud (RISS) y con la coordinación con el IMSS y el ISSSTE.
Como el Instituto se encargará del abasto consolidado de medicamentos y material de curación para el próximo año, impulsará una estrategia basada en tres ejes: compras públicas eficientes, planeación del suministro y la distribución en cuatro zonas del país.
Para asegurar que se dará atención médica a toda la población sin seguridad social, el primer paso es contar con los médicos y especialistas necesarios, por esa razón se va a basificar a 87 mil trabajadores que estaban contratados por honorarios o en situación precaria. En la primera etapa comenzarán con 6 mil 10 trabajadores que tienen más antigüedad.
Otra de las acciones es que el gobierno llevará a cabo el reclutamiento denominado “Médicos del Bienestar”, que incluye también la contratación de enfermeras, odontólogos y promotores de la salud, para que trabajen en zonas de mayor marginación en el país.
Respecto al Plan Nacional de Infraestructura, Ferrer detalló que se invertirán 34 mil 254 millones 367 mil 879 pesos en obras de sustitución, ampliación, construcción, mantenimiento y conservación de centros de salud y hospitales de segundo nivel y de especialidad.
El Instituto Nacional de Salud para el Bienestar es clave en la transformación del sistema de salud que plante el gobierno, si se aprueba el proyecto de dictamen de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, entrará en vigor el 1 de enero de 2020.
AJ