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“Sin beca Conacyt tendré que pausar mis estudios”

Gisela Rodríguez, estudiante de nuevo ingreso de la maestría de Estudios Latinoamericanos de la UNAM, no resultó beneficiada con la beca que ofrece el Conacyt

Escrito en NACIÓN el

“Muy probablemente si no cuento con el apoyo, voy a tener que regresar a Mexicali y ver si puedo tener más suerte en otro momento o si definitivamente pongo pausa a mis estudios”, expresó con preocupación Gisela Rodríguez, estudiante de nuevo ingreso de la maestría de Estudios Latinoamericanos de la UNAM, quien no resultó beneficiada con la beca que ofrece el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.

Así como ella se encuentran al menos otros 30 alumnos de maestría de este programa de posgrado, quienes se sienten atados de manos porque no fueron aprobados para recibir este apoyo que otorga el Conacyt, pero firmaron una carta en la que se comprometen a no trabajar mientras cursan sus estudios, lo que los deja indefensos y sin muchas opciones económicas para mantenerse.

Gisela fue una de las alumnas que este jueves marchó de la Rectoría, en Ciudad Universitaria hasta las oficinas del Conacyt para exigir que haya becas para todos, ya que más de la mitad de los estudiantes de la generación 2021-1 no fueron aprobados para este apoyo.

Aunque estuvieron más de dos horas afuera de las oficinas de Conacyt, ningún funcionario les recibió su pliego petitorio de ocho puntos ni tampoco lograron que se establezca una mesa de trabajo, que es una de sus demandas.

“Yo soy de Mexicali, Baja California, y me vine a la Ciudad de México con la esperanza de obtener esa beca para continuar con mis estudios de posgrado. La verdad es que no hemos visto buenas soluciones y la única medida que nos han planteado es algo temporal, no nos han garantizado nada para el resto del posgrado y la verdad sí veo un poquito problemático continuar”, expresó Gisela.

Debido a que más de la mitad de los alumnos de esta generación se quedó sin recibir la beca de aproximadamente 11 mil 500 pesos que otorga Conacyt, la Universidad Nacional Autónoma de México les ofreció un apoyo por el mismo monto, pero sólo por este semestre, por lo que se mantiene la preocupación sobre qué harán en el resto de la maestría.

El otro problema es que, aunque la maestría inició en septiembre, tampoco les han hecho el depósito de ninguno de estos apoyos, lo que eleva la incertidumbre en la que se encuentran los jóvenes.

“Yo estaba esperando que me la dieran, ahorita estoy viviendo prácticamente de mis ahorros, la verdad no sé qué vaya a pasar después, pero yo sí contaba con este apoyo. A la mera hora nos salieron con que no, pero no nos saben explicar muy bien la manera en que decidieron quienes van a ser los beneficiarios de la beca, entonces todo este proceso tan oscuro me ha llevado a varias dudas y se puede malinterpretar también”, enfatizó Gisela.

La joven estudiante declaró a La Silla Rota que ahorró durante dos años para poder aplicar a la maestría y así no tener que depender de sus padres, al ser aceptada tuvo que renunciar a su trabajo para poder ser beneficiaria de la beca de Conacyt y ahora los recursos que tenía se están terminando.

Estamos entre la espada y la pared

En julio, quienes postularon a la maestría en Estudios Latinoamericanos se enteraron que los habían aceptado, desde entonces surgieron dudas sobre las becas. El primer paso para postular fue renunciar al trabajo que tenían.

De esta generación de 70 personas, 57 solicitaron este apoyo del Conacyt, pero sólo fueron aceptados 26, los 31 restantes quedaron en el limbo. Cuando se dieron los resultados, los estudiantes buscaron explicaciones, aunque no obtuvieron muchas respuestas.

Una de las estudiantes, quien prefirió mantener el anonimato, indicó que tuvieron una sesión con el Comité Académico del Posgrado para preguntar lo que había pasado y ahí les dijeron que ellos decidieron aceptar a más alumnos sin tener la certeza de que podrían tener la beca. También les comentaron que se dio prioridad a las becas de doctorado por una cuestión de Conacyt de eficiencia terminal.

“Estamos en un contexto de pandemia, de por sí México es muy desigual y casi, casi nos han dicho pues si no tenían los recursos para mantenerse, por qué estudian y eso también es parte de una lógica de elitización de la educación, nos parece muy grave”, señaló.

La joven estudiante dijo que, ante la falta de este apoyo, su situación en estos meses ha agravado por "la preocupación de que tienes que pagar renta, de que tienes que pagar comidas, uno no es planta que se pueda quedar al sol y hacer fotosíntesis. Es complicado, tienes que andar contando bien tus pesos, porque llegamos a un punto en el que nosotros no podemos ponernos a buscar un trabajo porque firmamos carta. Estamos entre la espada y la pared, en la completa incertidumbre, muchos no sabemos si podemos seguir en los estudios”.

Su preocupación no termina ahí, ya que la joven explica que les dijeron que pueden aplicar para la beca el siguiente semestre, pero que si se las otorgan será en detrimento de la siguiente generación, por lo que los nuevos estudiantes tendrán que enfrentar la misma problemática.

Te hacen firmar que te vas a dedicar exclusivamente al posgrado y no te dan la beca

Diego Alcántara, quien también acaba de ingresar a la maestría de Estudios Latinoamericanos, se quedó a seis puestos de ser aceptado para la beca de Conacyt, relata que era el número 32 de la lista y sólo otorgaron ese apoyo a los primeros 26.

El estudiante de la UNAM explicó que parece que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y la máxima casa de estudios “se echan la bolita”, ya que el primero alega que hubo un aumento en el presupuesto, pero el problema es que también se aceptó al doble de alumnos que, en años anteriores, porque ahora ingresaron 70 y en otras generaciones eran entre 30 y 40.

Diego señaló que ha tenido que vivir de sus ahorros y con la ayuda de sus padres, pero resalta que la pandemia exacerba las dificultades económicas, porque además tiene que considerar otros servicios como el internet para poder estudiar en línea.

Destacó también que “para empezar es un posgrado de tiempo completo, lo cual implica dedicarle el 100%, no hay tiempo extra para solventar la vida material. Eso, por una parte, por otra parte, te hacen firmar que te vas a dedicar exclusivamente al estudio y te hacen renunciar al trabajo que tenías para no aparecer en el SAT y no haya un conflicto”.

Por eso hizo un llamado al Conacyt para que garantice las becas a todos los alumnos de esta maestría y que les dé las garantías para poder realizar sus estudios como deben.

(MJP)