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''Si tengo un accidente, ya no me preocupo'', celebra beneficiaria

Con arranque lento, apenas han sido aseguradas 0.5% de las 2 millones 373 mil 440 empleadas del hogar en México; sindicato y especialistas laborales lamentan falta de afiliación masiva y autoridad advierte que en el futuro habrá sanciones

Escrito en NACIÓN el

A pesar de contar con el “piso jurídico” necesario, los derechos laborales de las trabajadoras del hogar “siguen siendo letra muerta”, pues la mayoría de las 2.3 millones de personas ocupadas en este sector carece de garantías fundamentales, como seguridad social.

Esta población, conformada 91% por mujeres, permanece “en una situación realmente desventajosa, que no les permite acceder a derechos esenciales... Muchas de ellas, han trabajado 40 o 50 años como empleadas del hogar y no han podido cotizar un solo peso en una instancia de seguridad social”, señala el abogado laboralista Manuel Fuentes Muñiz, colaborador del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (Sinactraho), quien considera que las modificaciones legales a favor de esta población “siguen siendo letra muerta”.

Luz María “N”, de 66 años de edad, es una de ellas. La originaria del Estado de México llegó a la capital cuando apenas tenía 13 años, desde entonces se ocupa como trabajadora del hogar sin percibir prácticamente ninguna prestación laboral.

En el país, 1.7 millones de trabajadoras del hogar carece completamente de prestaciones laborales, esta población representa 76% de quienes se dedican a esta actividad, de acuerdo con indicadores del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), actualizados a septiembre de este año.

La mexiquense, que labora para tres empleadores, solo recibe aguinaldo y uno de sus patrones le permite descansar los días feriados. En más de cinco décadas ocupada en este sector, no ha tenido un contrato escrito, ni vacaciones pagadas, tampoco acceso a servicios de salud y mucho menos seguridad social.

El caso de Luz María “N” no es una excepción sino la realidad de la mayoría de las empleadas del hogar en México, pues apenas 1.5% tiene acceso a instituciones de salud por parte de su trabajo, 19.4% recibe aguinaldo y 5.5% tiene vacaciones con goce de sueldo, según Inmujeres.

“Cuando era joven pensé entrar a trabajar a una fábrica para tener seguro, pero pagaban muy poquito, por eso seguí trabajando en casa”, menciona Luz María “N”, quien lamenta no haber tenido la oportunidad de emplearse formalmente para tener servicio médico y una pensión para el retiro.

“Las trabajadoras viven una desprotección total”, pues el respeto a sus derechos laborales, establecidos en la Ley Federal del Trabajo y en la Ley del Seguro Social, aún está lejos de concretarse, advierte Fuentes Muñiz en entrevista.

Ejemplo de ello, es el bajo número de registros del Programa Piloto para la Incorporación de Personas Trabajadoras del Hogar, que lanzó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) por mandato de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el pasado 1 de abril. “Hasta el momento, no ha cumplido con las expectativas, que era una afiliación masiva”, indica el especialista.

Según información del IMSS, durante los primeros ocho meses del programa (abril a diciembre de este año) se afiliaron 11 mil 947 personas, las cuales apenas representan 0.5% de las 2 millones 373 mil 440 empleadas del hogar en México.

Aunque no significa ni 1% de esta población, la prueba piloto se considera un avance importante porque el número de personas aseguradas triplicó el de las trabajadoras del hogar inscritas en el régimen voluntario (Modalidad 34), el cual sumó 3 mil 848 en las últimas dos décadas.

Norma López Castañeda, directora de Incorporación y Recaudación del IMSS, considera “un hecho sin precedentes” que las trabajadoras del hogar tengan acceso a la seguridad social y “el reconocimiento de este derecho en la ley, como cualquier otro trabajador”.

Además de las trabajadoras inscritas en el programa piloto y en el régimen voluntario, el IMSS cuantifica alrededor de 20 mil personas empleadas del hogar afiliadas en otros esquemas, como seguro de salud para la familia. También ha encontrado casos de trabajadoras aseguradas en las empresas de sus empleadores.

Cabe mencionar, que hace un año, la SCJN determinó que es inconstitucional que los patrones no estén obligados a inscribir a las empleadas del hogar al IMSS. Por lo que, ordenó la creación del programa piloto con la finalidad de que, al término de esta etapa, es decir, en no más de 18 meses, el Instituto entregue al Congreso de la Unión una propuesta de esquema obligatorio para la afiliación de este sector.

Para Norma Palacios Trabamala, secretaria general colegiada del Sinactraho, mientras el acceso a la seguridad social para las trabajadoras del hogar se encuentre en fase de prueba, “el avance va a ser lento, porque no se obliga a los empleadores a que se reconozca este derecho y nosotras tenemos que solicitar al empleador que nos inscriba”.

En entrevista, la sindicalista refiere que este programa “es una ventaja para que las trabajadoras tengan servicio médico, guarderías, acceso a instalaciones recreativas y a un ahorro para el retiro”. Además, celebró que “no condiciona la edad, ni si padecen enfermedades crónicas”, pues el único requisito es percibir un salario mínimo de 3 mil 100 pesos al mes.

De las 11 mil 947 personas afiliadas mediante el programa piloto, 76% son mujeres y 24% hombres. Los rangos de edad de esta población van de los 40 a 49 años, y el 57% tiene más de 50 años.

Claudio Saucedo Pagola, socio fundador de Hogar Justo Hogar, organización civil promotora de los derechos de las trabajadoras, coincide en que el programa piloto representa un paso más en la dirección correcta, sin embargo, menciona en entrevista que existen barreras que limitan su implementación.

En su opinión, el principal obstáculo es que la afiliación sigue siendo voluntaria. “Tenemos información de que un número importante de empleadores, luego de dar de alta a sus trabajadoras, ya no han pagado mensualmente”.

Manuel Fuentes, quien ha recibido quejas de las trabajadoras por dicho motivo, considera que el incumplimiento en el pago de esta prestación se debe a que los patrones saben que no recibirán ninguna sanción.

De acuerdo con información del IMSS proporcionada a LA SILLA ROTA, durante el primer semestre del programa piloto, la permanencia de esta población fue de 84% de un mes a otro. En este periodo, se afiliaron 12 mil 939 personas, de las cuales solo 10 mil 858 seguía vigentes.

De las 2 mil 81 trabajadoras del hogar dadas de baja en dicho semestre, 58% únicamente permaneció asegurada un mes.

La directora de Incorporación y Recaudación del IMSS explica en entrevista que “el esquema piloto es opcional porque, aunque la Ley del Seguro Social ya está modificada, no entra en vigor hasta que exista la adecuación normativa del esquema específico, al momento que entre en vigor y sea obligatorio, actuaremos de manera coercitiva con quien de manera voluntaria no quiera cumplir con esta obligación. Preveremos canales de atención para inquietudes de trabajadoras y estaremos actuando en consecuencia ante el incumplimiento de esta obligación.”

Para Omar Nacib Estefan Fuentes, director general de Previsión Social de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), el balance del programa piloto es positivo, a pesar de que la cantidad de personas aseguradas es baja. “Si bien el resultado no es lo que nos hubiera gustado ver, si es un logro”, pues se creó en un contexto jurídico adverso, ya que todavía no se aprobaban las modificaciones a la Ley Federal del Trabajo y Ley del Seguro Social, que establecieron como obligatorio el respeto a los derechos laborales de esta población, entre los cuales está la seguridad social.

Ventajas para trabajadoras y empleadores

Isabel “N”, originaria de Cuyoaco, Puebla, es una de las beneficiarias del programa piloto. La trabajadora del hogar, con residencia en la Ciudad de México, se afilió al IMSS en mayo pasado con ayuda de una de sus compañeras del Sinactraho.

La mujer, de 31 años de edad, comenzó a laborar en la capital poblana, donde sufrió abusos por parte de su empleadora. “En mi primer trabajo hacía todo: lavar, planchar, cocinar, limpiar, cuidaba a las niñas, y la casa era muy grande”. Sus jornadas comenzaban a las 6 de la mañana y terminaban a la media noche.

Después de cinco años, Isabel “N”, madre de una niña de 14 años, migró a la Ciudad de México con la esperanza de hallar un mejor empleo, pero se encontró con una situación similar. “Era mucho trabajo, además cuidaba de los niños, y la señora era muy exigente. Era muy pesado porque no podía salir a ningún lado, y si en mi día de descanso la empleadora decía: ‘Ay es que no tengo quien me ayude’, yo me tenía que quedar a ayudarle”.

“Es agotador trabajar así, no poder salir es terrible. Habíamos acordado que cada 15 días podía ir a ver a mi hija, pero si la señora decía que me ocupaba ese fin de semana, me tenía que quedar, y no podía ir a mi casa en todo el mes. Para mí era como una cárcel”.

Por esa razón, decidió renunciar y se acercó al Sinactraho por recomendación de una amiga. Ahí, ha cursado varios talleres sobre derechos laborales, sindicalismo, técnicas para mejorar sus servicios y la importancia de la autoestima para las trabajadoras del hogar.

A partir de estas capacitaciones, Isabel se animó a pedir seguridad social en su nuevo trabajo y la empleadora aceptó. “Lo platicamos y una mañana me dijo que necesitaba que le diera mis papeles para hacer el trámite, pero yo nunca pensé que fuera real, porque la mayoría de los empleadores no acceden a darnos el seguro social, pero ella sí”.

Desde entonces, durante los primeros veinte días de cada mes, su jefa deposita en el banco su contribución de mil 528 pesos y la de Isabel “N” de 191 pesos. Con este pago la trabajadora del hogar puede tener acceso a servicios médicos, guarderías, seguro de invalidez y a una pensión.

La trabajadora del hogar planea asegurar a su hija y a sus padres, como lo hicieron 8 mil 705 personas aseguradas en el programa piloto, durante el primer semestre de su operación, periodo en el que se 11 mil 321 beneficiarios, los cuales eran principalmente hijos de las trabajadoras y trabajadores, según datos del IMSS proporcionados a LA SILLA ROTA.

La poblana fue inscrita al IMSS con un salario de 8 mil pesos, casi el doble del salario promedio mensual registrado en el programa piloto hasta octubre pasado, el cual se ubicó en 4 mil 645 pesos.

Para Isabel, tener seguridad es importante por sus múltiples beneficios. “Por ejemplo, si una tiene un accidente de trabajo, ya no se preocupa por cómo le va a hacer si la empleadora no le quiere pagar los gastos médicos. Además, nos ayuda a tener un ahorro para cuando ya no podamos trabajar y guarderías para que trabajemos tranquilas, sabiendo que nuestros hijos están bien cuidados”.

Las ventajas de afiliar a las trabajadoras del hogar también son para los empleadores, asegura Israel Rosas, quien inscribió a su empleada al enterarse del programa piloto por las redes sociales del IMSS. “Es importante que las trabajadoras estén aseguradas porque te da la tranquilidad de que alguien que trabaja para ti, tiene cobertura médica en caso de que algo le llega a pasar algo en la casa o en su vida cotidiana”.

“Por eso, cuando anunciaron el programa piloto, para mí fue la oportunidad perfecta, porque es algo que ya quería hacer, además fue muy práctico porque lo pude hacer casi todo por internet”, añade el empleador, residente de la Ciudad de México.

Cabe mencionar, que 26% de las trabajadoras inscritas al programa piloto se ubican en la capital del país y en el Estado de México.

Martha Padilla, también empleadora capitalina, refiere que la seguridad social para las trabajadoras “es como un escudo” que protege a los empleadores en caso de que ellas sufran algún accidente en el trabajo, pues la atención médica que requieran está cubierta por el seguro y ya no es asumida por los patrones.

Para la profesionista, respetar los derechos de su trabajadora, le brinda la satisfacción de contribuir a su bienestar y al de su familia, pues además de recibir los servicios de salud, las empleadas del hogar afiliadas al IMSS tienen acceso a “instalaciones culturales, deportivas y a centros de capacitación.”

“A los empleadores nos interesa que no se vayan, porque las trabajadoras conocen lo más íntimo de tu vida. Por eso es importante conservar esa relación de confianza, con relaciones laborales justas”, menciona.

El trámite

Ambos empleadores coincidieron en la sencillez del trámite para dar de alta a esta población. Israel Rosas refiere que el trámite “es práctico para los empleadores, pues lo tienen que hacer las trabajadoras, porque solo ellas saben con cuántos empleadores trabajan, cuántos días y cuánto les paga cada uno. En este caso es fácil porque ella solo trabaja conmigo y pudimos hacerlo desde casa.”

Para inscribir a las trabajadoras se necesita:

1.       Ingresar a la página web www.trabajadorasdelhogar.gob.mx y obtener el número de seguridad social.

2.       Llenar una solicitud de aseguramiento.

3.       Generar su línea de captura para pago.

4.       Realizar pago.

“Cada mes es hacer lo mismo, hay que ir durante los primeros 20 días del mes, para garantizar los servicios a la trabajadora durante el mes siguiente. Por ejemplo, pagamos antes del 20 de noviembre para que ella tenga seguridad social durante diciembre”, indica el empleador.

Para mejorar el esquema de aseguramiento de esta población, una vez que entre en vigor la modificación a la Ley del Seguro Social, que considera a los empleadores sujetos obligados, se simplificará el pago que realizan los patrones.

“Hoy por hoy se hace el cálculo con base en el salario mensual y se divide en el número de patrones, y es difícil que la trabajadora vaya con cada uno para recolectar lo que le toca para realizar el pago”. Por ello, se buscará que cada empleador pueda pagar de manera independiente, en función de los días que la trabajadora labora en su hogar mensualmente, señala la directora de Incorporación y Recaudación del IMSS.

Al respecto, el director general de Previsión Social de la STPS reconoce que “trasladamos la responsabilidad en demasía a la persona trabajadora del hogar, el hecho de que ella tuviera que ir a buscar a cada uno de sus patrones para la línea de pago, complicó las cosas… En un relanzamiento, hay que agilizar el mecanismo, haciendo cargos domiciliados a cuentas de crédito o débito de los empleadores para que las trabajadoras no tengan que buscar a sus patrones”.

De acuerdo con especialistas consultados, una manera de incentivar a los empleadores para que cumplan con esta obligación, es mediante estímulos fiscales. “Los patrones son personas físicas, no un centro de trabajo que produzca ganancia real… debería haber tratamiento distinto para ellos, beneficios fiscales cuando aseguren a la trabajadora o que el propio patrón pudiera recibir el beneficio de la seguridad social por un pago adicional”, ya que muchos de ellos tampoco cuentan con este derecho, refiere Manuel Fuentes.

Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), más del 50 por ciento de la población en México no tiene acceso a la seguridad social.

Difusión

Otra forma de promover el registro de esta población al Seguro Social, es mediante la reactivación de la campaña informativa del programa piloto, para que “sea del conocimiento de los empleadores, en todo el país, que es una obligación brindar seguridad social a las trabajadoras”, apunta el abogado laboralista.

Para las organizaciones es importante que la difusión del programa continúe. “Hay un piso jurídico, pero no hay información, no hay campañas nacionales”, refiere el socio fundador de Hogar Justo Hogar, quien lamenta que las autoridades no continuaran “con el mismo ímpetu”, de cuando se emitió la sentencia de la SCJN, el lanzamiento del programa piloto y las reformas legales a favor de los derechos de las personas empleadas en este sector.

Al respecto, Norma López Castañeda menciona en entrevista que se prevé “un relanzamiento del programa piloto, ya con elementos de valor, con análisis puntuales, en una estrategia coordinada con la STPS, Conapred, instancias que están interesadas en seguimiento al tema”.

Cuestionado al respecto, el director de Previsión Social de la STPS negó que se tuviera previsto reactivar la campaña de promoción del programa piloto.

Sin embargo, este jueves en la conferencia matutina de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, autoridades del IMSS y de la STPS, junto con el Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH), dieron a conocer el lanzamiento de un spot para promover la afiliación de las trabajadoras del hogar a la seguridad social, el cual se difundirá en redes sociales y en medios de comunicación tradicionales, como radio y televisión, con el apoyo del gobierno federal.

El spot fue donado por la productora de la película Roma, Participant Media, la agencia Wieden+Kennedy y por los directores de cine, Alfonso Cuarón y Rodrigo Prieto.

Durante la presentación del spot, Zoé Robledo Aburto, director general del IMSS, señaló “eso es lo que pretendemos ahora con esta difusión del programa, que lleguemos a un número mayor, que todo mundo sepa que hay un derecho nuevo en nuestro país que se tiene que cumplir y también de alguna manera la obligación, que las empleadoras y los empleadores de trabajadoras y trabajadores del hogar sepan que si no están registrando a las personas que trabajan con ellos es porque no quieren, no porque no se pueda”.

La secretaria general colegiada del Sinactraho coincide en la necesidad de “una campaña fuerte de difusión, de sensibilización, de reconocimiento de nuestros derechos, que se entienda que la actividad que realizamos es un trabajo y por ese motivo nosotras tenemos derechos y obligaciones”.

Las trabajadoras del hogar necesitan conocer sus derechos laborales, contenidos en la Ley Federal del Trabajo y del Seguro Social, “por eso estamos en constante proceso de capacitación para reconocernos como trabajadoras sujetas de derechos. Solo así se pierde el miedo a formalizar una relación laboral, porque muchas piensan: ‘si pido contrato, me van a despedir’ o ‘si pido seguridad social, me van a despedir’”, menciona la sindicalista.

“Creo que el lema de Sinactraho es muy claro: ‘No basta tener derechos, hay que organizarse para defenderlos’”, menciona “Isabel”, quien luego de recibir capacitación acerca de sus derechos y obligaciones en el trabajo, dejó de permitir que la manipularan y violentaran psicológicamente en el trabajo. “Antes yo decía: ‘sí, lo que digan’, pero algunos empleadores abusan.”

La trabajadora del hogar considera necesario que quienes se ocupen en esta actividad se acerquen al sindicato, como ella lo hizo, para que conozcan sus derechos y los puedan defender. “Merecemos un trabajo digno, jornadas laborales conforme a la ley y un salario justo por nuestro trabajo. Yo sé que nuestra necesidad es grande y a veces podemos aguantar lo que sea, pero conociendo nuestros derechos, sabiendo que hay organizaciones que pueden ayudarnos a defenderlos, nuestra situación puede cambiar”.

El Sinactraho se conformó hace casi cuatro años en la Ciudad de México, pertenece a la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y a la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadoras del Hogar (Conlactraho). En este periodo ha sumado a sus filas alrededor de mil 500 empleadas del hogar. Esta organización es resultado del arduo trabajo de promoción de los derechos laborales de esta población, que realizó el CACEH, junto con otras asociaciones, durante las últimas dos décadas.

Para Norma Palacios Trabamala, la sindicalización de este sector “ha sido un largo proceso de cambio, para entrar en una nueva etapa en que las trabajadoras se vean como mujeres empoderadas y organizadas, conscientes de que un sindicato es la mejor manera de defender sus derechos. Estamos creando esta nueva historia de trabajadoras del hogar organizadas en México.”

Gloria Carrillo Salinas, secretaria de Acción Femenil del Comité Nacional de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), señala en entrevista que la organización de este gremio les ha permitido avanzar en el reconocimiento de sus derechos.

“Agremiarse sindicalmente permite que se vigile el cumplimiento de sus derechos laborales, no sólo a la seguridad social sino a muchos beneficios que los trabajadores tenemos y que ellas también deben gozar de estos, a través de un contrato, vigilado por su sindicato”.

Convenio 189 de la OIT

Para seguir avanzando es preciso que cada quien haga su parte: empleadores, trabajadoras y autoridades. En el caso de las autoridades, la tarea pendiente es la ratificación del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos. Este hecho significaría “un reconocimiento más al andamiaje jurídico, que refuerce el cambio en la sociedad, un compromiso internacional del Estado con este sector”, señala Claudio Saucedo.

Sobre este tema, durante la presentación del spot promocional del programa piloto, Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, anuncia que este jueves el Convenio 189 será firmado por el presidente López Obrador y se presentará al Senado de la República para su ratificación. Posteriormente la dependencia a su cargo lo publicará en el Diario Oficial de la Federación.

En el mismo acto, Marcelina Bautista Bautista, presidenta del CACEH, celebra esta noticia, pues la ratificación de este convenio ha sido una demanda de las trabajadoras organizadas desde hace ocho años. Por lo que, esperan “muy ansiosas” se concrete este “logro importante para la justicia social de las trabajadoras del hogar.”

“Confiamos que así será y que todos haremos nuestra parte para volver este programa exitoso y convertir la deuda social en una historia de transformación y éxito. Vamos a seguir fregando y fregando por nuestros derechos, porque llevamos 20 años de lucha. Fregamos y fregamos, y lo logramos”, dice, contundente, la defensora de los derechos humanos y laborales de las trabajadoras del hogar.

Además de la página web, el registro de las trabajadoras al IMSS se puede hacer directamente en las 133 subdelegaciones del IMSS a nivel nacional. Para más información puede llamar al 018003262626.

fmma