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Pymes en la pandemia… adaptarse o morir

Algunos pequeños negocios se adaptan a pandemia y sobreviven, mientras que otros tuvieron que cerrar para ya no abrir más

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Escrito en NACIÓN el

La pandemia del covid-19 provocó que algunos proveedores de textiles adaptaran su negocio para elaborar cubrebocas y caretas a fin de sobrevivir a la crisis económica; otros fabricantes de plano cerraron y no llegaron a planear si quiera su estrategia para El Buen Fin 2020. Otros más perdieron la vida debido al coronavirus, así lo expresa Carlos Emiliano Bonilla García, gerente de ventas de Be to Be Services.

“Es muy doloroso ver como muchos proveedores con los que trabajábamos han tenido que cerrar, algunos hasta han perdido la vida por esta enfermedad. Es algo que destroza el corazón de ver como lo que habían construido se les está destruyendo por esta pandemia. Y a cuántas familias puede llegar a impactar”, platica con nostalgia Carlos Emiliano, quien junto con su familia se dedican a comercializar artículos promocionales, desde hace 15 años.

Agrega que los proveedores que fabricaban artículos de papelería, playeras, gorras y bufandas cerraron su negocio debido a que no se está vendiendo nada de eso.

“Debido a la pandemia extendimos nuestra línea de los artículos promocionales a los artículos de protección de covid que son: cubrebocas, caretas, desinfectantes. Les seguimos surtiendo a varios de nuestros clientes, quienes cortaron el presupuesto de promocionales para subsistir”, platica a La Silla Rota.

Carlos Emiliano recuerda que en febrero generó la última venta de cilindros y USB, los productos que más demandaban sus clientes para sus campañas publicitarias. “En marzo surtimos todos los productos para un banco que habilitó un hospital para ayuda pública. Además de cubrebocas y caretas, le vendimos ropa y equipo médico, sábanas, batas y guantes para el personal médico y enfermeras”, refiere.

Gracias a la venta de estos productos, la empresa la logrado sortear la crisis. “La venta de estos productos nos ha permitido llevar la pandemia de manera más tranquila para nuestra empresa y colaboradores para seguir pagando su sueldo y su seguro social”, destaca.   

El haber ampliado la línea de productos, no solamente le permitió mantenerse a flote, sino que en agosto pasado abrió un pequeño local en la colonia Juárez, que él mismo atiende. En la entrada exhiben artículos relacionados con la protección de covid y, en la parte de atrás están los promocionales como cilindros, termos, mochilas, gorras, USB, gadgets electrónicos, carpetas de piel, entre otros productos.

De marzo a la fecha, la venta de los promocionales apenas representa el 20 por ciento de lo vendido el año pasado y el resto es venta de artículos de protección de covid, destaca.

La Encuesta Sobre el Impacto Económico Generado por covid-19 en las Empresas, elaborado por Inegi, refiere que de una muestra de un millón 873 mil 564 unidades económicas de tamaño Micro, Pequeñas y Medianas (Pymes) y Grandes, prácticamente todas registraron afectaciones de tipo económico, siendo las más afectadas las micro empresas y las Pymes.

MALBARATAN INMOBILIARIO PARA SUBSISTIR 

La falta de comensales y las estrictas medidas sanitarias que deben cumplir los establecimientos de comida como desinfectar los espacios para evitar contagios de coronavirus, orillaron a Rogelio Torres y a su esposa a sustituir su cocina económica por una tienda para vender abarrotes, frutas y verduras.

“Ya teníamos casi cinco años entre vender comida corrida, ensaladas, cocteles de fruta y tortas. Empezábamos a las 7:00 de la mañana y cerrábamos hasta 6:30 o 7:00 de la noche”, refiere.

En la segunda semana de marzo se enteraron por las noticias que debía cerrar por la cuarentena. “No había gente para empezar y no es que nos obligara el gobierno, sino que preferimos no abrir e invertir y perder, a mejor guardarnos y no perder ese dinero”, destaca.

En agosto pensó en reabrir el negocio, pero sus principales clientes, que eran los trabajadores de oficinas de gobierno aún no regresan a laborar, por lo decidió cambiar de giro.

“Al principio nuestra idea era mantener las ensaladas y vender enchiladas, tacos dorados, pero no había gente, entonces nos vimos en la necesidad (..), a parte por las medidas sanitarias que nos estaban poniendo de sanitizar todo. Entonces nos apegamos a los productos básicos como la verdura, los quesos, lo que se compra para preparar la comida”, relata.

Aunque el ramo ya lo conocían, pues anteriormente habían tenido una tienda en el interior de la república, tuvieron que deshacer de su inmobiliario para obtener ingresos.

“Tuvimos que malbaratar todo, porque la gente no tiene dinero. Mis 20 mesas, más de 30 sillas, la estufa y la campana, así como utensilios de cocina, hasta el tanque de gas. Otros artículos los regalamos”, comenta.

Rogelio ya no cocina, como lo hacía en fonda “La tazita de Rovira”, ubicada en el centro de la Ciudad de México, pero si tendrá que pagar deudas.

“El poco dinero que teníamos ahorrado fue para sobrevivir los meses que estuvimos cerrados. Con lo que obtuvimos de la venta de los artículos no alcanzó para poner la tienda, por lo que tuvimos que embarcarnos con un préstamo de 50 mil pesos y tengo un año para pagarlo”, describe.

Adicional al préstamo, Rogelio aun no logra ponerse al corriente de las rentas atrasadas del local y de su departamento.

“Tenemos tres rentas atrasadas del local, cada una de 8 mil 500 pesos, adicional a la del departamento donde vivimos, donde pagamos 6 mil pesos mensuales y adeudamos cuatro meses”, refiere.

LAS CARETAS, EL SALVAVIDAS

“El periodo en que se detuvieron las actividades fue baste crítico. De venir haciendo entregas de uno a dos días, de repente no recibíamos llamadas de cotizaciones y las expos estaban canceladas. Los 32 empleados de Fijatec entran en tensión y desesperación”, narra Luis Andrés Bravo García, director de la empresa que ofrece soluciones en tornillería y herramientas.

“De repente tenemos mucho más tiempo libre. Este año se cancelaron las expos, por lo menos teníamos una al mes. También salíamos a los estados a visitar industrias y este año se cerró todo”, afirma.

Ante un panorama desolador, el empresario tuvo la idea de amplificar el protector de ojos que llevaban a las expos para que los clientes se cubrieran de las chispas que arrojan las maquinas al momento de mostrar la aplicación de las herramientas que comercializan.

“Llegó la pandemia y lo que hicimos fue crecer el tamaño del protector de ojos para que cubriera toda la cara y como las empresas ya conocía nuestro producto nos empezó a pedir la careta”, detalla.

En marzo empezaron con una producción de 100 caretas. “En los siguientes meses llegamos a tener pedidos de 9 mil caretas. Las mismas industrias que nos conocen nos piden para la promoción de sus productos. Ello nos ayudó a estar activos, esa es la palabra, porque no es lo mismo vende una máquina que vale miles de pesos a una careta que cuesta menos de 100 pesos”, refiere.  

Actualmente atienden a laboratorios que piden la careta con un recubrimiento de UV para la radiación ultravioleta, debido a que la careta es resistente y se presta para modificarla.

“La venta de caretas es un complemento de los productos que manejamos que son los tornillos y herramientas”, sostiene.

Para el empresario, la venta de careta resultó un salvavidas, porque nunca dimensionó la utilidad. “Realmente era un promocional enfocado en la industria, solo fabricábamos unas mil caretas para un par de días para los clientes en las expos”.

Conforme pasaba el tiempo, los pedidos iban en aumento de 5 mil a 7 mil caretas por proveedor. “De esta forma nos puso a trabajar bastante, lo cual es muy bueno porque nos dio una actividad y no tuvimos que esperar que iba a pasar. Tuvimos que meter mano en la elaboración desde el área de sistemas, de empaque, e incluso yo mismo me he dedicado a armar caretas para entregar los pedidos. Nos ayudó mucho a estar con las manos y mente activos”, describe. 

Aunque las cotizaciones y pedidos se desplomaron en 50 por ciento, la empresa no despidió a ningún trabajador, por el contrario, contrató a dos personas más de manera temporal para la elaboración de caretas, que en su mejor momento representaron el 10 por ciento de la venta del negocio, ubicado en Azcapotzalco.

El empresario con 22 años de presencia en el mercado descarta una reactivación en su negocio para lo que resta del año y aclara que tiene muchas reservas para el primer semestre de 2021. “Estamos frenados y esperamos volver a llegar a un nivel ideal para seguir trabajando”, destaca.

La encuesta del Inegi, sobre el impacto económico sobre el covid, revela que el 46.9% de las empresas prevén que sus ingresos disminuirán en los próximos seis meses respecto del mismo periodo del año pasado.

Mientras que el millón 825 mil de empresas grandes encuestadas espera un menor crecimiento en el escenario optimista y, casi una cuarta parte de ellas, anticipa decremento en sus ingresos. 

Las Pymes que permanecen y que pueden implementar una estrategia de venta para El Buen Fin 2020, en medio de la crisis sanitaria, tienen la oportunidad y reto la recuperación de ingresos; el desplazamiento de inventarios acumulados; el reposicionamiento de los negocios con los consumidores, y la prueba de esfuerzo a las estrategias de ventas de las tiendas en línea.

CIERRAN 1% DE EMPRESAS DE FORMA DEFINITIVA 

La sexta encuesta de Concamin revela que el 1 por ciento de las empresas del sector industrial cerraron definitivamente sus operaciones a raíz del confinamiento decretado por las autoridades federales.

El 67 por ciento de los entrevistados lo atribuye a la falta de apoyos del gobierno y en segundo lugar a que no contaron con liquidez.

El organismo cúpula asegura que la economía mexicana no aguantará otro cierre de actividades productivas ante una segunda ola de contagios de covid-19, aclara que, de ocurrir, debe darse un trato diferente.

José Luis de la Cruz, presidente de la Comisión de Estudios Económicos de la Concamin, destaca que el impacto de una segunda ola dependerá de las medidas que se tomen.

“Una estimación modesta con una segunda ola es que en lugar de crecer 3.5 por ciento como se espera para 2021, el PIB caería 2 por ciento, sobre la caída de 8.5 por ciento que estimamos en 2020”, dice.