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Sin demostrar motivos de gravedad, Medina Mora ya es exministro

Aceptaron 111 senadores la renuncia de Eduardo Tomás Medina Mora Icaza, pese a que ésta carece de fecha y no especifica con claridad las razones de gravedad

Escrito en NACIÓN el

Oficialmente, es ya exministro. 111 senadores aceptaron la renuncia de Eduardo Tomás Medina Mora Icaza, pese a que ésta carece de fecha y no especifica con claridad las razones de gravedad que señala el artículo 98 Constitucional, para retirarse del cargo. En contra, solo hubo tres votos y cinco abstenciones.

Así concluyó (quizás por ahora), el capítulo de Medina Mora como funcionario público pues la Mesa Directiva anunció ya la existencia de una vacante en el Poder Judicial y dijo mantenerse a la espera del envío de la terna correspondiente que propondrá el presidente López Obrador.

Desde el inicio de la sesión el tema se abordó como punto de acuerdo de urgente resolución; fue así que la Mesa Directiva dispensó todo trámite para que un promedio de 20 legisladores (en su mayoría de Morena y PAN) marcaran su postura sobre el tema. Pero al final más de dos horas de debate terminaron siendo un hilo de acusaciones y señalamientos entre ambas partes: desde recordarle al blanquiazul su impulso en la carrera de Medina Mora hasta llegar a la Corte; hasta insinuar presiones desde el Ejecutivo para que el exministro enfrentara acusaciones mediáticas por delitos financieros cuyo expediente, enfatizaron, no se ha hecho público de manera oficial.

En tribuna el panista Gustavo Madero abrió el debate. Y Germán Martínez, el expanista y actual integrante de Morena, le dio batalla. Sin embargo, su enfrentamiento ya estaba cantado previo al inicio de sesión cuando Madero adelantaba a LSR el discurso que expondría, momento que Martínez aprovechó como un colega político, cuando al pasar junto a él le gritó sonriente:

-¡Tranquilo Madero! ¡Tranquilo!

Del sospechosismo a Atenco

“Yo quisiera que la Mesa Directiva solicitara a la Presidencia de la República cuáles fueron las causas graves que consideró para conceder esta solicitud”, pidió Madero. “No nos atrapemos en el debate del personaje que ha sido polémico antes, durante y después de su ejercicio. El tema que me preocupa es el procedimiento”, enlistó Madero. Y desde ese momento, insinuó la existencia del sospechosismo de una renuncia que políticamente, beneficiaría a Morena en caso de que ésta se diera bajo un pacto de impunidad para regalar una vacante en la Corte, a cambio de protección del gobierno federal.

Al igual que en el debate de la reforma educativa, Martínez salió en defensa del Ejecutivo. Llevando en mano la sentencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el caso Atenco contra el entonces gobernador mexiquense y secretario de seguridad (Medina Mora), por tortura sexual de mujeres en medio de un operativo policiaco, aseguró. “En efecto, hay una renuncia y esa renuncia contiene un silencio… No hay renuncia apalabrada… El presidente está desmontando la herencia de Enrique Peña Nieto y no haríamos mal en desmontar y revisar la herencia que nos dejó Emilio Gamboa”.

Y advirtió “en la página 26 de la sentencia de la CIDH y en la 124, se ordena que se investiguen… Dejó a la Mesa Directiva esta sentencia para que se turne a la Fiscalía General de la República”.

Félix Salgado fue más lejos con su estilo desparpajado. “Sólo él (Medina Mora) sabe por qué renuncia, lo demás son dichos… pero está claro que él encabezaba una banda de delincuentes dentro de la SCJ… Siguen ahí algunos sospechosos ministros, magistrados, jueces que otorgan amparos, que dan libertad a los delincuentes y los protegen… Esta renuncia abre una ventana de que las cosas en el poder judicial se van a componer… Y faltan otros que seguramente también van a ir poniendo sus renuncias”, vaticinó.

Un PRI callado

Intentando pasar desapercibido en medio del acalorado debate entre panistas y morenistas, la realidad es que el PRI destacó mediáticamente por su ausencia. Si bien estaban en sus curules el exsecretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; la exdirigente priista, Claudia Ruiz Massieu; y el vicecoordinador, Manuel Añove; ninguno de ellos hizo uso de la palabra para defender, cuestionar o decir nada. Ellos solo miraban los toros desde la barrera y de cuando en cuando, se ensimismaban en el celular.

Enviaron al sinaloense Mario Zamora (un priista con muy breve trayectoria en gobierno estatal y federal), para marcar la postura de la bancada con un mini discurso de dos párrafos del que solo destacaron las siguientes frases. “Yo no conozco al ministro Medina Mora… No juzguemos cosas que no conocemos… Ni juzguemos, ni elucubremos… El señor tiene derecho a presentar su renuncia y a no venir aquí: pues respetemos ese derecho”.

Fin del tema. El PRI no dijo nada más y mantuvo su bajo perfil mientras todo era ajetreo alrededor de la curul de Ricardo Monreal, cuyos asesores subían y bajaban a la Mesa Directiva. O en la curul de Movimiento Ciudadano, cuyo discurso terminó por respaldar a Germán Martínez, en voz de Clemente Estrada quien hizo hincapié en lo que nadie quiso decir.

“Aprovecho para hacer esta pregunta a la 4T, si Medina Mora o cualquier otro ministro tiene todos esos señalamientos… ¿Por qué no aplicaron el 110 constitucional? ¿Por qué no aprovecharon su mayoría en el parlamento y empezaron un proceso de juicio político? ¿Y por qué no lo hacen con el resto de los ministros que supuestamente están bajo sospecha?”. E respuesta, Estrada recibió aplausos.

Como buen político el coordinador morenista y presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal, fue el último en tomar la palabra. Su discurso -para quién sabe leer entre líneas- expuso de fondo la verdadera razón por la cual no se inició un juicio político contra Medina Mora: falta de tiempo y falta de certeza sobre la existencia de una investigación que solo existe por rumores.

“¿Qué era lo más correcto? Si el juicio, si el ministro no hubiese renunciado quizá lo correcto era iniciar la declaratoria de procedencia con la carpeta de investigación que la Fiscalía General de la República dice tener, que nadie sabe si existe… Yo no tengo nada en favor de él, pero tampoco en contra. Soy enemigo de estigmatizar y de acudir a linchamientos mediáticos… Hago votos porque no se altere el principio de presunción de inocencia… Simplemente tenemos que establecer que ha llegado el momento de aceptar la renuncia”. Y tal cual, se aceptó.

Un priista desmemoriado

Finiquitado el tema, legisladores salieron del recinto para atender otros asuntos. LSR interceptó a Manuel Añorve a fin de abundar más sobre la tibia postura tricolor en un caso donde el PRI y el presidente en turno, habían impulsado y concretado, la llegada de Medina Mora al Poder Judicial en 2015.

-Primeramente, fue nombrado en la época de Felipe Calderón. No fue nombrado en la época de Peña Nieto, defendió Añorve.

-Pero él llegó como ministro con ustedes en el sexenio de Peña Nieto, se le rebatió.

-No, déjeme corregirla. Llegó como ministro con Felipe Calderón, no con nosotros. Y nosotros respetamos su decisión.

MJP