NAUCALPAN.- El reordenamiento de la cabecera municipal que presumió la Alcaldía al inicio de la gestión actual, que consistía en la reubicación de vendedores ambulantes y la construcción de diversos proyectos se ha retrasado, pues no hay trabajos al respecto.
En cambio, ha aumentado el caos vial que provoca el transporte público y particular, la suciedad y el propio ambulantaje en esa zona del pueblo de San Bartolo.
Considerado como uno de los principales proyectos de la gestión del Alcalde Edgar Olvera, el reordenamiento del centro fue ofrecido con obras como la construcción del estacionamiento subterráneo del mercado municipal, de un edificio de al menos 12 niveles, un paso deprimido, una plaza cívica, bazar comercial para los vendedores ambulantes, y un centro subterráneo nodal de transferencia de transporte, entre otras obras.
Todo ello para iniciarse en marzo pasado y concluirse a mediados del año 2018, con una inversión privada superior a los mil millones de pesos.
De todo eso, a la fecha sólo se ha repavimentado con concreto hidráulico parte de la avenida Morelos donde en septiembre el gobierno destrozó las banquetas con la finalidad de retirar a los vendedores ambulantes de las aceras, reubicarlos y comenzar las obras.
La Silla Rota observó en un recorrido que las banquetas no han sido reparadas, ni la calle terminada, ésta fue totalmente cerrada a la circulación y tomada por los ambulantes, a los cuales tampoco se les ha reubicado.
Según los propios vendedores, la cantidad de informales se ha duplicado.
Según el censo de la Alcaldía hay 580 vendedores con permiso para ejercer el comercio en esa zona, pero actualmente hay unos 400 “tolerados”, es decir que no pagan permiso al Ayuntamiento sólo alguna cuota a los inspectores del área de Mercados y Vía Pública.
“Ya seremos como mil vendedores fácil, el problema es que muchos no tienen permiso, son toreros, los que sí tenemos permiso estamos esperando la dichosa reubicación, pero mientras no haya estamos aquí porque no nos pueden impedir que trabajemos”, dijo Leonor, vendedora.
En la zona hay 28 rutas de transporte público que aunque tienen autorizados solo 68 lugares, hay cerca de 300 vehículos ocupando las calles por las que transitan 220 mil autos diariamente.
En esa zona céntrica es común ver en una misma calle al comercio formal, al comercio semifijo, a las rutas de transporte, y a usuarios moviéndose con dificultad sorteando esos obstáculos.
