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Recorte en gasto en enfermedades catastróficas lleva a familias a la quiebra

En 2020, el Insabi se “ahorró” 2 mil 073 millones de pesos en la atención de padecimientos catastróficos, en comparación con lo que se invirtió en 2018

Escrito en NACIÓN el

El uso para otros fines de recursos originalmente destinados a financiar padecimientos graves como cáncer y las políticas de austeridad afectarán a las familias porque están en necesidad de gastar más de su bolsillo para tratamientos, alertan expertos.

De acuerdo con el informe De Seguro Popular a Insabi: mayor población con menor atención, del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), el Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi) tiene actualmente 64 mil 356 millones de pesos, su nivel más bajo en los últimos cinco años.

Cuando existía el Seguro Popular el Fonsabi se llamaba Fondo de Protección Contra Gastos Catastróficos, se conformaba con la cuota de los afiliados y una parte proporcional que ponía el gobierno, el monto acumulado se utilizaba para el financiamiento de 66 padecimientos que generan gastos catastróficos y que son difíciles de costear para la población.

El Fondo alcanzó su máximo nivel en 2019, cuando tenía 105 mil 873 millones y desde entonces ha ido disminuyendo, pues se tomaron recursos para echar a andar el Instituto de Salud para el Bienestar y también para hacer frente a la pandemia.

Los 64 mil 356 millones de pesos que tiene actualmente representan un retroceso de cinco años, pues tiene incluso menos dinero del que tenía en 2016, que ascendía a 64 mil 588 millones de pesos.

La Silla Rota publicó la semana pasada que esto ya impactó en el Insabi, pues en 2020 se “ahorró” 2 mil 073 millones de pesos en la atención de padecimientos catastróficos, en comparación con lo que se invirtió en 2018.

“El detalle del saldo del Fondo es que ahora el Fonsabi se queda con una caída de alrededor del 40%, para ubicarse alrededor de 64 mil millones de pesos y esto podría verse reflejado en una disminución en la atención”, alertó Judith Méndez Méndez, coordinadora del Área de Salud y Finanzas Públicas del CIEP y quien elaboró el informe.

Al respecto, Éctor Jaime Ramírez Barba, quien es médico y diputado del Partido Acción Nacional, recordó que desde que desapareció el Seguro Popular para dar paso al Insabi “opinamos que era impropio el retirar fondos destinados para atender enfermedades catastróficas realizados con estudios actuariales, y en ambos casos hicimos la lucha desde la tribuna para que no saquearan dicho fondo. Incluso tomamos la tribuna y se suspendió la sesión, pero en la segunda hubo mayoriteo... tanto en la sesión de aprobación del Inserto del INSABI, como en la del PEF”.

Desde el inicio de la actual administración, la austeridad ha sido la principal bandera del presidente Andrés Manuel López Obrador, y esto ha pegado también al Sector Salud, pues no se ha aumentado el presupuesto y los “ahorros” en la compra de medicamentos han causado retrasos y desabasto.

En la conferencia matutina de este martes, López Obrador defendió nuevamente su postura: “Bueno, ya es deporte nacional echarle la culpa a la austeridad. Qué bien que ya es un tema en la discusión, que en el debate han utilizado para justificar de manera indebida ciertas actitudes. Pero sí necesitamos que haya austeridad, porque era mucho el derroche que existía, era un gobierno rico con pueblo pobre”.

Esto lo dijo el presidente ante las quejas del INE por falta de presupuesto para realizar adecuadamente la consulta popular sobre el juicio a expresidentes.

EN 2020 AUMENTÓ GASTO DE BOLSILLO O POBLACIÓN DEJÓ DE ATENDERSE, ALERTA ESPECIALISTA

El principal problema es que disminuyen los recursos destinados a salud, pero no las enfermedades que padecen los mexicanos y si el sistema de salud no los apoya, tienen que gastar de su bolsillo.

Méndez Méndez señaló que todavía no es posible hacer una estimación del gasto de bolsillo, pues se conocerán hasta julio los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2020 (ENIGH), aunque señaló que es probable que se vea un incremento como ha sido la tendencia desde 2016.

“Tal vez el pronóstico es que haya aumentado, aunque también tendría que ver cuál fue el efecto, porque dado que fue en año de pandemia podríamos estar viendo no necesariamente un incremento, pero como resultado de la caída en el ingreso de los hogares. Tendríamos que ver si realmente se incrementó o si dejaron de atenderse”, alertó.

Méndez Méndez recordó que en la ENIGH 2018 se documentó que 31 millones 521 mil 282 personas, el 50% de la población que acudía a consulta, tenía que pagar por los medicamentos.

El sector de la población qué más tuvo que caer en el gasto de bolsillo fue el que se ubica en el tercer decil de ingresos, es decir, quienes ganan poco más de 20 mil pesos trimestrales.

De acuerdo con datos de la ENIGH 2016 analizados por el CIEP, el gasto de bolsillo de los mexicanos va de mil 150 a 3 mil 249 pesos anuales para todo tipo de enfermedades.

Considerando que el Insabi gastó menos en enfermedades catastróficas y que en general su gasto per cápita bajó de 3 mil 565 pesos en 2019 a 2 mil 911 pesos en 2021, los más probable es que la población sin seguridad social haya tenido que hacer gasto de bolsillo o que en el peor de los casos haya dejado de recibir atención médica porque no contó con los recursos necesarios para atenderse.

Ramírez Barba señaló que “el gasto de bolsillo empobrecedor ha aumentado y sin duda empeorará dada la ausencia de medicamentos, la reconversión hospitalaria y el desempleo con un Insabi que es letra muerta".

“Los gobiernos de las entidades federativas que firmaron la centralización de sus servicios de salud en favor del Insabi debieran reconsiderar y retirar a voluntad para regresar a manejar ellos su sistema de salud”, expresó.

PREVÉN QUE AUMENTE PRECARIZACIÓN DEL SISTEMA DE SALUD

Sin dinero suficiente, se encienden las alertas para que aumente la precarización del sistema de salud y los más afectados serían los mexicanos. Méndez Méndez señaló que es un problema de origen, pues el presupuesto no se elabora acorde a las condiciones de la población, ni en cuanto a número ni a situación epidemiológica.

La especialista del CIEP explicó que la caída en el saldo del Fonsabi está relacionada tanto con los recursos que se destinaron para el Insabi, como para la respuesta a la pandemia de covid y añadió que probablemente una parte de estos recursos se tomaron para la compra de las vacunas.

“Pero también aquí es importante destacar que en el Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos el destino era básicamente dos, uno la atención de estas enfermedades crónicas y el otro la inversión en infraestructura. En el Fonsabi se incluye otro destino de gasto, que es complementar los recursos para el abasto y distribución de medicamentos, son los recursos que se irían tal cual al programa que sustituyó del Seguro Popular, el de atención y medicamentos gratuitos y aquí es donde es más probable que el saldo de este fondo todavía caiga mucho más y aquí es en donde estaría en riesgo la atención de enfermedades crónicas”, advirtió Méndez Méndez.

El diputado Ramírez Barba alertó también que seguirá la “precarización con gran sufrimiento y muerte para miles de pacientes que están padeciendo este tipo de enfermedades, al menos 66 grupos amparados antes por una póliza exigible, y las que vendrán en el futuro en un país que en un año perdió 10 millones de empleos, 11 millones en pobreza extrema y 10 millones en pobreza según el Coneval. El desarrollo humano caerá de manera significativa”.

Asimismo, dijo que será imposible que el Fonsabi vuelva a recuperar los recursos que tenía acumulados por tres factores: porque la ley prevé asignación presupuestal inercial con el mismo presupuesto más la inflación: porque el gobierno ha presentado tres Presupuestos de Egresos de la Federación y en cada uno el presupuesto en salud ha sido menor, y porque no hay espacio fiscal para aumentar el gasto público en salud.

MJP