La contingencia por el sismo del 19 de septiembre en la Ciudad de México dejó fuera de escena política al jefe de gobierno y aspirante presidencial, Miguel Ángel Mancera, a quien los deberes le impidieron sumarse a la exigencia de Margarita Zavala, Rafael Moreno Valle y Silvano Aureoles para que el Frente Ciudadano por México designe a su candidato presidencial a través de una consulta abierta.
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Mancera nunca imaginó que 50 segundos de sismo le heredarían no solo severos señalamientos por corrupción entre funcionarios capitalinos y constructoras, sino que además le arrebatarían la oportunidad de promover el piso parejo en la designación del candidato que representará en las urnas a la alianza PAN, PRD y MC, pues sin esa condición está prácticamente fuera de la carrera presidencial, a no ser que compita por la vía independiente.
En política la unión hace la fuerza, y la presión que ejercen tres no es la misma que ejercen cuatro. El impedimento de Mancera por demandar un método democrático y transparente, como lo hicieron dos aspirantes del PAN y uno del PRD, partido al que nunca se afilió, restó fuerza al reclamo de presidenciables dedicado al dirigente nacional del PAN y aspirante presidencial en la indefinición, Ricardo Anaya Cortés, para quien no es tiempo de definir el método de selección pero si de hacer cálculos políticos.
“Sin duda en este asunto del Frente lo que todo mundo esperaría o pensaría es que haya un método democrático (…) en este momento estoy fuera de este asunto, estaba en otra tarea, pero yo creo que lo que se tendrá que definir es un método transparente, un método donde haya certeza, certidumbre, para todos los aspirantes”, dice Mancera en entrevista dos días después de que tres aspirantes presidenciales pasaron de él para hacer su legitima demanda.
Las fichas de Ricardo Anaya
Mientras unos no pueden demandar certezas en la selección del candidato presidencial y quienes pueden son ignorados, otros aspirantes hacen lo necesario para irse por la libre.
Ricardo Anaya busca desde la dirigencia nacional hacerse de los mayores activos del PAN para asegurar el primer lugar de una eventual consulta al interior del PAN, que sería el primer paso para medir quien tiene mayores oportunidades de sentarse en la silla presidencial.
Fuentes consultadas por La Silla Rota, confirman que Ricardo Anaya ha intensificado sus acercamientos con gobernadores, muchos de los cuales él hizo candidatos, con el fin de mover a todo el aparato panista y sumar los números que se requieren para ganar una consulta interna.
Como dirigente, Ricardo Anaya tiene cercana comunicación con liderazgos panistas de todo el país, y además tiene acceso al padrón de militantes que ha servido históricamente al PAN para colocar a modo, a dirigentes nacionales y más que eso.
Aunque el padrón de militantes del PAN está en medio de un proceso de reingeniería y depuración, no es de extrañar que los cinco aspirantes hasta hoy destapados en el partido exijan, entre otros temas, pleno acceso a este padrón.
Previsión y contrataque de Moreno Valle
La ventaja de Ricardo Anaya por encima de otros aspirantes panistas, ha generado acciones de previsión y contrataque para no relegarse en el camino hacia la sucesión presidencial.
Tal es el caso del ex gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, cuyo as bajo la manga tiene nombre: Luis Castro, dirigente nacional del partido Nueva Alianza y elemento sustancial en la fórmula que llevó al panista al gobierno poblano en 2010.
Nueva Alianza, un partido para muchos pequeño, logró en las elecciones federales de 2015 el 5.5% de los votos emitidos, contra 5% del PRD, hecho que le permite influir en una eventual designación de candidato, como bien lo sabe el ex mandatario poblano.
En este contexto, no sorprende la repentina aparición de Luis Castro quien envió una carta a sus homólogos del PAN, PRD y MC ofreciendo sumarse al Frente Ciudadano bajo la condición de que sea la consulta abierta el método para definir al candidato presidencial de oposición. Esta acción es considerada símbolo de lealtad y respaldo a Rafael Moreno Valle quien busca superar las adversidades.
El amago de Margarita Zavala
En la cuarta cuerda se encuentra la ex primera dama de México, Margarita Zavala, a quien las encuestas la ubican por encima de su dirigente nacional, Ricardo Anaya Cortés.
Sin embargo, los sondeos nunca han sido un referente y menos factor decisivo para la elección de un candidato, por lo que el amago de renunciar al PAN sigue vigente, y con él la posibilidad de desquebrajar no solo al PAN sino al propio frente.
Margarita, aunque sutil, sigue su propia estrategia: exige y vencerás, y esa exigencia interna está más que demostrada en el Senado de la República, donde los rebeldes del PAN ya salieron en su defensa para demandar una consulta abierta, en la que tiene las mayores posibilidades de hacerse con la candidatura presidencial.