Ningún país estaba preparado para una pandemia y México no es la excepción. Nuestro país inició 2020 con 0.02 camas de Terapia Intensiva, 0.5 médicos y 0.8 enfermeras por cada mil habitantes, de acuerdo con un estudio elaborado por México Evalúa que muestra las carencias que se han agudizado en el Sector Salud.
El sistema de salud nacional se ha enfrentado a grandes cambios, desde el gobierno de Enrique Peña Nieto el presupuesto destinado al ramo 33 de Salud fue disminuyendo considerablemente y en la actual administración no hubo grandes cambios, a pesar de que la universalización de los servicios era la principal apuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La austeridad de la 4T golpeó al ya mermado sistema de salud. En el primer año del gobierno de López Obrador hubo un subejercicio en el Sector Salud de 11 mil 510 millones de pesos, esto representa que en promedio no se ejerció el 65% del presupuesto aprobado, que era de 17 mil 753 millones de pesos.
El subejercicio fue diferente en cada institución, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) no utilizó el 81% de su presupuesto para 2019, en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en subejercicio fue de 65%, la Secretaría de Salud de 47% y tampoco se ejerció el 50% de los recursos de las aportaciones a los estados, de acuerdo con una investigación realizada por México Evalúa.
A esto se suman los cambios en el sistema de salud, con la desaparición del Seguro Popular y la accidentada entrada en vigor del Instituto de Salud para el Bienestar. La pandemia de covid-19 desnudó las carencias en el Sector Salud y puso en evidencia el subejercicio, ya que la mayoría de los recursos que no se utilizaron estaban destinados a áreas que se podrían haber fortalecido para hacer frente a esta emergencia.
De estos 11 mil 510 millones de pesos que no se ejercieron en 2019, 37% era para equipo médico, 36% para ampliación y remodelación de hospitales, 14% para adquisiciones, 12% para construcción y 1% para mantenimiento.
El no haber ejercido estos recursos agudizó las carencias del ya debilitado sistema de salud mexicano, que arrancó 2020 con sólo 2 mil 483 camas de Terapia Intensiva, es decir, 0.02 por cada mil habitantes, una cuarta parte de las que se podrían necesitar para la pandemia por covid-19, ya que en Centro Nacional de programas Preventivos y Control de Enfermedades estimó que durante esta emergencia sanitaria 10 mil 528 personas podrían requerir de este tipo de atención al presentar estado crítico de la enfermedad.
Asimismo, había sólo 5 mil 523 ventiladores mecánicos, lo que implica que con estos equipos de medicina crítica que tenía México habrían alcanzado para la mitad de quienes se prevé que lo necesiten, en caso de que muchas personas enfermaran al mismo tiempo.
México tiene una cama de hospitalización por cada mil habitantes, menos que Chile, que tienen 1.6, y que Colombia, con 1.7. Tenemos la mitad de camas que Italia y España, que poseen 2.1 y 2, respectivamente. Los nosocomios de la Secretaría de Salud, por ejemplo, tienen 56 mil camas disponibles, pero de éstas, sólo 2 mil 483 son de Terapia Intensiva.
La segmentación del sistema de salud es otro de los problemas que enfrenta México, ya que en total cuenta con 4 mil 718 hospitales públicos y privados con servicio de hospitalización, 97% de ellos son de segundo nivel y 3% de tercer nivel.
En total hay 164 hospitales de tercer nivel, que incluyen a los Institutos Nacionales de Salud, 65% de ellos son de la Secretaría de Salud, 22% son del IMSS y del ISSSTE, y el 5% restante son privados. Esto indica que la mayoría de estos nosocomios brindan servicio a población sin seguridad social, sin embargo, trabajan con escasez de equipo médico debido a que el Seguro Popular no desarrolló infraestructura física para ampliar su cobertura.
Recientemente, Zoé Robledo, director general del IMSS, anunció que la población sin seguridad social podrá ser atendida en cualquiera de sus hospitales durante la pandemia de covid, un paso contra la segmentación del sistema y para contar con mayor capacidad hospitalaria, pero esta medida sólo aplica en la Ciudad de México.
A esta segmentación se suma el sesgo geográfico, ya que 33% de los hospitales de tercer nivel se ubican en la Ciudad de México y si se cuentan los del Estado de México y de Jalisco, esta cifra aumenta al 52%. Aunque los principales brotes de coronavirus se registran en estas zonas, el riesgo es que el virus se extienda a otras áreas del país con poca infraestructura médica.
Las carencias del sistema de salud mexicano no son solamente de infraestructura, sino también de recursos humanos. En comparación con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), nuestro país está 28% debajo del promedio de médicos y 68% del de enfermeras.
En promedio, tenemos 2.4 médicos y 2.9 enfermeras por cada mil habitantes, pero esta cifra disminuye a 0.5 y 0.8 respectivamente al analizar sólo al personal de los hospitales de la Secretaría de Salud, que son los que van a llevar la mayor carga de pacientes con el virus Sars-CoV2.
Para tratar de paliar este déficit de personal de salud, el gobierno lanzó la convocatoria “Médicos del Bienestar”, a través de la cual incluso se hizo un llamado a médicos en retiro, quienes podrían estar en otras áreas que no son de covid. Hasta el pasado 8 de abril se habían contratado 3 mil doctores y 2 mil 800 enfermeras.
Asimismo, se llevó a cabo la reconversión de varios hospitales para ampliar la capacidad de atención para personas con covid-19. Ahora se cuenta con 14 mil 489 camas de hospitalización, de las cuales 6 mil 026 estaban ocupadas hasta este domingo, a sólo dos días del pico máximo de contagios que prevé la Secretaría de Salud, por lo que las siguientes semanas serán importantes para determinar si las acciones que implementó el gobierno fueron suficientes para enfrentar la pandemia de coronavirus.
MCCI ALERTA RECORTE A SALUD EN 2019
Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) analizó a los ganadores y los perdedores de las reasignaciones de presupuesto para observar las prioridades del gobierno de López Obrador en 2019.
Encontró en la Cuenta Pública de 2019 que 10 dependencias sufrieron recortes adicionales, ahí destaca la Secretaría de Salud, con una pérdida de recursos de menos mil 472 millones de pesos. También le quitaron 318 millones de pesos a la Fiscalía General de la República.
Estos recortes beneficiaron a instituciones con un gasto adicional a lo presupuestado como en la Secretaría de Energía, que recibió 101,096 millones de pesos adicionales, lo que significó un incremento de 371% con respecto a su presupuesto original.
(María José Pardo)