CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- El exgobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores, fue detenido por elementos de la Procuraduría estatal por los delitos de peculado y lavado de dinero; sin embargo, desde el 2015 es buscado también por la justicia estadounidense.
Hernández Flores gobernó esta entidad del 2005 al 2010, emanado del Partido Revolucionario Institucional (PRI). En su administración se detectaron irregularidades, como desfalco de recursos públicos y enriquecimiento ilícito.
En 2015, una corte del distrito sur de Texas, en Estados Unidos emitió una acusación formal y por ende, una orden de aprensión contra el tamaulipeco por el lavado de 30 millones de dólares a través de compras en bienes inmobiliarios en las ciudades de McAllen y Austin.
Sin embargo, a pesar de haber carpetas de investigación, las autoridades mexicanas no emitieron orden de aprehensión, ni colaboraron con el gobierno estadounidense.
Por lo tanto, Eugenio Torres continuaba con su vida política y cotidiana en el país... y en Tamaulipas.
Durante el proceso electoral del 2016, el exmandatario se presentó en una de las casillas para emitir su voto a favor del candidato priista a la gubernatura Baltazar Hinojosa.
En ese entonces ya era buscado por la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) acusado de armar una red de complicidad con su cuñado Oscar Manuel Gómez Guerra para el lavado de dinero con bienes inmuebles en Texas.
Ese mismo año, pero en el mes de septiembre, Eugenio Hernández acudió al sexto informe de su sucesor en el gobierno de esta entidad, Egidio Torres, el cual se llevó a cabo en Ciudad Victoria.
El exmandatario ingresó al recinto legislativo donde se llevó a cabo la ceremonia de entrega del último informe de gobierno del también priísta. Saludó a los presentes, sin hablar a la prensa sobre su situación legal.
En este 2017, se vio a Eugenio Hernández en un vuelo de primera clase en una de las aerolíneas mexicanas más costosas. Pasajeros tomaron algunas fotografías de él en el avión, en sus asientos de clase premier.
El pasado 8 de febrero, otra corte de Texas emitió una nueva orden de aprehensión contra el exgobernador priista por el delito de lavado de dinero y su participación con el crimen organizado.
Sin embargo, el 30 de agosto una jueza federal en México suspendió cualquier orden de aprensión que hubiera contra Hernández Flores; sólo le impuso una multa de 6 mil quinientos pesos.
Hoy, quien ejecuta la orden de aprehensión es la Procuraduría General de Justicia del Estado de Tamaulipas, encabezada por el gobierno del panista Francisco García Cabeza de Vaca, quien arrebató el estado en las elecciones del 2016, después de años del PRI en el poder.
Eugenio Hernández también se ha visto involucrado en la red de corrupción y relación con el narcotráfico del exgobernador tamaulipeco Tomás Yarrington, detenido el pasado 9 de abril en Italia.
Era requerido por autoridades estadounidenses y mexicanas por los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada. Lo acusan de colaborar con el Cartel del Golfo y Los Zetas. Eugenio Hernández fue el sucesor de Tomás Yarrington en 2015.
lrc