“Se le va ir al avión por andar en eso”, es el comentario de una mujer de la tercera edad que observa la escena del presidente Andrés Manuel López Obrador en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) saludando, abrazando, bromeando, repartiendo besos y tomándose selfies previo a tomar su vuelo a Mérida, Yucatán.
López Obrador, rodeado de decenas de ciudadanos que quieren acercarse a él, responde con una sonrisa en la boca: “No, todavía no se va”.
Esto transcurre mientras personal de la ayudantía se mantiene a cierta distancia y busca mantener orden entre las personas que se acercan.
Según datos de Reforma, cuatro policías federales están a unos metros, se alistaron desde media hora antes de que llegara López Obrador, al igual que tres elementos de seguridad privada, sin embargo, ninguno de ellos interviene.
“Un aplauso para el Presidente”, lanzó un hombre que quiere estrechar la mano de Andrés Manuel.
De tal forma transcurren los minutos hasta que López Obrador es de los últimos en abordar el avión de Interjet que lo llevará a Mérida, donde hará un anuncio en materia de salud.
lrc