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¿Por qué se retrasó el juicio de El Chapo?

Los días pasan y no está claro todavía cuándo tendremos un veredicto final en el juicio contra Guzmán Loera

Escrito en NACIÓN el

El pronóstico era claro, al inicio de esta semana el veredicto contra Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, sería definido por el jurado. Sin embargo, la semana se termina y el caso aún no ha sido definido.

Pero, ¿por qué es que se ha retrasado tanto el juicio contra Guzmán Loera?

Todo parece indicar que el jurado no está del todo seguro de la culpabilidad de “El Chapo”, por lo menos no en todas las acusaciones que existen en su contra.


Cabe mencionar que el líder del Cártel de Sinaloa comenzó el caso con 17 cargos pesando sobre sus hombros, delitos que las autoridades estadunidenses redujeron actualmente a diez.

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De esta decena, siete cargos son relacionados con el tráfico y fabricación de drogas a Estados Unidos, uno más por ser el líder del Cártel de Sinaloa, así como el uso de armas de fuego y lavado de dinero.

Por ello, esta semana el jurado se ha encargado de realizar peticiones especiales a los fiscales estadunidenses, así como cimentar preguntas incomodas al juez Brian Cogan.

El pasado martes, el jurado hizo cinco peticiones a las autoridades de Estados Unidos:

La grabación de una breve llamada entre Guzmán Loera y una mujer no identificada, en la cual se discute cómo conseguir clientes de metanfetaminas en Estados Unidos.

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El segundo es sobre "El Chespiro", un hombre señalado por Jesús "El Rey" Zambada de contactar al cártel entre 2004 y 2005 para traficar de 15 a 20 toneladas de efedrina a Asia.

Dos peticiones más son conocer los testimonios completos de los hermanos Alex y Jorge Cifuentes, capos colombianos muy cercanos a Guzmán Loera.

La última petición es el testimonio de un testigo llamado Juan Aguayo, un agente fronterizo que arrestó a tres personas por contrabandear marihuana en California en barco.

Cuatro de estas cinco peticiones se encuentran relacionadas con la distribución de efedrina y la fabricación de metanfetamina. Serían los cargos sobre conspiración para traficar estas sustancias sintéticas ilegales en los que nacería una primera duda del jurado.

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Más cuando la mayoría de la evidencia abrumadora que los fiscales del caso presentaron contra “El Chapo” fue sobre tráfico de cocaína y para demostrar que, en efecto, Guzmán Loera era el líder del Cártel de Sinaloa.

El miércoles, por su parte, el jurado solicitó los testimonios completos de tres de los testigos protegidos más importantes del caso: Jesús “El Rey” Zambada; Vicente Zambada Niebla, “El Vicentillo”; y Dámaso López Núñez, “El Licenciado”; todos ellos piezas importantes en el Cártel de Sinaloa.

Las más recientes peticiones parecerían “inusuales”, sin embargo, estarían relacionado con el primer cargo contra “El Chapo”: “Liderar una Empresa Criminal Continua”, es decir, ser el líder del Cártel de Sinaloa.

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Si bien, parece ser sencillo esta acusación, no lo es. En ella se albergan 27 violaciones, de las cuales, para acreditar el delito, el jurado tiene que hallar culpable a Guzmán Loera de tres: traficar drogas, que lo hizo junto con más de cinco personas y que obtuvo ganancias por ello.

Ese mismo miércoles, el jurado realizó una pregunta que puso en aprietos a la fiscalía estadunidense y al juez Brian Cogan: "Si los miembros de un cártel de drogas son asesinados por un cártel opuesto por razones personales, ¿eso constituye un delito de narcotráfico?"

La respuesta de Cogan fue contundente: Si un asesinato fue por "razones totalmente personales" no es un crimen de narcotráfico.

Esto debido a que el jurado dudaría que algunos de los asesinatos ordenados por “El Chapo” no tendrían relación con el narcotráfico, sino un móvil más personal, tales como los de Rodolfo Carrillo Fuentes, del Cártel de Juárez; el de Miguel Martínez, “El gordo”; y Ramón Arellano Félix, del Cártel de Tijuana.

El jueves, el jurado sumó una petición más a la fiscalía estadunidense: el testimonio de Juan Carlos Ramírez Abadía, alias “Chupeta”, líder del Cártel del Norte del Valle en Colombia, pero esta ocasión no fue completo, solicitaron algo en específico.

Se trata de las palabras relacionadas con “Juanita”, señalado de mover toneladas de cocaína a través de barcos desde Colombia a Sinaloa y luego a Estados Unidos, así como los “libros” de éste, donde registraba los gastos.

La más reciente petición del jurado sería para afianzar los cargos de “Liderar una Empresa Criminal Continua” y de lavado de dinero, esta última acusación de la cual podría salir avante “El Chapo”.

El retraso beneficia principalmente a Guzmán Loera, quien consigue más tiempo antes de ser declarado culpable y sentenciado a cadena perpetua, pero también se abre la posibilidad de que el juicio se cancele.

Para que la anulación del caso se consume se necesita que uno de los 12 miembros del jurado no esté plenamente convencido de las pruebas aportadas por el gobierno de Estados Unidos.

Además, los fiscales estadunidenses se han mostrado nerviosos cada vez que las solicitudes del jurado retrasan el veredicto final.

Mientras, “El Chapo” y sus abogados se han mostrado relajados e incluso felices. Al terminar la sesión del jueves, Guzmán Loera y Jeff Lichtman se dieron un efusivo abrazo.