Desde hace tres meses y medio Villa Talea de Castro, Oaxaca, tomó la decisión de cerrar el paso a personas que llegaran de otros municipios, estados o países. Sin importar si eran de ahí, no se les permite pasar desde entonces. Se instalaron retenes. La decisión se tomó en asamblea, con el fin de cerrarle el paso al coronavirus, algo que hasta la fecha sí han conseguido.
Pero el tiempo en uno de los 324 municipios de la esperanza, ha pasado factura y ya hay cansancio, que se manifiesta en el humor de los habitantes, dijo a La Silla Rota el tesorero del municipio, Edén Martínez Santibáñez.
“Hay gente que mantiene el apoyo a la autoridad y otros que ya no, están molestos, dicen que ya es mucho y preguntan, ¿para qué nos cuidamos tanto?”, añadió el funcionario de Talea de Castro.
OFRECEN PROVISIONES PARA VIGILAR
Otro síntoma del cansancio es que mientras al inicio quienes vigilaban los retenes eran voluntarios, el tedio de estar ahí desde el 29 de marzo causó que algunos abandonaran la misión. Por ello las autoridades del municipio decidieron convocar a otras personas y les ofrecieron darles frijol, arroz y azúcar a quienes estuvieran dispuestos a hacerlo.
A cambio de que dos personas vigilen durante dos turnos de 12 horas, de 7 a 7, en cada uno de los dos retenes, se les ofrecieron 25 kilogramos de maíz, 5 de azúcar y 2 de frijol al mes.
SALIDAS ESTRICTAS
También las salidas a la capital de Oaxaca se hicieron más estrictas, y ahora sólo pueden hacerlo con un salvoconducto firmado por el presidente municipal, el cual se debe devolver al regreso de quien haya salido.
“Se va a comprometer a tomar medidas de la sana distancia, uso de cubrebocas, lavado frecuente de manos para evitar un contagio y a su regreso mantenerse en su casa, firma el presidente y firma la persona que solicita el permiso”, explicó.
También se contrató a trabajadores para desinfectar los vehículos que llegan con insumos desde Oaxaca, cuando representantes del pueblo deciden irse a surtir. A los ocupantes, incluido el chofer se les pide que desciendan y con motobombas rocían el interior con una solución anticovid, hecha de agua y de cloro, para desinfectar o sanitizar como dicen otros.
SE REGISTRA A TODOS
Además se tiene una bitácora de los accesos para identificar a las personas que han hecho contactos con gente del exterior, ya sea que sean comerciantes o alguien que fue a hacer un trámite o incluso algún representante de gobierno que llegó por algún asunto administrativo.
Martínez afirmó que gracias a eso los casos de contagios aún no llegan.
Cuando van a Oaxaca extreman precauciones, porque en la capital del estado los casos se han disparado, y más en la Central de Abasto.
Cuestionado sobre si han recibido algún apoyo de parte de las autoridades estatales, respondió que una dependencia envió cubrebocas y caretas, fuera de eso el municipio es el que ha trabajado con recursos propios para la compra de granos básicos y contratación de personas en los retenes.
QUITAN UN FILTRO
Aunque inicialmente había tres filtros, ahora se eliminó uno, que es una salida a una carretera con terracería, y se tomó la decisión porque comunica con otras comunidades, donde también hay filtro.
Al preguntarle por qué continúan con las medidas, pese a no tener contagios y haber semáforo naranja, respondió que cuando van a Oaxaca siempre está presente la posibilidad de que alguien sea contagiado y lleve el coronavirus a Villa Talea de Castro.
Sobre si levantarán pronto la medida, adelantó que dependerá del semáforo, pero previó que sería hasta que esté en verde en la entidad.
Pese a pasar a semáforo naranja, no se puede ser más laxos en ese tema, aun con el color amarillo debe tomarse con reservas. Ya lo decidirá la asamblea
También tomarán en cuenta las recomendaciones del Centro de Salud, finalizó.
(María José Pardo)