El Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) se ha vuelto un barril sin fondo para Petróleos Mexicanos (Pemex).
La negociación del nuevo contrato colectivo de los trabajadores sindicalizados muestra una victoria de parte del sindicato sobre el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, esto pese a la insistencia del presidente de que la dirigencia sindical se apegó a la austeridad republicana.
Si bien se pactó un incremento al salario ordinario mínimo del 3.37%, así como del 1.80% para prestaciones, los sindicalizados lograron mejoras importantes en otros rubros.
Por ejemplo, un bono de productividad del 30.85% respecto de su salario, según lo detallado en el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) 2019-2021.
También obtuvieron un “Incentivo a la Salud” de 5 mil 545 pesos anuales para aquellos trabajadores que mantengan su índice de masa corporal, así como para quienes tenga una cintura no mayor a los 90 centímetros en hombres y 80 centímetros en mujeres.
Este bono también lo recibirán aquellos que bajen de peso, disminuyan tensión arterial y colesterol.
Como parte de su prima vacacional, los trabajadores sindicalizados recibirán 207% de su salario.
Los trabajadores que laboren desde una hora más de su turno recibirán una cuota por comida de 147.10 pesos.
Esto sin mencionar que los trabajadores recibirán para la adquisición de una canasta básica de alimentos 3 mil 943.95 pesos mensuales, misma que reciben hasta su jubilación.
Sin detallar montos, el contrato colectivo ordena pagar vía nomina a los trabajadores el uso de productos que la paraestatal elabora como lo son gasolina y aceite automotriz, e incluso el gas doméstico.
Por otra parte, los sindicalizados tienen oportunidad de adquirir una de las mil 800 becas anuales para estudiar desde secundaria hasta posgrado, que consiste en pagos mensuales que van desde los 2 mil 709.10 pesos hasta los 4 mil 846.15 pesos mensuales.
Mientras que los hijos de los trabajadores puedes acceder a 8 mil 750 becas anuales para secundaria y hasta universidad, con la cual podrán recibir desde 776.65 pesos mensuales hasta mil 691.95 pesos.
Si uno de los hijos de algún sindicalizado tiene discapacidad, se le otorgará 2 mil 739.95 pesos mensuales, desde los 45 días de nacido hasta los cinco años con 11 meses de edad.
Sin mencionar que los hijos de los trabajadores tiene acceso al Centro de Desarrollo Infantil, instituciones que fungen como guarderías.
Para adquirir una casa, los trabajadores tienen acceso a préstamos hipotecarios por un valor máximo de 2 millones 243 mil 88.10 pesos, con una tasa de interés del 1%.
Aquellos trabajadores que participan en los Juegos Deportivos Nacionales Petroleros tendrán permiso de faltar con goce de sueldo, prestaciones e incentivos sin pérdida de antigüedad.
Si en dicha participación deportiva se lastiman son protegidos por el seguro de riesgo. Sin mencionar que recibirán transporte, alimentación y hospedaje.
Todo lo anterior y más, pese a la crisis financiera que atraviesa la petrolera nacional y la política de austeridad republicana impulsada por López Obrador.
El presidente aseguró en la conferencia mañanera de este viernes aseguró tener otros datos y que el nuevo contrato colectivo significaba un ahorro de mil 600 millones de pesos, pero detalló que es por la reducción de 80% de beneficios que recibían los dirigentes sindicales.
Lo cierto es que el STPRM sigue teniendo un poder político y económico importante en materia sindical, hecho que históricamente se ha aprovechado para innumerables irregularidades, mismas que se han hecho bajo la dirigencia del polémico Romero Deschamps.
Carlos llegó a la dirigencia del sindicato petrolero tras el famosos “Quinazo”, es decir, la detención de Joaquín Hernández Galicia, "La Quina", entonces líder del STRP, acusado de homicidio y acopio de armas, tan solo una semanas después de que Carlos Salinas de Gortari tomara posesión como presidente.
Romero Deschamps se convirtió entonces en el líder sindical tras lo que se percibió como una venganza política de Salinas de Gortari ante un Hernández Galicia que apoyó a Cuauhtémoc Cárdenas en la contienda electoral de 1988 y le dio la espalda al priista.
Entre los escándalos del sindicato liderado por Carlos Romero Deschamps destaca el “Pemexgate”, cuando en 2002, a un año de la victoria electoral de Vicente Fox, salió a la luz un presunto desvío irregular de recursos públicos de Pemex al PRI a través del STPRM.
El dinero desviado habría sido utilizado para la campaña electoral Francisco Labastida, candidato priista a la presidencia en el 2000. La cifra del presunto desvío de recursos de Pemex podía haber alcanzado los mil 400 millones de pesos.
Las autoridades electorales solo identificaron 500 millones de pesos que no se notificaron en total legalidad de la campaña del priista, por lo que el PRI fue sancionado por mil millones de pesos.
Sin embargo, ningún personaje ligado a Pemex, al sindicato petrolero o al PRI fueron encarcelados por los desvíos.
Raúl Muñoz Leos, quien fue director de Pemex durante el gobierno de Vicente Fox, también se vio envuelto en un desfalco a la petrolera a través del sindicato.
Muñoz Leos habría quebrantado mil 724 millones de pesos a través de un convenio prácticamente secreto entre Pemex y el STPRM, donde además participaron el entonces abogado general de Pemex, Juan Soriano Rosas, y Romero Deschamps.
Por ese desvió, la Secretaría de la Función Pública (SFP) inhabilitó por 10 años al exdirector de Pemex, a la vez que le exigían pagar una multa por 864 millones de pesos.
La sanción en su contra fue llevada por el propio Raúl hasta los tribunales, donde libró la multa, pero mantuvo la inhabilitación por 10 años.
Por otra parte están los lujos que romero Deschamps y su familia presumen a costa del sindicato petrolero. Yates, automóviles de lujo, viajes exóticos y ropa de marca son comodidades por las que se le han señalado al líder sindical, a sus hijos y hasta su chofer.
Con la llegada de López Obrador a la presidencia se han hecho fuertes los rumores de que el líder sindical petrolero tendrá una orden de aprehensión en su contra.
Actualmente hay al menos dos denuncias contra Romero Deschamps y seis contra sus familiares fueron presentadas por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) ante la Fiscalía General de la República por los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.
Incluso, el líder sindical se vio obligado a buscar un amparo para evitar su captura. La justicia lo tiene en la mira.