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Preocupa a científicos que la ciencia en México empeore

Entre destacados integrantes de la comunidad científica como Antonio Lazcano, Julieta Fierro y José Luis Fernández Zayas notan que hay un sesgo ideológico en la toma de decisiones en materia de política científica

Escrito en NACIÓN el

Los científicos están preocupados por el rumbo que puede tomar la política orientada a la ciencia  en México. En los primeros 10 meses del gobierno de Andrés Manuel López Obrador han notado que hay la intención de que el Foro Consultivo para Ciencia y Tecnología (FCCT) deje de ser un contrapeso en la toma de decisiones al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), pese a que así lo establece la ley.

Así lo mostró el anuncio de la directora del Conacyt, María Elena Álvarez Buyllá, de dejar de dar recursos al Foro Consultivo, pese a que por ley debe de hacerlo, de acuerdo con el artículo 38 de la Ley de Ciencia y Tecnología. A ello se suma que en el proyecto de reformas a la Ley de ciencia, a iniciativa de la senadora morenista Ana Lilia Rivera y en el que trabaja la Cámara de Diputados, ya no se incluye la presencia del Foro como parte del Consejo General de Investigación Científica e Innovación, órgano encargado de política y coordinación científica, por lo que se le dejaría de consultar y en cambio se le darían más potestades al Conacyt. 

Pero entre destacados integrantes de la comunidad científica como Antonio Lazcano, integrante de El Colegio Nacional, Julieta Fierro, ex directora del Museo Universum y José Luis Fernández Zayas, ex presidente del Foro Consultivo, notan que hay un sesgo ideológico en la toma de decisiones en materia de política científica y de exclusión a quienes critican el proyecto de la Cuarta Transformación.

Lazcano, quien fue separado en septiembre pasado de la Comisión Dictaminadora del Área II del Sistema Nacional de Investigadores, luego de criticar los recortes hechos a la ciencia por el actual gobierno, fue entrevistado por La Silla Rota.

El reconocido biólogo evolutivo y quien ha sido científico visitante del Instituto Pasteur, en Francia, consideró que la nueva administración reúne “una mezcla de novatez, inexperiencia, rigidez ideológica e ineptitud”, en medio de la discusión por el presupuesto para la ciencia para el 2020, y la discusión de la nueva ley al respecto. 

“Para mí las propuestas de ley de ciencia y tecnología que salieron de Conacyt, aunque se empeñen en decir que no es así, tienden a centralizar las cosas y se olvidan de dos factores importantes: el primero de ellos está reflejado en el presupuesto, que evidentemente las otras dependencias del Estado como puedan ser Salud o Semarnat, no están dispuestas a ceder ni el control económico ni el espacio de desarrollo”, dijo.

“En segundo término está la idea de centralizar todo adentro del Conacyt. Se olvidan que una de las formas fundamentales de trabajo requiere de la participación de los pares y desaparecer el foro, no atender a la Academia Mexicana de Ciencia e ignorar a las sociedades científicas es bastante grotesco, y evidentemente la comunidad científica muestra su rechazo total”, dijo el reconocido investigador.

También fue consultada por La Silla Rota la actual presidenta del Foro Consultivo para la Ciencia y la Tecnología, Julia Tagüeña, quien advirtió de los riesgos de que el Conacyt concentre las decisiones en materia de ciencia, sin tomar en cuenta a un órgano como el Foro, cuyo funcionamiento está establecido en la ley, conformado por representaciones de las academias de ciencia, representantes universitarios y empresariales e integrantes del SIN, similar al de organismos pares de otras partes del mundo.

“La concentración del poder de Conacyt sería un retroceso, es claro que se requiere el concierto de actores, no solamente se hace ciencia, hay muchos sectores vinculados con la ciencia, lo que tiene que ver con la innovación, salud e investigación en salud. La concentración en un solo organismo transversal no parecería el camino.

“En todos los países del mundo existe algún tipo de asesoría, es evidente que en lo que tiene que ver con las decisiones técnicas debe de escucharse a los expertos. Todos los países tienen a un órgano de consulta”, aseguró.

En caso de que el Foro Consultivo ya no tenga peso en el Conacyt, entonces se perdería la vinculación con las empresas, una alianza de la cual ambas partes han sacado provecho, expresó por su parte Julieta Fierro, quien también lamentó que en los primeros meses de la actual gestión no se ha tomado en cuenta a los científicos en los planes a futuro del país, pese a la importancia de ello. 

“Los investigadores están entrenados para pensar y resolver problemas”.

-¿No los toma en cuenta? 

-Así es y eso nos duele.

Un tema donde podrían aportar es en las decisiones del futuro energético del país. 

“Nos gustaría a los científicos que se hicieran modelos de qué es lo que conviene para el futuro energético del país porque ahorita es más barato producir energía solar que con las termoeléctricas”, ejemplificó. 

“¿Nos conviene solo invertir en petróleo? Nos gustaría que el gobierno se apoyara más en los científicos antes de tomar decisiones”.

Fierro aclaró que no por opinar así es que esté en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador. La astrónoma tiene su departamento en Copilco, en la misma unidad en la que vivió el ex perredista desde antes que fuera jefe de gobierno capitalino. En el 2000, cuando el tabasqueño buscó su candidatura a jefe de gobierno por el PRD, su residencia legal mínima de cinco años en la ciudad fue impugnada entre otros por su compañero de partido, Pablo Gómez, que buscaba el mismo cargo. Entonces una forma de comprobar que cumplía con la ley fue con firmas de sus vecinos, y una de las que se la dio fue la científica.

Ante lo que parecen actitudes de desprecio por la ciencia, remociones, falta de atención a la comunidad científica, recortes en las becas, un presupuesto que no parece prioritario en un país que destina 0.4 por ciento del PIB al tema –mientras que Corea hace lo propio con 4.2 por ciento- y el trato al Foro de indiferencia, un grupo de científicos creó ProcienciaMX, para defender la ciencia y preservar su autonomía, explicó Alma Maldonado, una de las fundadoras.

Entrevistada por La Silla Rota, describió la situación.

“Hay desprecio, desconocimiento por la actividad científica. No se conoce de qué trata el trabajo científico, se critica y esa es una principal preocupación, también la de no dar a conocer las cosas que realizamos, el impacto que hacemos, lo que va a significar que las políticas científicas reduzcan el apoyo a actividades que se venían haciendo”, dijo.

Advirtió sobre la reducción de recursos y su impacto en los talentos formados en México. 

“No hay plazas, no hay becas, eso va a repercutir en el desarrollo de México. Sin ciencia existirá más dependencia de los países ricos y desarrollados, es lamentable pues mientras se dedican esfuerzos y recursos a otras cosas nosotros estamos yendo para atrás, son de las cosas que queremos impulsar y entre los cambios de la ley es inminente viene un cambio de la ley de educación superior”, advirtió. 

El 8 de febrero la senadora de Morena, Ana Lilia Rivera, quien no es de la Comisión de ciencia ni es experta en el tema, presentó una propuesta para cambiar la Ley de Ciencia y Tecnología que ahora se llamaría Ley de Humanidades, Ciencias y Tecnologías, y al hacerlo afirmó que la actual legislación bloquea la producción de conocimiento con rigor científico.

Días después, ante el polvo que levantó su propuesta entre la comunidad científica, al incluir la desaparición del Foro, la Red Nacional de Grupos y Centros de Investigación y la Cmisón Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados, les pidió serenarse.

“Yo les diría usando las palabras de nuestro presidente que se serenen, que van a tener la oportunidad de ser escuchados, pero también les digo que los privilegios, los abusos y la corrupción se acabaron en el país”, dijo a medios de comunicación.

De acuerdo con Patricia Terrazas Baca, integrante de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados, en la discusión de la nueva ley de Ciencia se han organizado foros en todo el país, con participación de científicos. Una de las constantes es la preocupación por el presupuesto. 

“El presupuesto es muy bajo, esa es la verdad de las cosas y también este año no se ha ejercido lo que se autorizado”, afirmó la también presidenta de la Comisión de Hacienda y Crédito Público.

LOS ESCÁNDALOS DEL CONACYT

La gestión de María Elena Álvarez Buyllá ha estado salpicada de escándalos.

Uno de ellos fue el descubrimiento de que el director adjunto del Consejo, Gustavo Adolfo Arellano Sandoval, quien percibió 149 mil 514 pesos netos al mes, más de lo que gana el presidente Andrés Manuel López Obrador, de acuerdo con una nota publicada el 12 de marzo por El Universal.

Arellano Sandoval llegó al Conacyt el 1 de diciembre, y permaneció durante dos meses, por lo que ganó 299 mil pesos netos. De acuerdo con la nota, el efímero director adjunto también obtuvo 360 mil pesos netos anuales como analista del Fondo de Información y Documentación para la Industria (Infotec), perteneciente a la red de Centros Públicos de Investigación del Conacyt.

En abril, integrantes del Comité Nacional de las Olimpiadas Matemáticas Mexicanas hicieron público un escrito donde denunciaban que Conacyt no había dado recursos, como cada año lo hacía, para organizar la Olimpiada Mexicana de Matemáticas (OMM) este 2019, y el cual prepara para la Olimpiada Internacional de Matemáticas, donde se han obtenido tres medallas.

El recurso se otorgaba cada marzo, pero este año no llegó. Recordó que en 2018 fueron 2 millones 250 mil pesos, de los que 82 por ciento es para cubrir una parte de los entrenamientos y concursos. Pero además los organizadores buscan patrocinadores para cubrir el restante. Para comprobar que no hubo corrupción en el manejo de dinero, se gastaron 17 mil 500 pesos en una auditoría externa. 

“Este año puede ser el primero en el que la OMM interrumpa sus actividades por falta de recursos. Todo es claro, las actividades de la OMM están enfocadas a difundir la cultura matemática en la sociedad. Debemos transmitir hacia la colaboración, no la debilitación”, se lee en el texto escrito por Rita Vázquez y Julio Díaz.

Pero el Conacyt negó el 17 de mayo en un comunicado que se haya quitado el apoyo a las olimpiadas de las matemáticas.

“Reiteramos que las becas para que las niñas y los niños participen en las olimpiadas no han sido retiradas y que al contrario, ya recibieron apoyo por parte del Conacyt”.

Pero tampoco hubo apoyo para los ganadores de las OMM, por lo que el cineasta Guillermo del Toro se convirtió en un héroe de la vida real, al cubrir los costos de 12 boletos para integrantes de primaria y secundaria para ir a Sudáfrica a una competencia, a celebrarse en agosto.

Un mes después, un grupo de estudiantes ganó una medalla de oro de la Olimpiada Matemática Centroamericana y del Caribe, antesala de la de Sudáfrica. 

Otro caso fue cuando la directora del Conacyt anunció a finales de julio que ya no daría recursos al Foro Consultivo. La razón que adujo fue que como una asociación civil, no había razón para entregárselos, pese a que el artículo 38 de la Ley de Ciencia establece que debe hacerlo así como otorgar apoyos logísticos para la operación permanente, gastos de traslado y estancias necesarias para reuniones de trabajo. Esa medida parecía una extensión de la tomada por el presidente Andrés Manuel López Obrador de no dar recursos a organizaciones de la sociedad civil.

También Álvarez Buyllá acusó al Foro de hacer mal uso de la base de datos del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) por haber enviado cartas de consulta sobre la nueva ley de ciencia, algo que está entre las atribución del foro, reaccionó la presidenta del FCCT, Julia Tagüeña.

El 26 de septiembre un juez de distrito ordenó que el Conacyt entregara recursos económicos al foro.

Uno de los capítulos que muestran la ideología de Álvarez Buyllá ocurrió cuando acudió a la reunión anual de centros miembros del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, en abril pasado. Ahí  dijo que la ciencia y la tecnología deben “descolonizarse” y alejarse del modelo neoliberal y dar respuesta a las necesidades de la sociedad, según un boletín de la Universidad Iberoamericana del 8 de abril.

Explicó que en el modelo neoliberal los conocimientos se tasan en función de su capacidad de producir bienes materiales sin tomar en cuenta problemas filosóficos, históricos y sociales.

“A veces estos bienes materiales son inútiles, es decir, no resuelven problema alguno y responden a lógicas de manipulación mercantiles, que van subsumiendo el quehacer científico que debería estar regido por la ética y los principios epistemológicos sobre los principios de lucro, de acumulación de grandes capitales trasnacionales”.

El 23 de mayo se dio a conocer una carta en la que investigadores de 27 centros públicos de investigación (CPI o centros Conacyt) se quejaron de que los recortes en el presupuesto de este año ponían en riesgo de colapso sus centros de trabajo.

Incluso algunos de ellos acudieron a las afueras de Palacio Nacional a expresar su inconformidad  por las medidas de austeridad, que de tan draconianas acarreaban hasta problemas para el pago de electricidad y con ello el uso de la luz, indispensable para el quehacer científico.

La incertidumbre por las becas también se ha hecho presente durante la gestión de Álvarez Buyllá. El 30 de julio La Silla Rota informó que 33 becarios del Conacyt expresaron mediante una misiva enviada a la directora del Conacyt su inconformidad por la reducción del número de becas asignadas a estancias postdoctorales nacionales 2019-1.

Reprocharon que las becas no fueran inapelables por disposición de la actual administración.

“Todo lo anterior no concuerda con el compromiso con la ciencia que debería mostrar un gobierno de izquierda como el que usted tiene a bien representar”, escribieron en la misiva y exigieron otorgar 102 becas faltantes, una revisión de las que no se otorgaron, igualación de becas para el próximo año, así como una explicación de los motivos de la disminución de becas.

Ese mismo día La Silla Rota publicó que además 18 investigadores del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), que pertenece al Sistema de Centros Públicos de Investigación del Conacyt, dejaron el prestigiado centro para irse a otras instituciones o al extranjero, debido a los recortes ordenados por el gobierno federal. Algunos de esos investigadores se fueron al Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey (ITESM). 

El investigador e integrante de El Colegio Nacional, Antonio Lazcano fue destituido en septiembre como integrante de la comisión dictaminadora II del SIN, luego de realizar críticas a Conacyt por recortes presupuestales.

Fue mediante un correo electrónico enviado que el reputado biólogo se enteró de su despido, bajo el argumento de haber tenido 8 faltas sin causa justificada a reuniones plenarias. Lazcano dijo que avisó que faltaría. Se quejó de que otros investigadores con faltas no hubieran sido despedidos de un cargo que en su caso además era honorífico. Pero días antes había criticado en la revista Sciencie los recortes de recursos hechos a la ciencia. 

Conacyt le contestó con un boletín y calificó de mentiras lo dicho por el investigador. Dijo que sólo cuatro faltas eran justificadas, y que la medida era para evitar la impunidad.

“La fama de un investigador no le autoriza a desentenderse de sus compromisos  con la comunidad o a exigir un trato especial”, de acuerdo con el comunicado.

El 29 de septiembre, Día Nacional del Maíz, Álvarez Buyllá expuso una vez más una de sus posturas ideológicas, dijo que los transgénicos forman parte de una tecnología fallida y riesgosa, que daña al medio ambiente. 

LOS EJES DE CONACYT

El propio Conacyt en su documento Ciencia por México, describe la situación. Mientras Singapur tiene en promedio 10.1 investigadores por cada mil habitantes, España 6.7 y Argentina 3, México no alcanza ni siquiera uno, sólo 0.7.

Respecto al Presupuesto destinado a Investigación y Desarrollo, con datos de 2016, México destina el 0.4% del Producto Interno Bruto, mientras que Argentina el 0.5%, Canadá el 1.7%, Francia el 2.3%, pero el campeón es Corea del Sur, con 4.2 por ciento.

El documento reprocha que la anterior administración haya destinado 48 por ciento de recursos del Conacyt a la iniciativa privada y que el gobierno haya abandonado a la ciencia básica. 

“Entre 2017 y 2018 no se invirtió en ciencia básica”.

Otro problema que detectó fue el exceso de recursos destinados a revistas científicas.

“Para 2019 se logró un ahorro sustancial de 275.5 millones de pesos”.

De acuerdo con los datos del documento, se aumentó el número de becas, que pasaron de 53 mil 225 en 2018 a 54 mil 692 este año.

El documento adelanta que el Conacyt lo que busca en la actual administración es retomar la ciencia básica o ciencia de frontera, “base de la verdadera innovación, con ética y pertinencia cultural; aplicaciones científicas y productos tecnológicos”. 

El documento informa además que se fomentarán “principios éticos, de respeto irrestricto de los derechos humanos, de diálogo con el conocimiento tradicional y cuidado de la riqueza biocultural”. Uno de sus primeros proyectos es crear una herramienta que ayude a la búsqueda de  personas desaparecidas, que en México suman más de 30 mil. 

UN PROBLEMA AÑEJO

Hacer ciencia es ver a largo plazo y esa no ha sido la preocupación de los políticos mexicanos. Las excepciones ocurren cuando los científicos influencian en el presupuesto o en la postura del presidente en turno, dijo a La Silla Rota el ex presidente del Foro Consultivo, y quien estuvo en la discusión de la Ley de ciencia en 2001, José Luis Fernández Zayas. 

Eso ha llevado a proyectos cortoplacistas en los que se privilegia la agricultura o el desarrollo urbano pero ha faltado algo con mayor proyección hacia el futuro y en este gobierno tampoco se ve que eso vaya a cambiar. 

“En el momento actual la posición es clara, no tenemos para pagar, debemos proteger a personas con menos recursos, la prioridad es a corto plazo pero se descuidan a largo plazo. Esto nos ha pasado cada seis años más o menos desde los años 60”.

La ex directora del Universum, Julieta Fierro describió que en México sí se ha consolidado el quehacer científico, con universidades que hacen investigaciones de primer nivel y Centros de investigación, y el Conacyt se ha asociado con la industria como con otros entes independientes. A ello se suma que tanto en México como en el extranjero se forma a chicos interesados en convertirse en científicos.

“Ya tenemos una fortaleza científica en el país”, aseguró.

Pero aún está pendiente una mayor vinculación con la industria que permita resolver problemas industriales o de producción y que a su vez incentive a las empresas a hacer donativos. Ha habido casos exitosos de dicha vinculación, como cuando hace años una plaga atacó sembradíos de agave, en pleno inicio del auge del tequila. Con modelos matemáticos elaborados por investigadores del Conacyt se aisló a ejemplares afectados como a sanos, y además se descubrió que para que pudieran ser usados para la jima, no necesitaban tener 9 años, sino bastaba con tres. Las empresas vieron esos logros e hicieron donativos.

Pero para la actual administración con el recorte de recursos para el foro, dicha vinculación podría cancelarse, previó.

LOS RIESGOS

Antonio Lazcano recordó que la primera sorpresa en la actual administración  ocurrió cuando no se defendió el presupuesto para la ciencia, que sufrió una reducción de 14 por ciento para este año. Pero no fue la única.

“La primera sorpresa nos la llevamos cuando el Conacyt no defendió a la ciencia cuando fue la reducción de presupuesto, luego fue centralizar las cosas y en el gabinete ampliado el Conacyt juega un papel bastante menor, no es uno de los grandes actores políticos y lamentablemente cada semana aparecen problemas que no son triviales”, describió. 

“Los problemas a mitad de esta semana son, por un lado, como llevaba años de no ocurrir, el colapso del SNI, hay mucha gente que se queja de que no aparecen los resultados, que no aparecen informes y por otra parte las declaratorias de la directora que dice ‘esperamos llegar al 0.5 por ciento –del Producto Interno Bruto para el presupuesto- y eso es la admisión del fracaso de los recursos para la investigación y así es todas las semanas, ahí están las dependencias de las cuales depende el Conacyt”, agregó.

-¿El problema del presupuesto siempre ha sido en cada sexenio? ¿El sesgo ideológico de la gestión lo ve, lo esperaba, le sorprende?

-A mí no me sorprendió. No suelo juzgar a la gente en términos de procedencias políticas o actitudes ideológicas, bueno, desde luego los fascistas no me gustan, pero me cayó de sorpresa porque la doctora Álvarez Buyllá es una científica en activo y yo soy de los que pensé que era espléndido que fuera mujer y científica en activo. Pero me ha sorprendido el nivel de rigidez ideológica, la torpeza, por no decir ridiculez de los comunicados del Conacyt que hablan de no fallarle al pueblo o que estén al servicio de la nación. Una serie de discursos que son por lo menos grotescos.

-¿Cómo ha visto el trato a la ciencia y cree que podría representar un retroceso?

-Uno de los grandes problemas que tiene el aparato científico es que depende de los vaivenes sexenales. Uno lo ve en otros países que ciertamente invierten más en ciencia, como Alemania donde hay una independencia extraordinaria de políticas científicas que están definidas por ministerios o administradores y también por la comunidad científica que aconseja, sugiere propone e implementa política y eso ha faltado aquí.

“En 2017 sufrimos un recorte en el presupuesto brutal pero mal que bien la ciencia ha avanzado, ahora tenemos 35 mil investigadores en el SNI que con todos los problemas que tiene es un indicador que la ciencia ha crecido.

“Si uno ve el involucramiento de la comunidad en políticas de recursos naturales, sobre redes sismológicas nacionales, en el desarrollo la astronomía y la comunidad matemática, es espléndida y profundamente involucrada en la ciencia. Uno ve que las políticas sexenales no han correspondido al dinamismo de la sociedad científica”, lamentó.

“México es un país demográficamente muy joven con una gran cantidad de jóvenes que tiene interés en hacer una carrera científica y eso se ve en la manera que responden a los talleres. Piense en el éxito extraordinario de las olimpiadas matemáticas donde gracias a Guillermo del Toro y el apoyo directo del secretario de Educación, Esteban Moctezuma, se pudo apoyar y se hizo un papel espléndido pero eso no lo vemos en otras disciplinas y ojalá que el Conacyt cobrara conciencia de esto”.

Por su parte Fernández Zayas alertó sobre las consecuencias que puede tener el recorte en los recursos destinados a las investigaciones de integrantes del SNI lo que además los llevaría a publicar menos en publicaciones extranjeras.

“Quienes hacen investigación en México se sienten evaluados fundamentalmente por la publicación en artículos en revistas de alto prestigio y para hacerlo debe ser en temas donde el primer mundo está haciendo investigación y como no tenemos capacidades para hacerlas, hacemos contribuciones marginales. Mucha de nuestra ciencia es bastante marginal por eso y los jóvenes que quieren quedarse en el SNI con una o dos publicaciones al año no se les puede hacer contribuciones trascendentales en ninguna área, hablo de la ciencia como otra área”. 

A su vez, Julieta Fierro ve poca confianza en el poder de la ciencia mexicana y que se le desaprovecha y sin recursos puede quedar debilitada. 

“Si se recorta dinero a la ciencia no va a haber contrataciones, la planta de investigadores sigue envejeciendo y los jóvenes que preparamos y no están en México no van a poder conseguir trabajo. Todo este esfuerzo de construcción de la ciencia en México se va a venir para  abajo. Las plantas de investigadores se tienen que renovar”.

La atención a la ciencia pasa por incluir a la mujer en la ciencia, pero sin recursos eso puede quedar en deseo, consideró. La divulgadora recordó que ha tomado años esto de hablar con niñas y convencer a los papás de que sus hijas pueden ser ingenieras o cursar inteligencia artificial.

“Hay temas que tienen que ver con las mujeres y se han descuidado porque la ciencia generalmente la hacen los hombres y están más interesados en resolver problemas de los hombres. Un ejemplo es que antes las mujeres tenían hijos e hijos, ahora ya no es así, entonces reglan más seguido y los problemas de la menstruación han aumentado muchísimo, cólicos y pólipos, eso es un problema que habría que atacar, pero si no hay mujeres en la ciencia es muy difícil que se toque ese problema en la ciencia.

“Son mujeres que tienen cólicos espantosos, lesiones, ese es el clásico problema. Si tuviéramos mujeres científicas estarían dedicándose a ese problema; otro son las pruebas para cáncer de mama, debería haber otra manera menos dolorosa de practicárselos. Si fuera más cómodo las  mujeres irían más y sería más barato. Los cinturones de seguridad para coches son incómodos yMéxico es potencia en producción de coches, seríamos potencia en cinturones de seguridad para mujeres. En el caso de la Guardia Nacional debe pensarse en chalecos antibalas para ellas”, ejemplificó.

Excluir a las mujeres de la ciencia y a las que ya se preparan y que no van a tener trabajo, va a hacer que continúe la disparidad del beneficio de la ciencia para mujeres que es más de 50 por ciento de la población.

También criticó la visión de que la ciencia debe ser prioritariamente nacional, ya que su naturaleza es ser internacional. 

“Si yo descubro el objeto que sea y digo ‘es nuevo y vive tantos años y le pasará esto’, no puede ser una ocurrencia. Tengo que publicar en una revista internacional con arbitraje internacional, ir a un concierto internacional y defender mi punto de vista. La ciencia por naturaleza es internacional porque los arbitrajes deben serlo y publicarse en revistas internacionales. Eso de pensar que hay ciencia mexicana, hay casos como el agave, pero la ciencia y matemática no lo son”

AÚN HAY TIEMPO DE CORREGIR

Antonio Lazcano ve una oposición no partidista ante los errores cometidos por el Conacyt, pero aclara que hay algunos temas en los que se han corregido puntos, como que la directora ya emitió convocatorias de Conacyt, se ha comenzado a arreglar lo de las becas de posgrado y hay conversaciones alentadoras para las de doctorado.

“Lo terrible es estar haciendo presión para que eso ocurra y aún estamos a tiempo, podemos evitar una mayor brecha pero hay que hacer notar que es la mayor que haya existido en poco tiempo entre la comunidad investigadora académica y el Conacyt y eso no le conviene al país para nada”, advirtió.

La confrontación podría subir de tono si se quiere hacer a un lado al Foro, aunque aún tiene la esperanza de que la visión institucional se impondrá, “no solo en la doctora y colaboradores, sino finalmente en las dependencias”.

En cuanto a la ley, que elabora la comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados, espera que haya sensatez de parte de los legisladores. “Lo que se necesita es no solo apagar incendios sino además ser propositivos y esa ley no reúne esas dos características”.

La coordinadora del Foro, Julia Tagüeña también se refirió a la ley. Recordó que en febrero la senadora de Morena, Ana Lilia Rivera, presentó la iniciativa.

“En esa iniciativa el Foro no aparecía, era concentradora y el Conacyt todo lo hacía. Ahora estamos esperando una propuesta para la ley general, todo parece indicar que busca que el foro desaparezca, hay que convencerlos que eso es una mala idea”.

Reiteró la postura del Foro de que el Conacyt es el que debe pagar la operación del FCCT y sus programas sustantivos, como una visión de que el Estado sostiene a estas organizaciones independientes. “No se trata que lo pague a miembros de su mesa directiva, sino que es para estar para la dependencia”.

Por su parte Alma Maldonado, de ProCienciaMX, dijo que están abiertos al dialogo y que han participado en foros, pero también observó que Alvarez Buyllá ha tratado de cerrar y controlar espacios e incluso con la prensa no es abierta.

En su caso también está atenta de qué pasará con el Foro, aunque la organización considera no debe desaparecer.

“Puede mejorar, pero es un espacio donde convergía la sociedad, los empresarios, los investigadores para tratar de generar un mejor proyecto de ciencia”.

También el Foro debería organizar el Plan Sectorial pero el Conacyt no ha estado en contacto para hacerlo.

“Hay plazos para planes sectoriales pero no tenemos ideas de quiénes han elaborado la consulta, no se lo ha pedido”. 

Para Julieta Fierro es claro que la ciencia debería ser prioridad nacional, pero no lo es. 

“Quisiéramos que no pase la nueva ley de ciencia y tecnología porque consideramos va contra la autonomía y libertad de investigación, que las decisiones se centralizarían demasiado y organismos como el Foro Consultivo pueden desaparecer. Eso nos parece muy grave porque ese tipo de organizaciones lo que hace es reunir a científicos y empresarios y tomar decisiones. Entre todos analizan los grandes problemas nacionales y las decisiones a tener en cuenta”.

Por su parte Fernández Zayas alertó que la ciencia en México no sólo debe estar enfocada a cuestiones nacionales o antropológicas, sino que debe incluir una visión global.. 

“Hay un montón de jóvenes que quieren un mundo mejor, los amenaza un cambio global y si volteamos a ver solo los años 70, algunas gentes lo ven más fácil y no es así”.

Cuestionado sobre si ve esa visión en el Conacyt, respondió que de la directora no sabe, pero sí que otros funcionarios están con posturas más abiertas, aunque son minoría.

Alertó que incluso el mundo es diferente a cuando se hizo la primera ley, en 2001, y ahora el conflicto económico entre Estados Unidos y China es una oportunidad de hacer cosas que nunca hicimos, para que México pueda despuntar.

“México es país supermaquilador, ahí está la industria del Bajío. También podríamos aprovechar para hacer cosas con diseño propio”.

La diputada del Partido Acción Nacional (PAN), Patricia Terrazas Baca, integrante de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados, informó a La Silla Rota que por la carga de trabajo que actualmente tienen los diputados, aún no hay un predictamen de la ley de ciencia.

Por ello vio complicado que haya una nueva ley de Ciencia para el actual periodo ordinario. Informó que han hecho foros de ciencia y ella organizó uno en Chihuahua, estado de donde es originaria

“Obviamente participaron científicos y en el de Chihuahua la participación iba en dos sentidos, uno se tiene que apoyar a la comunidad científica y vamos a una reforma y escuchamos, se tiene que apoyar a la comunidad científica, con las personas crecerían las instituciones, nosotros entonces debemos tener una conexión clara con los científicos, investigadores para que ellos estén de acuerdo con la ley y ayuden a construirla”, explicó.

Otro tema que emergió no solo en el foro que ella organizó sino en otras, es el presupuesto que para la investigación y el desarrollo se requiere.

“No puede salir una ley si no tiene esa claridad de qué es realmente lo que se quiere apoyar. Si se quiere hacer un cambio para quitarle personalidad al desarrollo e investigación y solo se quiere crear a una institución con los dientes para hacerlo, bueno le estamos dando todo el poder al Conacyt, que yo no veo que sea malo si se está de acuerdo con la comunidad científica y que todos tengan acceso a esa institución, pero tendríamos que ser cuidadosos en el cambio que se vaya a hacer.

“De por si México no impulsa el desarrollo sin presupuesto y luego que hagamos una ley que lejos de incentivarlos los haga salir del país pues no le veo futuro. Yo como integrante te diría es que vamos a empujar para ser más competitivos en materia de desarrollo desde nuestro país”.

Afirmó que en la comisión sólo se ha hablado del presupuesto del próximo año. 

Cuestionada sobre algunas posiciones de Conacyt, consideró que los funcionarios no deberían tener ideología en el ejercicio de sus funciones y de hacerlo faltarían en ética en el puesto. Les pidió tomar en cuenta a todos, no sólo a los afines ideológicamente.

“Nos preocupa por algunas declaraciones que se han hecho, que no se respete la trayectoria, los resultados de las investigaciones de muchos de los científicos mexicanos o sus opiniones. Tenemos que escuchar a todos, estemos de acuerdo o no. Cuando se toman decisiones en base a ideologías se deja afuera a la otra parte que también son mexicanos, investigadores y gente importante para la ciencia. Obviamente estamos muy preocupados por eso porque no es la expresión de una o dos personas, es la expresión de los científicos”, concluyó.  

LOS TEMIDOS TRANSGÉNICOS

 Entre las propuestas de la ley de Ciencia propuesta por la senadora de Morena, Ana Lilia Rivera, además de la desaparición del Foro consultivo, se plantea la de la Comisión Intersecretarial de de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), lo que en los hechos significaría el fin de la discusión sobre investigaciones de parte del gobierno sobre organismos genéticamente modificados o los llamados transgénicos.

El tema ha sido discutido con tintes nacionalistas, sobre todo en defensa de que no se hagan transgénicos del maíz mexicano, y tan férreo fue la cerrazón de algunos grupos que la Cibiogem no autorizaba investigaciones con dicho grano ni siquiera para universidades públicas mexicanas.

Pero en caso de desaparecer la Cibiogem, ya no habría investigaciones ni siquiera de otros cultivos. Eso preocupa a los científicos mexicanos. 

El tema también tomó tintes de comedia de situaciones, cuando en febrero se difundió la noticia de que la titular de la Cibiogem, Edith Arrieta, era una licenciada pero en diseño de modas. Arrieta dejó el cargo, pero Conacyt, en una de sus aclaraciones, dijo que en realidad sólo era asesora.

Pero el tema de los OGM o transgénicos va más allá de ese cargo. 

Lazcano dijo a La Silla Rota que Arrieta fue retirada porque no tenía la preparación para dicho puesto, y la comunidad científica protestó. Pero la respuesta inicial fue que se le puso en el cargo porque provenía de una familia campesina que sembraba maíz libre de transgénicos. 

“Eso es una demostración de intromisión política ideológica en uno de los problemas candentes para el cual se requiere una preparación muy cuidadosa. Yo mismo soy biólogo, conozco bien lo que son los organismos transgénicos, conozco las técnicas en desarrollo de las cuestiones más recientes y no me atrevería a dirigir un organismo como la Cibiogem, entonces en ese nombramiento comenzaron señales de alerta de cómo  se privilegia la parte política sobre la evaluación de pares”, dijo Lazcano

Julieta Fierro dijo que la investigación de transgénicos puede ayudar a mejorar el maíz, algo que por cierto ya hicieron los distintos pueblos que han habitado México, pero durante miles de años.

“Ese proceso se puede acelerar con herramienta que permite editar células, como un cut and copy paste y puedes intervenir directamente las células. Ahora tienes tierra menos resistente al agua entonces haces ese maíz más resistente a menos agua. Tienes tierras más salobres, haces maíz que se adapte. Se puede hacer en un laboratorio, en una cajita poner agua medio salada y ver cuántos sobreviven, esos que aguantaron a la sal las vuelves a sembrar, lo puedes hacer así. 

“Lo que nos preocupa es que los cultivos básicos de México sí hay que protegerlos, tener bancos de semilla y germoplasma pero también pensamos que se podría mejorar el rendimiento y productividad si se mejora la biotecnología”, explicó.

“¿Por qué importamos maíz de Estados Unidos? Porque hay planicies irrigadas, es más fácil producir maíz en Estados Unidos y por eso importamos, tenemos que descubrir cuáles productos mexicanos son de alto valor y podemos trabajar genéticamente y mantener la resistencia al tiempo distante más largo y exportar nuestros productos: zapotes y otras frutas maravillosas”.

Pero también los recortes afectan a los centros de salud, y con ello se demoran investigaciones sobre problemas que aquejan a los mexicanos, como la diabetes crónica. 

“En Japón ya se autorizó el uso de bioenergía para hacer órganos con biotecnología. Si pudiéramos generar Páncreas sanos para personas con diabetes generamos una cura, pero eso  está prohibido. Pero eso está ahora con hemofilia le sacan sangre, se crecen células se inyecta a hígado y se produce para curarla. El hijo del escritor Carlos Fuentes tenía esa infección, pero no había esos adelantos.E so ya se puede curar y se prohíbe ese tipo de cosas es terrible. Es la salud de los mexicanos. No es solo eso, es la burocracia”.

Para José Luis Fernández Zayas, la discusión de transgénicos es interesante porque desde una visión simple todo lo que huele a transgénico es reprobable y no se financia con esta administración y además mucha gente en el pueblo piensa así, para qué producirlo si se trata de una amenaza al cultivo tradicional.

“Es una visión chaparra, los transgénicos es anticiparnos a los cambios que hay en la naturaleza, todo cambia, estructura genética, virus y bacterias cambian más rápido que la de mamíferos. Incluso cuando hay descubrimientos y avances hay poca gente que puede avanzar. Es una muestra muy clara que hay que tener cierta cantidad de talento y recursos para revertirlo.

NUMERALIA

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