El presidente Andrés Manuel López Obrador envió un doble mensaje con su discurso a los Estados Unidos y teniendo como invitado al presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, en la celebración del Desfile Militar con motivo del 211 aniversario de la Independencia de México. Así lo consideraron expertos consultados por La Silla Rota.
La internacionalista y académica de la UNAM, María Cristina Rosas, señaló que fue un error en política exterior, considerando que esta misma semana recibió cartas credenciales de diversos embajadores, incluido el norteamericano Ken Salazar, también presente en el evento castrense.
“Me parece que el acercamiento de México con Cuba suma igual a cero. México desempeñaba, antes, un papel como mediador entre Estados Unidos y Cuba, era el fiel de la balanza y ahora tomó partido, lo que genera fracciones con Estados Unidos”.
Pero la demanda de que Estados Unidos termine con el embargo al que ha sometido –por décadas– a Cuba, no es nueva, sino que ha sido un acuerdo reiterado de distintos organismos internacionales, en los que México ha participado.
“Desde hace como 30 años, en la Asamblea General de la ONU, cada año se aprueba una resolución que pide a Estados Unidos levantar el embargo. El presidente está reiterando esa posición mexicana, que es una resolución de la Asamblea que sea aprueba por 190 países a favor. O sea, casi todo el mundo está a favor de esa resolución”, afirma Miguel Ruíz-Cabañas, diplomático de carrera, miembro del Servicio Exterior Mexicano desde 1979, y actualmente profesor y director de la Iniciativa sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el Tecnológico de Monterrey.
Durante el sexenio de presidente Vicente Fox, exactamente en 2002, México vivió su peor momento en la relación con Cuba, después de que el exmandatario cubano Fidel Castro diera a conocer el mensaje que el entonces presidente de México le externó en el marco de la Cumbre Extraordinaria de las Américas.
“Comes y te vas” fue lo que, en resumidas cuentas, Vicente Fox le dijo a Fidel Castro ese año, en Monterrey, Nuevo León, donde se celebrara la Cumbre y, con ese motivo, se llevaría acabo una comida con funcionarios de primer nivel, entre ellos, el entonces presidente estadounidense George W. Bush.
La académica de la UNAM consideró que, entre aquella anécdota y la ocurrida este jueves, hay un cambio radical. “Aquello fue una torpeza enorme de Fox, ahora es el polo opuesto, porque no veo que, tras lo ocurrido, una relación estrecha con Cuba nos resuelva la vida”.
La relación con Cuba, desde el incidente de Monterrey, no mejoró. Fue hasta 2012, cuando el presidente Felipe Calderón se reunió con el entonces presidente cubano Raúl Castro. Posteriormente, una vez que Calderón había terminado su mandato quiso entrar a la isla sin que le permitieran la entrada.
Sin embargo, en noviembre de 2016, tras la muerte de Fidel Castro, Calderón publicó un mensaje en sus redes sociales donde pedía “la pronta libertad de los cubanos”. El mensaje no fue bien recibido en la isla, por lo que, para febrero del año siguiente, cuando Calderón quiso viajar a Cuba, le fue negado el abordaje desde el aeropuerto en México.
AMX: Nos informa Inmigración de Cuba que pasajero FCH no está autorizado para entrar a Cuba y solicita que no sea documentado en vuelo AM451— Felipe Calderón (@FelipeCalderon) February 21, 2017
Por otro lado, la relación entre Cuba y Estados Unidos ha tenido momentos de mucha tensión, como la crisis de los misiles en 1962, pero también momento de distensión en los incluso se ha podido vislumbrar la posibilidad de que a Cuba se le retire el embargo.
“Incluso Estados Unidos votó en abstención cuando hubo cierto descongelamiento de las relaciones con Cuba. Es bueno que se acabe el embargo hacia Cuba porque eso podría ayudar a Cuba a abrirse al mundo. Cuba necesita cambiar y abrirse al mundo y también que los países se abran a Cuba y el embargo nunca ha ayudado, se debió haber acabado hace muchos años y está bien que el presidente de México reitere esa posición histórica que ha tenido México”, explica Ruiz-Cabañas.
UNA MUY LARGA AMISTAD
La relación amistosa que existe entre Cuba y México no es un secreto para nadie. De hecho, durante buena parte del priismo del Siglo XX, la relación entre nuestro país y la isla fue tan cercana que, probablemente, las guerrillas mexicanas fueron las únicas que no recibieron apoyo cubano en todo el continente.
Fernando Vidal Romero, politólogo del ITAM, afirmó que el actuar de López Obrador es similar al de los expresidentes en la década de los 70.
“Ciertamente el bloqueo es una barbaridad, una pésima estrategia del gobierno de Estados Unidos. Pero, también claramente, lo que hizo el presidente fue amenazar a Estados Unidos y decir ‘no me voy a dejar presionar por ti, porque tengo estos otros amigos’”, dijo.
Y este, con los gobiernos priistas, la relación entre México y Cuba sí fue diferente. Una foto donde aparecen el expresidente mexicano Carlos Salinas de Gortari, el periodista colombiano Gabriel García Márquez y Fidel Castro le ha dado la vuelta al mundo en más de una ocasión.
En su libro “Muros, puentes y litorales. Relación entre México, Cuba y Estados Unidos”, el expresidente mexicano relató cómo, en el verano de 1994 y con la ayuda de García Márquez, intentaron acercar al expresidente estadounidense Bill Clinton y a Fidel Castro.
Justo 20 años después, en 2014, el entonces presidente mexicano Enrique Peña Nieto trataba de limar las asperezas que los gobiernos panistas generaron con el gobierno cubano, durante la reunión anual de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en la isla.
En ese año, el mandatario priista visitó a Fidel Castro en su casa. La reunión duró cerca de una hora y el único testigo, además de ellos, fue el entonces canciller mexicano José Antonio Meade. La reunión fue criticada por los militantes panistas, como el hoy senador Gustavo Madero, entonces presidente del PAN.
Cuando Fidel Castro falleció, dos años después, Peña Nieto participó en sus exequias y lo llamó “un amigo de México, promotor de una relación bilateral basada en el respeto, el diálogo y la solidaridad”.
“A final de cuentas, las simpatías siempre se han tenido, (López Obrador) ha hablado bien de Castro y lo pone de ejemplo como líder admirable. Alguna vez lo comparó con Mandela, siempre ha dicho que le tiene respeto a él y al ‘Che Guevara’, y Morena siempre celebra el aniversario de la Revolución Cubana, de la Revolución China y son parte del Foro de Sao Paulo que, en sus documentos dice que son estrategias inspiradas por el castrismo, el Che y Lenin, entonces sí hay una tendencia bolivariana”, afirma José Antonio Crespo, profesor investigador del CIDE.
EL MENSAJE PARA AMÉRICA LATINA
María Cristina Rosas contextualizó el mensaje de López Obrador en el hecho de que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha mostrado desinterés por los temas latinoamericanos, a diferencia del expresidente Barak Obama.
“No veo, en Estados Unidos, mucho interés en el tema, pero sin duda esto daña la relación bilateral. Se abre la puerta a relaciones con países antagonistas de Estados Unidos, en un momento frágil de la economía en México, además de las tensiones por el tema migratorio”, advirtió.
Por otra parte, la decisión de traer al presidente Díaz-Canel a México, en la conmemoración de la Independencia, puede tener diversos significados, como el de mandar un mensaje a América Latina en donde refrende sus compromisos bolivarianos con todos los países.
“¿Cuál fue la motivación de traerlos en esta fecha? Puede ser que una respuesta frente a lo que pasó con VOX, de decir: ‘Ustedes están con la derecha, pues miren, yo acá tengo mis compromisos con la izquierda, con el pueblo’, me parece una especie de provocación más que algún tipo de ganancia diplomática que pudiera tener”, afirmó José Antonio Crespo.
La respuesta del vecino del norte, en ese sentido, sí tiene un mayor interés ahora que el presidente es Joe Biden, explicó Crespo, pero sin que signifique que pueda existir algún tipo de confrontación entre México y Estados Unidos.
¿QUÉ DIJO LÓPEZ OBRADOR?
La mañana de este jueves, durante el tradicional desfile militar del 16 de septiembre, el mandatario mexicano se refirió a Cuba en su discurso, como “una nación que defiende su dignidad, sin permitir la injerencia en sus asuntos internos de ninguna potencia extranjera”.
En el mismo, exhortó al presidente norteamericano Joe Biden a levantar el embargo económico a la isla, apelando a que es “un hombre con mucha sensibilidad política”. Y lo llamó a “actuar con grandeza y poner fin para siempre a la política de agravios hacia Cuba”.
El mandatario aprovechó y marcó su postura sobre las acusaciones de dictadura a los gobiernos en esta isla.
“Podemos estar de acuerdo o no, con la Revolución Cubana y con su gobierno, pero el haber resistido 62 años sin sometimiento es una indiscutible hazaña histórica”. También consideró que a sus habitantes se les debe reconocer la dignidad y propuso que la isla sea declarada patrimonio mundial de la humanidad.
“El gobierno que represento llama respetuosamente al gobierno de Estados Unidos a levantar el bloqueo contra Cuba porque ningún estado tiene derecho a someter a otro pueblo. Se ve mal que el gobierno de Estados Unidos utilice el bloqueo para impedir el bienestar del pueblo de Cuba con el propósito de que esté, obligado por la necesidad tenga que enfrentar a su propio gobierno”, remato el mandatario mexicano.
Señaló que, en caso de que Estados Unidos lograse su objetivo, ésta sería “una victoria pírrica”. En su discurso el presidente de Cuba Miguel Díaz-Canel afirmó que la isla es objeto de “los embates de una guerra multidimensional con un bloque criminal”. Y agradeció la solidaridad de México en ese contexto.