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Preocupa a expertos rasgos del Plan de Salud de AMLO

Recortes presupuestales y advertencias al modelo de centralización son algunas de las preocupaciones

Escrito en NACIÓN el

Los recortes al presupuesto de institutos del sector salud, la falta de recursos suficientes para que funcione el sistema, la centralización, la posible desaparición del Seguro Popular y el aumento en la cantidad de pacientes que recibirán servicio en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) son algunos de los focos rojos que especialistas ven en el Plan Nacional de Salud del presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque funcionarios del nuevo gobierno aseguran que los cambios son necesarios.

De acuerdo con datos del Presupuesto de Egresos de la Federación 2019, ocho Institutos Nacionales del sector salud tuvieron un recorte en sus recursos para este año, lo que representa un riesgo para su funcionamiento y para miles de pacientes que reciben atención médica en esos lugares.

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El Hospital General "Dr. Manuel Gea González" sufrió un recorte de 4 millones 462 mil 325 pesos; el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía “Manuel Velasco Suárez” recibió 16 millones 158 mil 804 pesos menos que en 2018; al Instituto Nacional de Pediatría le dieron 309 millones 512 mil 239 pesos menos, mientras que al Instituto Nacional de Perinatología “Isidro Espinosa de los Reyes” le recortaron 18 millones 504 mil 995.

El Hospital Regional de Alta Especialidad de la Península de Yucatán fue otro de los afectados, ya que recibió 43 millones 443 mil 684 pesos menos que el año pasado; al Hospital Regional de Alta Especialidad de Ciudad Victoria "Bicentenario 2010" le disminuyeron 18 millones 373 mil 671 pesos, al Instituto Nacional de Salud Pública le redujeron 2 millones 176 mil 544, y al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia le recortaron 368 millones 534 mil 871 pesos.

Mientras que otros como el Instituto Nacional de Cancerología (INCan) también resintieron el recorte presupuestal en diversas áreas, lo que provocó que no se renovara el contrato laboral a más de 200 integrantes de su plantel.

De acuerdo con la estrategia presentada por el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, actualmente se lleva a cabo un recorte de entre 30% y 50% de la “alta burocracia” del sector salud.

Para Eduardo González Pier, ex subsecretario de Desarrollo e integración sectorial de la Secretaría de Salud, las afectaciones en los institutos depende del área en la que fue el recorte, pero destacó que si éste fue en plazas, equipamiento, consumibles y servicios se altera la operación de los hospitales y la atención que brindan a la población.

Mientras que Judith Sánchez, coordinadora del área de salud y finanzas públicas del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, señaló que el recorte a los Institutos Nacionales está relacionado con la falta de asignación de recursos suficientes al sector salud, un problema que se presenta cada año.

Destacó que “en el tema presupuestario ya tenemos de por sí el foco rojo, nosotros vemos desde siempre el bajo presupuesto que se le asigna a salud. En lo específico, veíamos que aunque en este año en el sector en general (IMSS, ISSSTE y Secretaría de Salud) se haya presentado un leve incremento al presupuesto, por secretaría se alcanzan a ver diferencias”.

EL FUTURO INCIERTO DEL SEGURO POPULAR

El otro foco rojo que observan los especialistas tiene que ver con la centralización y el plan de desaparecer el Seguro Popular o de fusionarlo con el programa IMSS-PROSPERA para que sea IMSS-BIENESTAR, ya que en los detalles que el secretario de Salud ha dado sobre el Plan Nacional de Salud aún no queda claro cómo será esta transformación y qué sucederá con las más de 50 millones de personas que reciben atención médica a través del Seguro Popular.  

Hace algunos días, Ivonne Cisneros Luján, comisionada Nacional de Protección Social en Salud, dijo en entrevista con La Silla Rota que el Seguro Popular se mantendrá hasta que se realice la reforma legal. Indicó que éste se va a modificar definitivamente, aunque pidió no causar pánico, porque esto garantizará la cobertura y el acceso a toda la población, aunque no comentó más porque aún están afinando los detalles.

Cisneros Luján señaló que una parte fundamental es trabajar en la infraestructura, ya que gran parte de las instalaciones están desmanteladas. De hecho, esta semana Asa Ebba Cristina Laurell, subsecretaria de Integración y Desarrollo del Sector Salud, dio a conocer que más de 250 obras de diversas instituciones del sector salud se encuentran abandonadas, algunas desde hace más de 10 años, y que se planea recuperarlas.

Al respecto, Judith Sánchez destacó que es primordial que el gobierno esté partiendo de un diagnóstico certero para decidir sobre el futuro del Seguro Popular, porque si algo no está funcionado correctamente quizá pueda mejorarse sin la necesidad de desmantelar todo lo que se ha hecho.

Destaca que los indicadores a nivel federal muestran que ha dado resultados, ya que brinda atención a más de 50 millones de personas, aunque menciona que a nivel estatal se han registrado problemas de corrupción y en esa parte es en la que se debería trabajar.

Expresó que es de gran importancia que en el Plan Nacional de Salud se detalle qué es lo que va a suceder con el Seguro Popular, cómo se van a distribuir los recursos y de qué manera se brindará servicio.

IMSS-PROSPERA tenía un catálogo de servicios que brindaba y el Seguro Popular tenía en otro, que era el Causes (el Catálogo Único de Servicios de Salud). Aún no sabemos qué es lo que se va a atender”, mencionó.

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La especialista recordó que el programa IMSS-PROSPERA ofrece servicios de salud básicos, como vacunas y algunos exámenes de detección, mientras que el Seguro Popular incluye 294 intervenciones médicas que van desde medicina general hasta cirugías y obstetricia.

Además, el Seguro Social tiene alrededor de 5 mil clínicas en conjunto, entre las de primer, segundo y tercer nivel de atención, mientras que la población del Seguro Popular se atiende en cerca de 21 mil unidades médicas en todo el país.

“Ahorita se está planteando un programa piloto para las primeras ocho entidades, pero hasta ahora no está definido qué es lo que van a tender y con qué presupuesto, porque a final de cuentas el que tienen sería el mismo, incluso se recortó un poco a ambos. No es que haya tenido un incremento porque ahora vaya a brindar mayor atención”, resaltó la coordinadora del área de salud y finanzas públicas del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria.

González Pier comentó que es difícil desaparecer el Seguro Popular porque es una plataforma que existe para operar los servicios subsidiados y por lo tanto no puede desmantelarse sin antes tener un plan claro de cómo se va a sustituir.

“No puedes desaparecer algo sin la estrategia de cómo vas a reemplazar las reglas de asignación de presupuestos y de operación de servicios a los estados para que operen los servicios para poblaciones sin seguridad social”, mencionó.

Sin embargo, de acuerdo con Alcocer Varela, el proyecto de la actual administración está basado en centralizar el servicio, es decir, todos los servicios federales y estatales estarán bajo el cargo de la Secretaría de Salud, con el objetivo de eliminar la corrupción.

EL IMSS, SIN LOS RECURSOS SUFICIENTES

El director general del IMSS, Germán Martínez Cázares, dio a conocer hace algunas semanas que se va a reanimar el programa IMSS-BIENESTAR, que hasta el momento está presente en 28 estados del país.

En esa ocasión señaló que trabajan en ampliar la cobertura a Aguascalientes, Quintana Roo, Colima y Tabasco, para llegar a las 32 entidades. Explicó que para impulsar el programa cuentan con 12 mil millones de pesos que autorizó la Cámara de Diputados y que también se utilizará la parte destinada al Seguro Popular que autorice el secretario de Salud.

El presupuesto parece ser de nuevo un obstáculo, de acuerdo con los especialistas. Sánchez indicó que un estudio realizado el año pasado por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria arrojó que el IMSS no cuenta con la cantidad necesaria de médicos y enfermeras, y que incluso sus indicadores eran similares a los del Seguro Popular, ambos por debajo del promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Digamos que actualmente no es suficiente para los derechohabientes, menos para incrementar la población a la que podría dar atención. En el presupuesto no tiene asignado como tal un recurso significativamente mayor para infraestructura o para capacidad técnica”, advirtió.

Coincidió con ella González Pier, quien resaltó que el IMSS no tiene la capacidad para absorber a los pacientes del Seguro Popular. “Si tiene más población lo que necesita es ampliar su red de hospitales vía más construcción o tendría que subcontratar ese servicio a privados o a los servicios estatales”. 

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UNIVERSALIZACIÓN, UN RETO DESDE HACE AÑOS

El presidente López Obrador y diversos funcionarios de la Secretaría de Salud han mencionado que el objetivo de su estrategia es que al final del sexenio la población tenga servicios de salud con calidad y equidad hasta alcanzar la universalización.

Al respecto, González Pier afirmó que es una “muy buena política”, aunque no es algo nuevo, ya que la mayoría de los gobiernos han tratado de tener un sistema menos fragmentado, que no se ha logrado por las dificultades que implica.

Lo que hace falta es los cómos, necesitamos entender qué exactamente quiere decir universalizar, particularmente en esta administración se habló del sistema único. Qué es el sistema único, quiénes, dónde van a estar, quién va a tener el dinero, cómo se va a dispersar ese dinero en los hospitales”, enfatizó.

En tanto, la coordinadora del área de salud y finanzas públicas del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, dijo que hablar de la creación de un sistema único es un buen inicio, pero también recordó que esto se ha buscado desde el año 2000 sin obtener los resultados deseados.

Reiteró que para alcanzar esa meta es necesario que se aumente el presupuesto, porque si los recursos que se asignan son insuficientes será difícil avanzar en el sentido correcto, porque “el sector salud no es un sector en el que se pueda decir que se puede hacer más con menos”.

EL FOCO ROJO ES EL SISTEMA DE SALUD PÚBLICO: LAURELL

En entrevista con La Silla Rota, Asa Ebba Cristina Laurell, subsecretaria de Integración y Desarrollo del Sector Salud, defendió la estrategia de salud de la Cuarta Transformación y aseguró que la centralización es la mejor opción para fortalecer al sector salud.

Al ser cuestionada sobre si los puntos mencionados anteriormente son focos rojos para la actual administración, ella respondió: “Yo no creo que sean, lo que es un foco rojo es el sistema público de salud, eso es el foco rojo y eso es lo que se tiene que ir resolviendo. Algunas de las cuestiones se pueden trabajar mucho mejor si es un sistema centralizado”.

Recordó que hasta ahora en el sector salud se había visto una falta de planeación integral, con acciones desarticuladas, falta de infraestructura y con obras abandonadas, sobrecarga de servicios y desabasto de medicamentos e insumos, entre otras fallas.

En un evento realizado la semana pasada, Alcocer Varela dijo que el sector salud se encuentra en un “estado de desastre”, debido a la ausencia de una Política Nacional de Salud, a que se ha judicializado la administración pública, por la corrupción y por la deshonestidad han afectado al sistema, ya que también ha sido el botín de partidos políticos y otros actores.

El secretario de Salud indicó que el modelo neoliberal, la inequidad en los servicios y la falta de competencias técnicas y administrativas son otros de los factores que han afectado al sistema

Explicó que en el proyecto de la Cuarta Transformación a corto plazo se planea avanzar en servicios médicos y medicamentos gratuitos, a mediano plazo habrá cambios legales y estructurales, mientras que a largo plazo se proyecta alcanzar calidad y equidad en los servicios, lo que llevará a la universalización del sistema de salud.