En su renuncia a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), Mara Gómez culpó a quienes “lucran” con el dolor de las víctimas y denunció que se pervirtió la labor de la institución
Con fecha 23 de junio, Gómez formalizó la decisión que tomó el jueves de la semana pasada tras la andanada del presidente Andrés Manuel López Obrador en el sentido de que la CEAV no hacía nada en favor de las víctimas y censuró su labor.
Aunque expresó “reconocimiento y respeto” a López Obrador, agregó que los 24.7 millones de víctimas de delitos y los más de 61 mil desaparecidos merecen un trabajo “sin politiquerías”.
Hace dos semanas se plantaron frente a Palacio Nacional grupos de víctimas exigiendo la renuncia de Mara Gómez. Su solicitud entregada al subsecretario de Gobernación Alejandro Encinas fue enviada por éste al Senado. En ella reclamaban el retiro de Gómez de la Comisión. El jueves por la noche celebraban ahí en el Zócalo la salida, hasta ahora formalizada, de Mara Gómez.
Antes, la propia Comisión divulgó un comunicado el 2 de junio donde alertó que ante la decisión del presidente de aplicar un recorte de 75% al gasto en todo el gobierno federal, por austeridad, dejaba a la comisión sin forma de operar, incluso ni para pagar la luz ni teléfonos.
Sin embargo, Mara Gómez arrastraba quejas de organizaciones de víctimas. El 11 de marzo, El Universal reveló audios grabados por dichas organizaciones en donde ella les espetó: “todo mundo cree que somos la Lotería Nacional y que de aquí salen premios”.
Incluso en su carta de renuncia señala que “se pretendió convertir la reparación integral en sinónimo de dinero, repartido de forma discrecional, sin transparencia ni rendición de cuentas”.
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Por ello, añade, “no sorprende que en estas condiciones, también se haya querido hacer de la CEAV, patrimonio y botín de intereses políticos”.
El 20 de febrero en La Silla Rota se divulgó la historia de una persona que se orinó en instalaciones de la CEAV. Se trataba de un quejoso en protesta a quien supuestamente no le permitieron el acceso a baños. Se trataba de un caso de presunto secuestro que desde diciembre fue desoído por la comisionada. Terminó en escándalo.
En su carta de renuncia, Mara Gómez señaló que "no se puede transformar una institución y atender eficazmente las responsabilidades que le competen, si no se cuenta con el apoyo necesario, tanto económico como institucional".
“Desafortunadamente, la vocación humanista con la que fue diseñada se pervirtió”, según reseñó en su carta de renuncia.
En el documento del que La Silla Rota tiene copia, la exfuncionaria advierte que el presidente López Obrador fue mal informado.
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“Desarrollé un trabajo profesional para garantizar, promover y proteger los derechos de las víctimas del delito y de violaciones a derechos humanos, y emprendí un proceso de transformación profunda de la institución" porque, afirma, encontró que "la CEAV se convirtió en un negocio para algunos abogados particulares que, indiferentes ante el dolor, se acercaron a las madres que buscan a sus hijos desaparecidos y a otras víctimas para litigar contra la CEAV... Una fórmula clientelar, centrada en el reparto de recursos económicos, usando el dinero para pagar la falta de verdad y justicia... Honorarios millonarios de hasta el 60% de las compensaciones entregadas”.
Gómez agregó que en este momento la CEAV es objeto de 12 auditorías "seis concluidas con numerosas observaciones que solventar, y seis más todavía en curso", pero aclara que es a gestiones anteriores.
Incluso puntualizó que ella reportó con oportunidad las “irregularidades” a la Junta de Gobierno y a la Asamblea Constitutiva.
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Según Gómez, nadie se ocupó de consolidar una institución necesaria para el Estado y que al nacer de “forma improvisada” esto se refleja hasta en el hecho de que el organismo "no tiene un solo inmueble propio, más de la mitad de su personal se encuentra contratado de manera irregular, y prácticamente todos los servicios básicos para su funcionamiento, son contratados a proveedores particulares".
Esto, agrega, hace de la CEAV una institución vulnerable.
"Encontramos múltiples resistencias, amenazas, infundios y ataques de quienes quieren seguir lucrando económica y políticamente con el dolor de las víctimas", dice.
Gómez agradeció el encargo y finalizó su carta: "al Señor Presidente, mi reconocimiento y respeto... deseo de todo corazón que consolide la transformación que se ha propuesto y logre extirpar de nuestro país el cáncer de la corrupción".
En tanto, a través de un comunicado se informó que los recursos asignados a dicha comisión están garantizados y se mantienen como está establecido en el Presupuesto de Egresos de la Federación.
(Luis Ramos)