El gobierno de México busca restablecer sus relaciones diplomáticas con Corea del Norte, rotas desde 2017, afirmó este viernes el canciller Marcelo Ebrard.
De visita en Nueva York para asistir a una sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el secretario de Relaciones Exteriores dijo que el gobierno mexicano está trabajando para reabrir la relación diplomática y comercial con Corea del Norte, país gobernado por Kim Jong Un.
“Tenemos una posición abierta respecto a las relaciones con cualquier país en el mundo, y estamos trabajando para reabrir embajadas en cada país y para abrir comercio y actividades entre nuestros países”, dijo el canciller en un encuentro con medios de comunicación, que fue difundido a través de las redes sociales por la Secretaría de Relaciones Exteriores.
“Tenemos una posición de no intervención en todo el mundo, respetamos a todos los gobiernos, y queremos reabrir la relación con Corea del Norte también, como cualquier otro país”, dijo Ebrard en respuesta a una pregunta planteada por un periodista.
?? El canciller @m_ebrard, acompañado del embajador De la Fuente de @MexOnu, saludó a representantes de países integrantes del Consejo de Seguridad de @ONU_es y oradores.
— Relaciones Exteriores (@SRE_mx) July 16, 2021
La agenda multilateral de México es un elemento vital de la política exterior del @GobiernoMX.
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¿POR QUÉ NO HAY RELACIONES DIPLOMÁTICAS CON COREA DEL NORTE?
En 2017, durante la administración de Enrique Peña Nieto, México rompiera las relaciones con el gobierno de Kim Jong-un, en medio de fuertes presiones internacionales, especialmente, desde Washington, por los ensayos nucleares del país asiático.
En ese entonces, la secretaría de Relaciones Exteriores, a cargo de Luis Videgaray, informó que el gobierno de México declaraba “persona no grata al embajador de la República Popular Democrática de Corea, Sr. Kim Hyong Gil” y le otorgaba al diplomático un plazo de 72 horas para salir del territorio nacional.
Tras expulsar del país al embajador Kim Hyong Gil, México expresó al gobierno de Corea del Norte su “absoluto rechazo a su reciente actividad nuclear, que significa una franca y creciente violación del derecho internacional y representa una grave amenaza para la región asiática y para el mundo”.
Además, la ruptura del gobierno mexicano con el gobierno norcoreano ocurrió mientras México renegociaba el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), con Estados Unidos y Canadá, que finalmente derivó en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).