Alfredo es el menor de los Beltrán Leyva, un grupo de hermanos que encabezó una de las organizaciones criminales más temibles del narcotráfico, una que hasta la fecha sigue haciendo estragos tanto en México como en Estados Unidos.
Apodado como “El Mochomo”, Alfredo nació a principios de 1971 en la llamada cuna del narcotráfico: Badiraguato, Sinaloa, tierra que ha visto nacer a varios capos de la droga.
Alfredo creció junto con sus hermanos Arturo, Carlos y Héctor, dentro del negocio de la droga de la mano de Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos”.
Tras la muerte de “El Señor de los Cielos”, los Beltrán Leyva se sumaron al Cártel de Sinaloa, organización criminal que era liderada por uno de sus primos lejanos: Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”.
Al igual que sus hermanos, Alfredo Beltrán se hacía pasar por un exitoso empresario, pero en realidad era encargado de una de las principales redes de tráfico de droga en Estados Unidos.
Desde el inicio de la década de 1990, “El Mochomo” era responsable de importar innumerables toneladas de cocaína y metanfetamina a los Estados Unidos.
Alfredo Beltrán Leyva recibía la droga de proveedores sudamericanos por vía aérea, terrestre y marítima. Ya en México la mercancía ilegal era transportada a puntos clave de México, para finalmente ser enviada a territorio estadounidense.
Todas las ganancias de la venta de cocaína y metanfetamina terminaban en Culiacán, Sinaloa, el punto central para la recaudación de miles de millones de dólares para los Beltrán Leyva.
Para sostener su red de tráfico de drogas, “El Mochomo” utilizó armas y llevó a cabo actos de violencia, incluidos asesinatos, secuestros, torturas y cobros violentos de deudas de drogas.
Alfredo Beltrán Leyva se casó con Patricia Guzmán Núñez, una prima hermana de “El Chapo”. Con ella tuvo dos hijos Karmina y Alfredo Beltrán Guzmán.
“El Mochomo” fue el único de los Beltrán Leyva que se relacionó con los llamados narcojuniors, los hijos de los principales capos de la droga.
Por ejemplo, Alfredo Beltrán Leyva se codeaba con Vicente Zambada Niebla, “El Vicentillo”, hijo de Ismael Zambada García, “El Mayo”, fundador del Cártel de Sinaloa.
“El Mochomo” es la pieza clave en la ruptura del Cártel de Sinaloa y los Beltrán Leyva, que provocó una de las guerras más violentas del narcotráfico.
El 21 de enero de 2008 Alfredo Beltrán Leyva fue detenido en Culiacán, Sinaloa, por elementos de la entonces Secretaría de Seguridad Pública (SSP), de la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI) y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Anabel Hernández, en su libro “Los Señores del Narco”, relata que cuando “El Mochomo” fue interceptado por autoridades federales, pensó que se trataba de un error a tal grado que él y ninguna de sus escoltas desenfundó las armas que portaban.
La sorpresa de “El Mochomo” se debió, señaló la escritora y periodista, porque el Cártel de Sinaloa -particularmente los Beltrán Leyva- pagaba sobornos a la SSP y a la AFI. La cooptación de autoridades federales de mayos nivel también se evidenció en el juicio contra “El Chapo” y en la detención de Genaro García Luna.
La lectura de la caída de Alfredo Beltrán Leyva era clara para los hermanos: se trató de una traición, pero de dónde.
El gobierno de Estados Unidos fue quien señaló al nombre del traidor: Joaquín Guzmán Loera, quien había “puesto” a “El Mochomo” ante las autoridades mexicanas, así lo leyeron también los Beltrán Leyva.
Las razones detrás de esta traición aún no está del todo clara, pero la que más suena es que “El Chapo” estaba preocupado por el protagonismo y poder que los Beltrán Leyva estaban sumando dentro del Cártel de Sinaloa.
Los Beltrán Leyva rompieron con el Cártel de Sinaloa y se unieron a dos de sus enemigos para combatir a la organización de “El Chapo” y “El Mayo”: “Los Zetas” y el Cártel de Juárez.
En tanto, “El Mochomo” peleaba con la justicia mexicana, misma que para el 2012 quería mandarlo a Estados Unidos. La defensa de Alfredo Beltrán Leyva no resistió mucho, pues su cliente fue extraditado en 2014 a territorio estadounidense.
Para evitar la cadena perpetua, como lo hacen otros capos, “El Mochomo” se declaró culpable. Sin embargo, no fue suficiente y Alfredo Beltrán Leyva fue sentenciado a prisión vitalicia.
En tanto, sus hermanos uno a uno cayeron en México: Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”, fue asesinado durante un operativo de la Secretaría de Marina (Semar) en Cuernavaca, Morelos el 16 de diciembre de 2009.
Carlos Beltrán Leyva fue capturado en Culiacán, Sinaloa, pocos días después del asesinato de “El Barbas”.
Mientras que Héctor fue aprendido en 2014, en San Miguel de Allende, Guanajuato, y murió dentro de prisión en 2018.
Ahora, “El Mochomo” busca librar la cadena perpetua con una estrategia judicial llamada “First Step Act”, promulgada por el expresidente estadounidense Donald Trump y avalada por el Congreso de Estados Unidos, en diciembre de 2018.
En una carta dada a conocer por Milenio, “El Mochomo” pregunta a un juez si su caso puede beneficiarse del “First Step Act”.
“Estimado juez, le escribo para preguntarle sobre la ley de Primer Paso que se firmó el 21 de diciembre, me gustaría saber si esta ley se aplica en mi caso y, si lo hace solicito respetuosamente que este honorable tribunal asignado y un abogado me representen en el asunto”, escribió el capo en la misiva.
La ley First Step Act, es conocida como “liberaciones por compasión” y tiene como objetivo dar a presos que lo merecen, capacitación laboral y la oportunidad de obtener una sentencia abreviada por comportamiento positivo.
También permite que los mismos presos pidan a través de un escrito beneficiarse de esa ley, derecho anteriormente exclusivo de directores de penales y fiscales.
Ahora, Alfredo Beltrán Leyva esperará la respuesta del juez.
En tanto, el cártel de los Beltrán Leyva sigue estando en la lista de amenazas de la Administración para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
La DEA asegura que los Beltrán Leyva ya no viven sus mejores momentos y apenas sobreviven tras años de guerra contra el Cártel de Sinaloa.
Los Beltrán Leyva actualmente dependen de “alianzas flexibles” con cárteles más grandes para acceder a los corredores de tráfico de drogas a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos.
El cártel -señala la DEA- trafica principalmente con heroína, metanfetamina, cocaína y marihuana.
rgg