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Previo a la pandemia, ASF pinta desastre en el sector Salud

La ASF señaló anomalías por 8 mdp al no adquirir todos los medicamentos e insumos que se requerían y que por lo tanto no se garantizó el derecho a la salud

Escrito en NACIÓN el

La Auditoría Superior de la Federación señaló irregularidades en el el modelo de adquisición y distribución consolidada de medicamentos y material terapéutico para el Sector Salud en 2019, ya que hay anomalías por 8 millones 918 mil 261. Asimismo, señaló que las secretarías de Salud y de Hacienda fueron deficientes, que no se adquirieron todos los medicamentos e insumos que se requerían y que por lo tanto no se garantizó el derecho a la salud. 

En el Informe del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2019, se indica que “en opinión de la ASF, la gestión de la Secretaría de Salud  y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en la adquisición consolidada de medicamentos para 2019 fue deficiente al no asegurarse que en la planeación y operación de compra y distribución se obtuvieran las mejores condiciones para el Estado, ni de su acceso efectivo, universal y gratuito, por lo que no se garantizó el derecho a la protección en salud y que los recursos del sector se ejercieran con criterios de eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez”. 

Desde el inicio de la administración, el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró que la compra de medicamentos dejaría de hacerla el IMSS y ahora se encargaría de eso la Oficialía Mayor de Hacienda, en ese momento en manos de Raquel Buenrostro, actual titular del Servicio de Administración Tributaria. 

Desde entonces se señaló a la industris y en especial a las empresas de distribución de acaparar las adjudicaciones e incluso se señaló a 10 empresas que habían recibido el mayor número de contratos en el gobierno de Enrique Peña Nieto. 

Sin embargo, el modelo de compra consolidada del gobierno de López Obrador ha siedo cuestionado debido al desabasto de medicamentos que se ha reportado en diversas partes del país, en especial en el caso de los fármacos oncológicos, que se han recibido de manera intermitente desde hace caso dos años. 

Ahora la ASF destaca que sólo en los contratos de la compra consolidada para 2019 se observa que falló la planeación y que no se compraron todos los medicamentos e insumos que las instituciones del Sector Salud requerían.

SALUD NO COMPRÓ TODO LO QUE REQUERÍA EN SECTOR 

La ASF señaló  que en este rubro se encontró que hay un monto por aclarar que asciende a 8 millones 918 mil 261 pesos, que corresponde a adquisiciones hechas por el Instituto de Salud para el Bienestar y el Instituto Mexicano del Seguro Social. 

En dos informes, la ASF manifestó que se encontraron irregularidades en 28 de 35 procesos de auditoría hechos a Salud, Hacienda, el IMSS y el Insabi. 

Señaló que se detectaron deficiencias en el proceso licitatorio para la compra consolidada de la adquisición de bienes terapéuticos del segundo semestre de 2019, ya que la Secretaría de Salud no atendió el abasto de bienes terapéuticos solicitados por las 27 instituciones públicas que participaron. 

Detalló que de las 3 mil 988 partidas requeridas por las instituciones,  se licitaron 3 mil 257, de las cuales sólo mil 181 fueron adjudicadas. En tanto, de las 2 mil 807 partidas que no fueron adjudicadas, 731 no se licitaron, mil 895 se declararon desiertas, 167 canceladas y 14 sin estatus, entre éstas se incluyeron diversas partidas correspondientes a medicamentos oncológicos.

“Respecto a las 731 partidas que no fueron licitadas, la Secretaría de Salud no proporcionó información, ni determinó el estatus de 14 partidas licitadas, por lo que se desconoce si las adquisiciones de los bienes beneficiaron a diversas empresas y que no se continuara comprando con proveedores recurrentes.”, detalló.

En el caso de las mil 181 partidas que sí compró el Sector Salud, los contratos ascendían a 5 mil 902 millones ,592 mil 100 pesos, de los cuales, al 31 de diciembre de 2019, se habían ejercido 2 mil 110 millones 999 mil 500 pesos.

Asimismo, indicó que en “el expediente publicado en CompraNet, mediante la búsqueda de referencia a la licitación LA-012000991-E82-2019, se identificaron 29 expedientes distintos vinculados al procedimiento, donde se verificó que en total se contrataron 24 mil 335 millones 673 mil en mil 104 pedidos, de los cuales el 50.0%, 12 mil 178 millones 652 mil 600  pesos correspondió al tipo de contratación “otras contrataciones”, en 444 pedidos, la cual no está definida como un procedimiento de contratación; además, no se acreditó que corresponda al total de pedidos realizados como resultado de la adquisición consolidada de 2019”. 

NO SE PUEDE DETERMINAR SI HUBO AHORRO CON EL NUEVO MODELO DE COMPRAS 

La ASF también encontró anomalías en la contratación del Servicio Integral de Logística de Almacenamiento y Distribución de Bienes Terapéuticos para el segundo semestre de 2019 porque en la investigación de mercado no se acreditó la recepción de 95 cotizaciones, la publicación de la convocatoria ni la documentación del  proceso competitivo realizado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. 

Señaló que tampoco se contó con el acuse de recibido de las cotizaciones de las  siete empresas adjudicadas, ni se acreditó que éstas contaron con los recursos técnicos, financieros y demás necesarios para prestar el servicio; además, dos de ellas no contaban con las licencias sanitarias. 

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que el cambio en la compra de medicamentos se haría para lograr un ahorro significativo, pero la ASF destacó que “tampoco se pudo determinar si se obtuvo una reducción en el precio de los bienes terapéuticos adquiridos y distribuidos”.

EL INSABI, EN LA OPACIDAD 

Respecto al Instituto de Salud para el Bienestar, la Auditoría señaló que no entregó documentación comprobatoria que acredite la distribución de bienes terapéuticos por 2 millones 229 mil 900 pesos, ni aplicó penalizaciones por concepto del atraso de la entrega y distribución de bienes terapéuticos por 3 millones 527 mil 400 y 566 mil 500 pesos, respectivamente. 

Indicó que en los contratos para la adquisición de bienes terapéuticos, se presentaron 30 remisiones sin contar con la fecha de recepción y aceptación por parte de los operadores logísticos que distribuyeron los bienes; y en 95 remisiones, no se contó con el acuse de recepción a entera satisfacción por parte de los operadores logísticos que recibieron los citados bienes para su posterior distribución.

En el caso de las compras realizadas por el Instituto Mexicano del Seguro Social, la ASF halló que no aplicó penalizaciones por concepto del atraso de la entrega de bienes terapéuticos por 2 millones 594 mil 500 pesos y no previó con oportunidad, la formalización de un convenio modificatorio de un contrato, por lo que se formalizó fuera de su vigencia.

fmma