La introducción ilegal de armas de fuego es un delito que queda impune, pues sólo ocho personas fueron sujetas a proceso penal por dicho ilícito, de acuerdo a cifras de la Procuraduría General de la República (PGR) que abarcan del 1 de septiembre de 2016 al 1 de septiembre de 2017.
Según los datos de PGR, citados por Reforma, en dicho periodo, el Ministerio Público de la Federación logró tan sólo tres sentencias condenatorias por introducir ilegalmente armas de fuego.
De acuerdo a datos de la Universidad de San Diego, cada año ingresan a México cerca de 253 mil armas de manera ilegal, la mayoría por la frontera con Estados Unidos.
“Es una cantidad menor (de procesados), es marginal. Queda claro que el trabajo de inteligencia y luego el seguimiento procesal queda a deber en esta y otras esferas”, dijo Carlos Mendoza, académico de la UNAM, en entrevista con Reforma.
Para poder combatir las redes de tráfico de armas, se debe realizar un trabajo de investigación sumado a acciones eficaces en la frontera, entra las que se pueden emplear operaciones encubiertas.
“Hay que hacer detenciones masivas que verdaderamente inhiban este ilícito, sobre todo porque conocemos las consecuencias de la disponibilidad de armas, que es la multiplicación de los homicidios”, lanzó.
Por su parte, Javier Oliva, especialista en temas militares, contó a Reforma que en las aduanas hay una gran responsabilidad, por lo que planteó la necesidad de mejorar los instrumentos tecnológicos de detección de armas.
Cabe señalar que en la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos se prevén penas de entre 5 y 30 años de prisión para quien participe en la introducción a territorio nacional, en forma clandestina, de armas, municiones, cartuchos, explosivos, y materiales de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.
lrc