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"Se me acaba el dinero y mi esposa tiene 4 meses de embarazo"

David, es uno de los cientos de haitianos que esperan que México les brinde la condición de refugiados para poder hacer su vida aquí

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“Ahora yo me quiero quedar aquí en México porque mi esposa está embarazada de cuatro meses y está muy difícil la situación, aquí es más fácil”, expresó David, quien es uno de los cientos de haitianos que esperan que México les brinde la condición de refugiados para poder hacer su vida aquí.

Por segunda semana, en la sede de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) en la Ciudad de México se han dado cita cientos de haitianos que salieron de Chile o Brasil rumbo a México. Algunos de ellos planeaban llegar a Estados Unidos, pero cambiaron de opinión y buscan quedarse en nuestro país, por eso piden la condición de refugiados para poder trabajar.

Sentado en la banca frente a la entrada de la Comar se encontraban David y Rose, su pareja, quien tiene cuatro meses de embarazo. Con toda su vida empacada en una mochila y dos bolsas ecológicas, ambos esperan que las autoridades les den una respuesta.

Estar legal en el país para conseguir trabajo es su mayor preocupación, ya que no tienen dinero, sólo tienen lo suficiente para pagar hasta el sábado el hotel donde se hospedan, por lo que se truenan los dedos para resolver su situación.

“Ahora sólo tengo un mexicano que me ayudó para estar cinco días, para tener donde dormir, comida, sólo eso. Después no sé qué vamos a hacer”, expresó.

En entrevista con La Silla Rota, David relató que ambos salieron de Brasil y cruzaron nueve países hasta llegar aquí el pasado 22 de septiembre. Mientras el cansancio se asoma en su mirada, contó que vivieron momentos muy difíciles, ya que fueron días en los que sobrevivieron con poca agua, durmieron solamente una hora y caminaron por montañas y zonas peligrosas.

“Aquí esperamos tener una vida mejor, porque Haití ahora es un país con mucha violencia, está muy mal y aquí buscamos otra vida mejor”, enfatizó David.

ALEXA SUEÑA CON ESTUDIAR ENFERMERÍA

El temor y la desconfianza son visibles en los haitianos que esperan en la Comar, probablemente por todo lo que tuvieron que enfrentar en el trayecto hasta acá y por la incertidumbre que enfrentan al estar en un país que no conocen, sin ayuda en la mayoría de los casos e ilegalmente. 

Sin embargo, eso no les roba los sueños, como en el caso de Alexa, quien desea que le permitan estar como refugiada para poder estudiar enfermería, como siempre lo ha deseado.

La haitiana, de 27 años, salió de su país en 2010 “por la inseguridad, por la situación económica, por todo lo que está pasando allá, por la crisis”.

De ahí se fue a Venezuela, en donde se encontró también con una difícil situación económica. Esto fue lo que la motivó a emprender el viaje hacia México.

Tras ser devuelta en dos ocasiones, el 27 de agosto finalmente logró cruzar la frontera entre Guatemala y México, es decir, tocar el territorio de Tapachula, por donde ingresan la mayoría de los migrantes.

“No podemos trabajar todavía, así que estamos esperando el papel, con el favor de Dios que salga y poder empezar de nuevo. Me gustaría estudiar enfermería, quedarme en México y ver cómo nos va”, expresó.

Alexa viajó con su esposo y contó que ambos ingresaron su solicitud a la Comar hace tres semanas, aunque les dijeron que aproximadamente en 14 días les darían una respuesta.

"Me dijeron que eso iba a tardar una o dos semanas, pero ya tengo tres semanas y nada. Estamos en eso, esperando que nos den los papeles en Comar y poder buscar trabajo, casa, poder estar estables en el país”, declaró Alexa.

“ESTAMOS EN UN HOTEL, BUSCAMOS UN CUARTO PARA VIVIR”

Justo frente a la entrada de la Comar, debajo de la banqueta, esperaban Lafontaint, su esposa y su pequeña hija de dos años de edad, los tres nacidos en Haití, aunque en esta ocasión salieron de Chile.

Aunque sólo habla lo básico de español, Lafontaint destacó: “venimos a Comar, para quedarnos aquí, tener trabajo, para poder vivir”.

Explicó que en Chile también estuvieron viviendo ilegalmente y por eso ni él ni su esposa podían tener un trabajo seguro. Esto fue lo que los llevó a tomar la decisión de dejar todo y buscar una oportunidad en México.

“Nosotros estamos en un hotel, porque es muy difícil, todavía estamos buscando un arriendo de cuarto para vivir”, señaló Lafontaint, quien paró la entrevista porque le llamaron de la Comar para que entrara a ver algo relacionado con sus documentos.

MJP