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“Pues vamos a tomar Luz y Fuerza”, frase de Calderón para extinguirla

Un partido de la selección mexicana de futbol para el Mundial de 2010 fue el distractor perfecto para cerrar la empresa eléctrica en octubre de 2009

Escrito en NACIÓN el

El expresidente Felipe Calderón Hinojosa, en su libro de memorias “Decisiones Difíciles” recordó el plan detallado y el distractor ideal para extinguir la Compañía Luz y Fuerza del Centro en octubre de 2009, en medio de la crisis económica internacional que hasta ese momento era la más delicada después de la Gran Depresión de 1929.

“Había que había que dar señales muy claras de que el gobierno mexicano estaba comprometido a reducir el déficit”, recordó

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En la reseña de su libro recordó la frase: “Pues vamos a tomar la empresa, está decidido”, les dijo Calderón Hinojosa a los miembros de su equipo compacto para la operación: Fernando Gómez-Mont, entonces secretario de Gobernación; Agustín Carstens, de Hacienda; Alfredo Elías Ayub, director de la Comisión Federal de Electricidad; y Luis Felipe Bravo Mena, su secretario particular.

Recordó también que el equipo de la Secretaría de Hacienda, comandado por Agustín Carstens diseñó un esquema de liquidación que aceptaron alrededor de 30 mil trabajadores de LyF del Centro de 44 mil empleados. Un grupo de 14 mil fue el que no aceptó la oferta.

“Ordené a Hacienda que se esmerara en planear una liquidación justa y generosa y me dijeron que así fue. El tema de las liquidaciones fue muy complejo debido a que tuvimos que pensar cómo emitir, en 24 horas antes del inicio del operativo, 44 mil cheques sin que nadie se diera cuenta”.

Justificó que el cierre de LyF no dependía del Congreso, era una decisión administrativa que constituiría en sí misma una señal muy poderosa del compromiso del gobierno mexicano con la responsabilidad fiscal y la oportunidad era única antes de presentar el paquete fiscal 2010.

“Era el momento de reducir, de golpe, una partida de alrededor de 55 mil millones de pesos”, advirtió Calderón por lo que así surgió la necesidad de operar la extinción de la empresa estatal en el último trimestre de 2009, antes de la presentación del presupuesto y la negociación del contrato colectivo de trabajo con el sindicato.

 

La selección mexicana, aliada ideal, y una oportuna boda

La selección mexicana de futbol se jugaba su pase al Mundial de Sudáfrica 2010. El sábado 10 de octubre, México se enfrentaba a El Salvador. “Me pareció la mejor oportunidad para realizar el operativo y el resto del equipo apoyó de inmediato”.

“Llegó la fecha y en Los Pinos vi el partido de la selección con mi equipo de trabajo. El Cisen me envió los primeros reportes del sindicato y hubo una coincidencia: se llevaba a cabo la boda de una hija de un prominente miembro del sindicato en Hidalgo, justo en el pueblo de Martín Esparza, líder de los electricistas, por lo que ahí se encontraba gran parte de su dirigencia”, escribió el expresidente.

Infiltrados del Cisen en el SME

Felipe Calderón recordó que algunos miembros del sindicato trabajaban como informantes para el Cisen. En un reporte recibido, recordó, se lee que le comentan a Martín Esparza que han visto camionetas de la CFE en la zona de LyF y si eso no significaría que quisieran tomar la empresa, a lo que Esparza contestó: “Éstos no tienen los hue… suficientes”.

En “Decisiones Difíciles”, Calderón recordó que cuando Cuauhtémoc Blanco anotó el segundo gol y el Estadio Azteca explotó de júbilo se dijo “es ahora o nunca”. El operativo iniciaría  a la medianoche, justo porque el decreto de intervención saldría publicado en el Diario Oficial de la Federación justo a las 12 de la noche.

Los reportes que recibió del operativo significaron un éxito de la operación y sin violencia. Al día siguiente, miles de trabajadores de Luz y Fuerza del Centro se congregaron en el Monumento a la Revolución, muchos armados con palos, cadenas, tubos y armas de fuego. En su asamblea hubo consignas y violentas y reproches a la dirigencia, algunos querían marchar y tomar Los Pinos, pero otros advertían que estaba blindada por la Policía Federal. En sus memorias, Calderón Hinojosa recordó que incluso se colocaron camiones lanza-agua “que ni siquiera funcionaban”, como otros vehículos inservibles pintados como Policía Federal que servían como disuasión.




(djh)