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Ramírez Barreto, el “cerebro” del Cártel de Sinaloa caído en EU

“El cerebro detrás de una extensa red de tráfico de drogas”, así se refiere el gobierno estadounidense a Ramiro Ramírez Barreto

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Su nombre no es mediáticamente conocido en el mundo de las drogas, ni siquiera tiene un apodo popular, sin embargo, Ramiro Ramírez Barreto es considerado un “cerebro” dentro de la organización criminal trasnacional del Cártel de Sinaloa. 

De 44 años y originario de Morelos, Ramírez Barreto era el jefe de una extensa red de tráfico de drogas en Estados Unidos.

“El cerebro detrás de una extensa red de tráfico de drogas”, así se refiere el gobierno estadounidense a Ramiro Ramírez Barreto.

El capo traficaba fentanilo, heroína y cocaína en los estados norteamericanos de Virginia, Carolina del Norte, Texas y California.

El gobierno de Estados Unidos destaca a dos de los innumerables clientes que tenía Ramírez Barreto: Un hombre al que le suministró 60 kilos de heroína, desde 2018 hasta 2019; y un recluso de una cárcel federal que operaba una organización de tráfico de drogas en Henderson, Carolina del Norte, usando un teléfono celular de contrabando.

Las autoridades estadounidenses pusieron la mira en Ramírez Barreto y en su red de tráfico de drogas, ejecutando la Operación Cookout en agosto del 2019. 

En aquella ocasión, más de 120 agentes arrestaron a 35 personas, entre ellas a Ramírez Barreto, y les incautaron 24 armas de fuego, 30 kilos de heroína, cinco más de cocaína, así como 30 kilos de fentanilo y 700 mil dólares en efectivo.

De acuerdo con el gobierno de Estados Unidos, solo los 30 kilos de fentanilo es suficiente para matar a más de 14 millones de personas. 


Tras ser capturado, Ramírez Barreto se declaró culpable el pasado 25 de enero y está programado que sea sentenciado el 12 de julio próximo. La pena en su contra sería desde los 20 años de prisión hasta la cadena perpetua.

Dentro de los criminales caídos por la Operación Cookout, junto con Ramírez Barreto, destacan: 

Tangynika Johnson, un hombre de 44 años, encargado de conseguir las ganancias de la venta de drogas en la prisión federal de Virginia Occidental a través de un recluso identificado como Cory Bullock, quien tras declararse culpable enfrenta una pena máxima de cuatro años de prisión.

James Noyes, de 55 años, era un distribuidor de heroína de nivel medio dentro de la organización de tráfico de drogas. Fue condenado a 10 años de prisión.

Keith A. Brownson, de 42 años, era un traficante de cocaína y heroína que arreglaba la entrega de drogas y las ganancias de las drogas con Ramirez Barreto. Enfrenta un mínimo obligatorio de cinco años y una pena máxima de 40 años de prisión.

Russell P. Johnson, de 50 años, sentenciado a 140 meses de prisión por distribución de heroína, fentanilo y cocaína.

Hasta la fecha, 45 personas han sido acusadas como consecuencia de la Operación Cookout, de los cuales 42 se han declarado culpables y 30 han sido condenados con penas de prisión que van desde los dos hasta los 25 años de prisión.