El nuevo Reglamento del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) que elaboró el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) tiene caso 190 comentarios en su análisis de impacto regulatorio, en los que científicos critican que es “discriminatorio” por excluir del apoyo económico a quienes laboran en instituciones privadas y que es un “retroceso” para el desarrollo del quehacer científico.
El pasado 3 de marzo la Junta de Gobierno del Conacyt aprobó por unanimidad el nuevo reglamento del SNI. La directora General del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, destacó que con estas modificaciones se impulsa la investigación humanística, científica y tecnológica. Asimismo, dijo que se trata de una normativa “sin mentiras ni tergiversaciones”.
La comunidad científica no fue tomada en cuenta para hacer estas modificaciones y, por lo tanto, no conocía el reglamento aprobado, sólo un documento que se filtró previamente. Hasta el viernes, cuando se publicó el anteproyecto en la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), pudieron comprobar cuáles fueron los cambios hechos y en qué términos quedan.
En cuatro días, el anteproyecto del reglamento ha recibido 189 comentarios, en su mayoría de miembros del SNI quienes manifestaron su preocupación por la eliminación del apoyo económico a investigadores que trabajan en instituciones privadas. Esto luego de que en los artículos 61 y 62 se indica que estos recursos sólo se otorgarán a quienes laboran en instituciones o centros públicos.
Otro de los aspectos que se eliminó en el nuevo reglamento fue el estímulo extra que recibían los investigadores nivel 3 o eméritos que impartían asignaturas a nivel licenciatura.
Estos hechos han causado que los miembros del SNI levanten la voz para evitar que se hagan estos cambios; sin embargo, luchan contra corriente, ya que el anteproyecto del reglamento tiene exención de análisis de impacto regulatorio, lo que permite que en cualquier momento pueda ser publicado en el Diario Oficial de la Federación, lo que marcaría su entrada en vigor.
CRITICAN QUE EN NUEVO REGLAMENTO SE VIOLA DERECHO DE IGUALDAD
La Silla Rota revisó los comentarios hechos en Conamer y detectó que casi todos son en contra de algunos de los cambios que se quieren hacer al Reglamento del SNI. Algunas de las principales preocupaciones que señalaron fue la eliminación de apoyos económicos a investigadores de instituciones privadas y también sobre la libertad de investigación, entre otros temas.
Uno de los primeros comentarios que aparece en Conamer es el de Miguel Ángel Méndez, coordinador del Programa de Nanotecnología e Ingeniería Molecular en la Universidad de Las Américas Puebla, quien señaló que en el nuevo reglamento se viola el principio de igualdad y libertad que se establece en el artículo 13 de la Constitución al excluir a investigadores de escuelas privadas.
“Las modificaciones al reglamento del Sistema Nacional de Investigadores son, en algunos de sus cambios, discriminantes para parte de los investigadores que hoy forman parte del mismo, en particular para aquellos laborando en instituciones de educación superior privadas. En particular, la modificación al artículo 61 que remueve por completo la mención a los investigadores que laboran en instituciones de educación superior o centros de investigación privados”, dijo.
Johana Olmos López, investigadora de la Universidad Popular autónoma del Estado de Puebla, también escribió un comentario en el que señaló que para lograr que México se distinga en materia de ciencia y tecnología es necesario que se reconozca por igual la capacidad y el esfuerzo de todos los investigadores, sin importar si están adscritos a instituciones públicas o privadas.
Coincidió Víctor Javier Lara-Díaz, investigador del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, quien indicó: “Escribo eso con la esperanza, quizá vana, de que contribuya a enmendar el camino propuesto. Con gusto se reciben las iniciativas de mejora de este reglamento, en el sentido de uniformar criterios, sin embargo, todas las buenas intenciones se opacan por completo, llegando al punto del oscurecimiento total, cuando, de acuerdo a la redacción de los artículos 61 y 62, de nueva cuenta se polariza a la sociedad mexicana, en este caso la comunidad científica, en base a ideologías que no tienen sustento en la realidad”.
“Negar el apoyo económico a cualquier investigador por el solo hecho de estar adscrito a una institución de educación de investigación privada es una franca, plena y llana discriminación”, señaló.
COMUNIDAD CIENTÍFICA VE RETROCESO Y AMBIGÜEDAD EN EL NUEVO REGLAMENTO DEL SNI
Otro de los temas que se mencionan en la página de Conamer son sobre el impacto que tendrán en la ciencia los cambios en el reglamento del SNI, al criticar que tiene tintes políticos y que la redacción es ambigua en algunos artículos.
Jorge Welti Chanes, quien es investigador del SNI nivel 3, también señaló que “desafortunadamente el nuevo reglamento refleja un retroceso en el apoyo al desarrollo de la ciencia y la tecnología en nuestro país, tiene un enfoque político y orientado a usar los recursos (que provienen de nuestros impuestos) con enfoques erróneos”.
Jorge Alejandro López Portillo Guzmán, investigador del Instituto de Ecología, criticó que no hubo una reordenación del reglamento, sino que sólo se derogaron artículos y se cambió el texto de otros.
Señaló que algunos artículos son ambiguos, como el 1, en el que se menciona que se deben establecer los objetivos del SNI en el marco de una política de Estado que favorezca el interés nacional, por lo que el especialista ve que el documento “no es propositivo, sino impositivo”, por lo que restringe la diversidad de opciones e impone sólo una visión.
Entre los 189 comentarios, La Silla Rota sólo encontró dos que respaldan al nuevo reglamento del SNI impulsado por el Conacyt. De acuerdo con la página de Conamer, lo escribió Miriam Salazar Trejo, quien no forma parte del SNI, ya que su nombre no aparece en los resultados de la convocatoria 2020.
Ella escribió: “¡Estas reformas eran necesarias! Gracias por escuchar las necesidades de la comunidad de investigadores del país”.
El segundo lo hizo Ricardo Tena Núñez, miembro de la Junta Directiva de la Universidad Autónoma Metropolitana, quien expresó: “Estoy de acuerdo con las modificaciones al reglamento del SNI, principalmente por la mejor valoración de la actividad docente, así como de los trabajos y productos académicos destinados a formar investigadores, muy poco valorados anteriormente. También el que se consideren con mayor puntaje las publicaciones institucionales y nacionales, incluso las de divulgación, atendiendo a las distintas disciplinas y objetivos de la investigación”.