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Precampañas salieron “baratísimas” a candidatos punteros

Las precampañas electorales del proceso 2020-2021 –hechas en medio de la pandemia de covid-19– costaron, en general, menos dinero que en años anteriores

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Escrito en NACIÓN el

El 7 de enero,  Alfonso Durazo, entonces precandidato a la gubernatura de Sonora, publicó un libro con sus propuestas “para transformar” la entidad, en un intento por convencer a los morenistas de por qué era la mejor opción para abanderar al partido. Esa misma semana, el emecista Ricardo Bours apostó por realizar una caravana de 3 mil kilómetros para recorrer la entidad.

Ambos, ganaron la candidatura en sus respectivos partidos, pero mientras Alfonso Durazo, puntero a ganar el gobierno de la entidad este domingo 6 de junio, reportó un gasto de 754 mil pesos; Bours, quien declinó en favor de Ernesto Gándara, candidato del PAN, aseguró un gasto de 3.6 millones de pesos.

Las precampañas electorales del proceso 2020-2021 –hechas en medio de la pandemia de covid-19– costaron, en general, menos dinero que en años anteriores. No solo por este factor, sino por la diferencia entre las estrategias de cada partido y cada aspirante para poder mantener la preferencia electoral rumbo al segundo trienio del gobierno federal.

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La Silla Rota realizó un análisis a los reportes de fiscalización de precampañas, que los aspirantes entregaron al Instituto Nacional Electoral (INE), en este se encontró que los entonces precandidatos a las 15 gubernaturas del país reportaron gastos que, en un primer grupo, oscilan entre los 3 mil pesos hasta el millón de pesos y, en un segundo grupo, que contabilizó gastos entre uno y seis millones de pesos.

La mayoría declaró a la autoridad electoral estatal que sus recursos provinieron de asignación de recursos locales, aportaciones de simpatizantes y en algunos casos, hasta aportaciones propias. Ninguno rebasó el tope de gastos marcado por el órgano electoral estatal y gastaron la mayor parte de sus recursos en propaganda por internet; en menor medida, en actos masivos, y reuniones con simpatizantes. 

En esas condiciones, los precandidatos que más dinero gastaron fueron aspirantes de Movimiento Ciudadano, Morena y el Partido Verde Ecologista. Quienes menos gastos reportaron fueron las precandidatas de Colima, Indira Vizcaíno (Morena) y Mely Romero (PRI), quienes dijeron gastar 3 mil 114 y 3 mil 450 pesos, respectivamente. 

Quienes gastaron más dinero en las precampañas fueron los aspirantes al gobierno de Nuevo León: Samuel García, hoy candidato de Movimiento Ciudadano que erogó 6.6 millones de pesos; y Clara Luz Flores, hoy candidata de Morena, quien gastó 3 millones de pesos. Lo mismo Ricardo Bours, quien invirtió 3.6 millones de pesos en su precampaña.

Baja California fue el único estado que no reportó precampañas de los principales aspirantes: Jorge Hank Rhon (Encuentro Solidario), Lupita Jones (PRI, PAN, PRD) y Marina del Pilar (Morena).

PRECAMPAÑAS SÍ INVOLUCRAN A LA CIUDADANÍA

El periodo de precampañas es el tiempo del proceso electoral en que los militantes de un partido político, que quieran competir por un cargo de elección popular, puedan inscribirse para ser elegidos de manera interna. Pese a que su promoción va dirigida a la militancia de cada partido, expertos aseguran que hay participación ciudadana de por medio.

La exconsejera Pamela San Martín, quien presidió la Comisión de Fiscalización en el INE, afirmó que la fiscalización de las precampañas es clave para garantizar procesos equitativos, y que no se trata de un tema al margen de la ciudadanía.

"Es la primera etapa del proceso electoral en la que se definen dentro de los partidos políticos, quién será el candidato; y eventualmente el ganador estará en la boleta donde los ciudadanos podremos votar.

“Tienen que rendir cuentas para garantizar que en esta competencia no se ocuparon recursos de naturaleza prohibida, que no derrocharon recursos al margen de las reglas que marca la Constitución en aras de romper equilibrios de equidad que pueden llegar a trascender a la campaña electoral".

Pamela San Martín precisó que el dinero que los partidos asignan a precampañas es parte de los recursos públicos ordinarios que reciben, independientemente de los recursos privados que sumen, por lo que cada partido determina qué monto asigna a sus precandidatos.

Destacó, también, que son los partidos quienes están obligados a rendir cuentas de esos gastos y que, en caso de no presentar un informe financiero de precampaña o derrochar recursos al margen de los topes establecidos, implica la pérdida del registro. 

"Los partidos políticos son entes de interés público, necesitamos tener un control y vigilancia sobre cómo gastan los recursos que reciben. El hecho de que sea un proceso al interior de los partidos no exenta a quienes aspiran a un cargo de elección popular, a rendir cuentas de los recursos que recibieron y como los gastaron".

Fue el caso de Félix Salgado Macedonio y Raúl Morón Orozco, precandidatos de Morena a las candidaturas de Guerrero y Michoacán, respectivamente; quienes no presentaron el informe de su precampaña en tiempo y forma, por lo que, al final, no pudieron participar en la contienda.

San Martín informó que los topes de gastos de precampaña en cada entidad los determina el Congreso estatal, lo que impide comparar estos gastos entre unos aspirantes y otros. Primero, por las diferencias geográficas; segundo, por el tipo de cargo por el que se compite. “No es lo mismo hacer precampaña para una diputación local que para una gubernatura o ayuntamiento”, dijo.

Y tercero, por la estrategia de cada partido y, a su vez, de cada precandidato, pues –explicó– la forma de convencimiento de cada precandidato varía a partir del propio método de selección que establece su partido político, que puede ser encuesta, votación directa o acuerdos políticos. “Incluso dentro de una misma entidad y para un mismo cargo, cada partido puede decidir una estrategia diferente", señaló.

CON LUPA, ESTADO POR ESTADO

Las precampañas a gubernaturas, en el Proceso Electoral 2020-2021, iniciaron el 23 de diciembre 2020, aunque hubo quien reportó gastos desde la última quincena de noviembre, y, si bien concluyeron el 31 de enero 2021, en algunas entidades finalizaron entre la primera y segunda semana de febrero.

En Baja California, ninguno de los actuales candidatos –Jorge Hank Rhon, del PES; Lupita Jones del PRI, PAN, PRD; y Marina del Pilar de Morena– entregó reporte de fiscalización, porque sus partidos no eligieron entre varios aspirantes. Mientras que, en Baja California Sur, el único que entregó cuentas fue el panista Francisco Pelayo Covarrubias, candidato de “Va por México”, gastó 225 mil pesos, de un tope de 2.2 millones.

En Tlaxcala, la morenista Lorena Cuéllar ganó la encuesta de Morena el 14 de diciembre, pero en los reportes de precampaña del INE no aparece su reporte de gastos de precampaña. En su cuenta de Twitter informó, en ese periodo, de reuniones con militantes.

En Campeche, el tope de gastos se fijó en 2.4 millones de pesos. De esos, Layda Sansores, la candidata de Morena, reportó gastos por 183 mil pesos, de los cuales, 90 % lo gastó en operativos de campaña. Eliseo Fernández, hoy puntero en la encuesta de salida y candidato de Movimiento Ciudadano, gastó 552 mil, de los que 80 % fue propaganda en páginas web.

En Chihuahua, con un tope de 9.6 millones de pesos, el morenista Juan Carlos Loera reportó el gasto de 2.8 millones, en 61 eventos públicos con simpatizantes, una comida con el presidente de Morena, el 7 de enero; así como dos arranques de precampaña en Ciudad Juárez y Chihuahua; más un cierre de precampaña.

Jorge Alfredo “El Caballo” Lozoya, de Movimiento Ciudadano, gastó 942 mil pesos; 372 mil en propaganda utilitaria y 129 en operativos de campaña. Y la panista Maru Campos Galván gastó 813 mil pesos; 152 mil en páginas web, 379 mil en propaganda en vía pública y 145 mil en operativos de campaña.

En Colima, las dos principales candidatas: Indira Vizcaíno, de Morena; y Mely Romero, del PRI; reportaron gastos por poco más de tres mil pesos, de un tope de 3.4 millones de pesos. Vizcaíno reportó una reunión privada con militantes y simpatizantes el 8 de enero, fecha en que se registró como aspirante y donde lanzaron huevos a ella y al dirigente morenista, Mario Delgado. 

En Guerrero, ninguno de los actuales aspirantes a la gubernatura reportó gastos de precampaña. El caso destaca porque Mario Moreno Arcos fue el único aspirante a la candidatura de la alianza entre PRI y PRD, mientras que Félix Salgado, entonces precandidato de Morena, perdió el registro por la falta administrativa. Hoy, por el cargo compite su hija Evelyn Salgado Pineda.

En Michoacán, Carlos Herrera Tello, candidato de la alianza “Va por México”, reportó gastos por los tres partidos que lo postularon: PRD un millón 59 mil, PAN 185.9 mil y PRI 49 mil pesos; la mitad de este dinero salió de su bolsillo, según declaró, y el resto fueron aportaciones de militantes y simpatizantes. 

En Nayarit, el tope de gastos se fijó en 4 millones de pesos. El morenista Miguel Ángel Navarro reportó gastar 180 mil pesos en operativos; mientras que Gloria Elizabeth Núñez Sánchez, precandidata del PAN, gastó 642 mil pesos; e Ignacio Flores, de Movimiento Ciudadano, gastó 1.1 millones.

En Nuevo León, con un tope de 9.9 millones, la morenista Clara Luz Flores reportó gastos por 3 millones; dijo que 2.4 millones fueron aportaciones de simpatizantes) y que pagó millón y medio en propaganda en páginas web y 832 mil en propaganda utilitaria. Pero no reportó cuántas reuniones o mítines celebró.

En Querétaro, el tope fue de 1.9 millones; Celia Maya de Morena gastó 917 mil pesos mientras que su rival el panista Mauricio Kuri reportó gastos por 141 mil pesos. En San Luis Potosí, el aspirante del partido Verde, José Ricardo Gallardo, dijo recibir 2.1 millones de los cuales el 90 % fue de simpatizantes y 95 mil aportaciones del candidato. Gastó 588 mil en propaganda y 800 mil en propaganda utilitaria. 

En Sinaloa, con un tope de 5.6 millones, Rubén Rocha de Morena gastó 229 mil pesos con cuatro actos públicos: tres onerosos además de reuniones públicas y un cierre de precampaña virtual. En Sonora, con un tope de 18.6 millones, el morenista Alfonso Durazo informó gastos por 754 mil de los cuales 600 mil fueron para propaganda en web y 4 mil en propaganda utilitaria. 

Su rival del PRI, Ernesto Gándara, gastó 1.1 millones; un millón lo destinó a propaganda en internet. Y Ricardo Bours de Movimiento Ciudadano reportó 3.6 millones; un total de 88 eventos en su mayoría privados con militantes mientras que los eventos públicos los describió como “colocación simbólica de bandera”.

Finalmente, en Zacatecas, con un tope de 5 millones, David Monreal dijo haber gastado 228 mil pesos, contra 618 mil de la priista Claudia Anaya.

(djh)