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Senador dona 7.9 mdp de sueldo y prestaciones

Víctor Hermosillo y Celada: “me gusta jalar porque tiene uno que ser solidario. Yo ya cumplí mi deber, hacer lo que uno cree que debe hacer”

Escrito en NACIÓN el

Víctor Hermosillo y Celada es uno de los 128 senadores que integran la LXIII Legislatura y es, quizá, el único en su tipo en ir más allá de las propuesta y el debate legislativo, pues a lo largo de cinco años se ha dedicado a repartir parte de sus ingresos ordinarios y extraordinarios en causas benéficas, como lo demuestran dos de sus donativos más recientes destinados a atender la contingencia de los sismos del 7 y 19 de septiembre.

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Mientras sus compañeros legisladores no han hecho efectivo (como lo expresaron públicamente) el donativo de una quincena de su dieta para destinarlo al Fondo de Reconstrucción por los sismos que afectaron a la Ciudad de México, y los estados de Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Estado de México, Puebla y Morelos, el legislador del PAN por Baja California canalizó para esta causa recursos por 280 mil pesos a Fomento Social Banamex (la cual ofreció duplicar el monto) y 333 mil pesos en a la Fundación Carlos Slim que ofreció multiplicar por cinco los donativos recibidos.

 

Sin embargo, para Hermosillo y Celada, líder del despacho de arquitectos Hermosillo y Asociados, socio fundador de la Constructora Rahmer, y legislador del PAN, quien dice ser “más un hombre de negocios que un político”, el sismo no fue un acto oportunista en medio de la urgencia social y la atención  mediática, pues con recibos en mano demuestra que su labor altruista está vigente desde antes de llegar al Senado, donde a lo largo de cinco años ha repartido donativos por 7 millones 937 mil 950 pesos, recursos que obtuvo de su dieta mensual y de las percepciones por concepto de “apoyo legislativo” que por ley se entregan a 128 senadores y 500 diputados.

Tras afirmar que no necesita de los recursos que le paga el Senado pues “yo no vine a hacer dinero”, el representante de Baja California en el Senado que a pesar de todo reconoce ser un hombre ambicioso, admite ser un caso “atípico” entre legisladores a quienes dice no quiere juzgar, sin embargo señala “a mí me educaron para colaborar con lo que tengo”.

¿Qué lo motiva a entregar estos donativos?, cuestionó La Silla Rota al legislador, ex presidente municipal de Mexicali y empresario en el sector de la construcción.

“Me gusta jalar porque tiene uno que ser solidario. Yo ya cumplí mi deber, hacer las cosas que uno cree que debe hacer y ser congruente”, responde tras afirmar que “Yo tengo mis recursos, los recursos de Víctor Hermosillo, para eso son los negocios para obtener los ingresos que te permiten vivir y mantener a tu familia y otra cosa muy diferente es cumplir con la patria”.

El destino de los donativos

El senador y empresario de 78 años, cuenta con un registro de 254 donativos verificables, que empezó a realizar en agosto de 2013 y según dijo continuará entregando en su último año como legislador.

Según explicó, parte de estos recursos corresponden a “una bola de ayuditas” que entrega el Senado y que no necesita, como es el pago de 350 mil pesos cada tres años para la adquisición de un vehículo, apoyo económico para instalación de módulos de atención y otro tipo de prestaciones que no ejerce para destinarlas a propósitos solidarios.

Entre los beneficiarios destaca el Centro de Educación Técnica y Superior de Baja California (Cetys Universidad) con siete donativos que suman 1 millón 5 mil pesos; el Centro de Ayuda para la Mujer Latinoamericana A.C. a la cual destinó 265 mil pesos; el DIF de Baja California, institución a la que entregó 200 mil pesos para apoyo al programa de asistencia social Proyecto Villa de los Niños; así como a diversas instituciones de apoyo al migrante.

Asimismo ha entregado donativos por 500 mil pesos al gobierno de Mexicali, en donde fue presidente municipal entre 1999 a 2001, para pavimentación y bacheo. En este propósito ha comprometido la entrega de 50 mil pesos mensuales hasta acabar su gestión como senador, el último día de agosto del 2018.

Mención aparte merece, las aportaciones a la Casa Hogar para Varones A.C. (Cahova), un orfanato creado por su difunta esposa, que él junto a otros empresarios de Baja California financia para hacer posible el cuidado, manutención y educación de los 50 niños que alberga este sitio, el cual por cierto, fue el primero del país en recibir todas las certificaciones gubernamentales pues cumple con todos los requisitos y con personal especializado.

Para este proyecto el senador ha entregado 1 millón 126 mil pesos; no obstante también busca otras vías de financiamiento como es la realización de sorteos de una casa, un auto y motocicletas para recibir mayores aportaciones.

Los boletos los ofrece a sus 127 compañeros senadores por un precio de mil 700 pesos, aunque visiblemente apenado asegura que hay quienes ni uno le compran, a pesar de que durante el año les entrega un reporte para transparentar los recursos recaudados.

El orfanato lo mantenemos siete empresarios, el gobierno no nos da nada. A los senadores les doy un pellizquito, son 1700 pesos que para ellos no es nada, la mayoría me ven con buenos ojos porque les doy un reporte después que se hace la rifa porque quiero que me sigan ayudando. Ya tengo cinco años haciendo esto, vendiéndolos cada año, a mí no me gusta vender boletos es una flojera espantosa, hasta que me motivan y en dos o tres sesiones lo hago”, narra.

Cuestionado sobre los senadores más solidarios con su causa, reconoce y agradece a varios, entre ellos a los panistas Francisco Búrquez y Ernesto Ruffo; así como a los priístas Teófilo Torres y a Joel Ayala, quien asegura “me da buena lana pero ahorita no lo he pescado”.

No hay pretensiones políticas ocultas

Víctor Hermosillo afirma que ha sido blanco de críticas por su labor de los últimos años, sin embargo aclara dos cosas: nunca se ha beneficiado como senador en lo que respecta a la adquisición de contratos por parte de su compañía; y dos: no existe pretensión política detrás de su labor altruista.

A sus 78 años asegura que se equivocan quienes hablan sobre su interés de ser gobernador de Baja California, pues aunque se describe como un hombre fuerte sostiene que su interés es más sencillo: dedicarse a la familia, retomar su gusto por la pintura y emprender un viaje en moto de Mexicali a Nueva York con un grupo de motociclistas a quienes ha acompañado a otros destinos.

A mi edad no tengo ya pretensiones políticas, sinceramente lo digo, estoy fuerte pero ya estoy casi en los 80, tengo 78 años. Seguiré siendo solo un ciudadano hasta que me muera y seguiré colaborando con mi partido pero no me interesa ni un cargo de lección ni un puesto gubernamental (…) Me voy a dedicar a seguir vigilando un poco los negocios que tengo, quizás crear otras cosas porque soy muy inquieto, pero más que nada hacer lo que quiero: viajar con mi mujer, pintar y salir con un grupo que tengo de motociclistas porque soy un Marlon Brando otoñal”.