La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) y Rodrigo Cortés, especialista del despacho Gutiérrez y Asociados, precisan que hacer en caso de que tu casa o edificio colapsara tras el sismo:
1. Guarda la calma y preserva la seguridad de tu familia
No ingreses a la zona afectada.
No trates de rescatar las pertenencias.
Si brindas ayuda a los vecinos, hazlo con la supervisión de las autoridades de Protección Civil.
2. Si la vivienda estaba asegurada
Ponte en contacto con la compañía de seguros. Llama al call center de la empresa; y reporta los daños que sufrió la casa o departamento.
La aseguradora te solicitará el nombre del titular del contrato o número de póliza; dirección del inmueble, los bienes afectados y teléfono de contacto. Si perdiste dicho documento durante el sismo, solicita una reimpresión.
Agenda una cita con el ajustador para visitar el inmueble. Es posible que el ajustador pida que compruebes las pérdidas sufridas; a través de facturas, fotografías o videos.
Para agilizar el trámite solicita la ayuda de tu agente de seguros; quien puede ayudarte a armar el expediente de indemnización; e incluso a contratar un valuador o contratista que determine la dimensión de las pérdidas. Lo honorarios por estos servicios se integran al pago final.
3. Si no tienes seguro de casa
Acude a los servicios de Protección Civil y a los representantes de los gobiernos de la Ciudad de México y federal; para reportar los daños y pérdidas, participar en el censo de damnificados y tramitar la indemnización que ofrecen las autoridades.
Si vives en un conjunto de departamentos o desarrollo inmobiliario, acércate al administrador y pregunta si dentro de las cuotas de mantenimiento hay un seguro general de daños. Muchos de éstos cuentan con el beneficio, pero muy pocos lo saben.
Investiga cómo se harán llegar los donativos de las empresas y organizaciones privadas que han ofrecido dinero para la reconstrucción; inscríbete en sus listas y tramita la ayuda económica.
4. No te hagas falsas expectativas
Las aseguradoras no construyen ni reponen tu vivienda; sólo entregan la indemnización correspondiente, que se ajustan a lo estipulado en tu póliza. Cada persona decide qué hacer con los recursos y si los invierte en comprar una vivienda o dar el enganche de otra propiedad.
Ni las aseguradoras, ni el gobierno responden ni cubren los daños al terreno donde se encontraba tu casa o el edificio donde vivías. Si tu vivienda estaba libre de créditos o hipotecas, eres dueño de porción de la tierra; ello, de acuerdo al número de inquilinos y los metros que tenía tu departamento.
Las aseguradoras sólo protegen el valor de reconstrucción del inmueble y entre 50% y 75% de los contenidos de tu hogar. Aunque tu casa te haya costado 25 millones de pesos y esté en una colonia exclusiva como Polanco, el valor de reconstrucción ronda 30% de dicha cifra.
Si estabas pagando el crédito del inmueble: reporta el incidente a tu aseguradora; y recuerda que los seguros incluidos en tu hipoteca sólo cubren daños estructurales; pero no se hacen cargo de los contenidos: muebles, electrónicos, joyas, dinero u objetos de valor.