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¿Por qué los migrantes viajan en caravana y no solos?

Hace algunos años, los migrantes que buscaban el “sueño americano” no estaban tan expuestos a tantos peligros como en fechas recientes

Escrito en NACIÓN el

Edwin García Castro salió de Guatemala el 31 de octubre para sumarse a los cientos de hondureños y salvadoreños que integran la tercera caravana migrante. Dejó su país y a su familia por la misma razón que la mayoría de centroamericanos: para buscar mejores oportunidades y darle la espalda a la violencia, pobreza y desempleo.

Edwin quiere llegar a Estados Unidos. Es la segunda ocasión que migra. La primera fue en 2002 y logró pasar a Florida, donde vivió y trabajó 8 años. Ese viaje lo hizo por medio de un “coyote” que le cobró 3 mil dólares. Atravesó México junto con otros guatemaltecos que también pagaron.

Relata que el trayecto fue rápido y no tan pesado. En ese entonces los migrantes que cruzaban el país para buscar el “sueño americano”no estaban tan expuestos a tantos peligros como en fechas recientes ni eran víctimas frecuentes de la delincuencia organizada.

Después de que regresó a su país debido a la muerte de su mamá, Edwin intenta de nuevo cruzar hacia Estados Unidos para volver a tener un trabajo estable. Ahora lo hace con  el éxodo migrante, porque, dice, que las condiciones han cambiado desde la primera vez que viajó solo.

“Me uní a la caravana por seguridad. Me siento más respaldado porque somos muchos, cientos. Al integrarme no he sido discriminado porque todos somos hermanos. Hemos tenido buen trato, hasta el momento no he tenido conflicto o ningún problema. Aquí estamos esperando a ver que pasa. Nuestra mira es Estados Unidos, aunque ya lo vemos complicado, pero no hay peor lucha la que no se hace y más juntos en grupo”.

También aprovechó la caravana porque es más barato. Ahora cuesta con los “coyotes” 5 mil dólares, 3 mil más que cuando cruzó la primera vez. Además, ya no les dan garantía de que no sufran de secuestros o extorsiones.

“Hay que caminar toda una semana por el desierto para llegar a Arizona, para cruzar. Hay gente que lo logra, a quien se queda en el camino y ahí los dejan. Antes, cuando yo crucé México estaba más tranquilo y se pasaba rápido. Lo bueno que con la caravana nos ahorramos todo eso, la policía y las organizaciones están alerta”.

La idea de Edwin es viajar junto con la caravana hacia la frontera norte. Acercarse lo más posible. Aunque también este tercer éxodo se encuentra varado en la Ciudad de México. Este grupo se quedó con la esperanza de conseguir apoyo por parte de Canadá, sin embargo esa posibilidad cada vez se desvanece, porque no hay programas de asilo para la caravana.

Los 700 centroamericanos, que ahora se alojan en la Casa del Peregrino, un albergue que administra la Arquidiócesis, tendrán que tomar una decisión a más tardar el viernes. La mayoría quiere ir a Tijuana para intentar cruzar a Estados Unidos. Sin embargo, están conscientes de que la situación en esa ciudad norteña ya se complicó.

Algunos migrantes consultados por LA SILLA ROTA concuerdan que en la CDMX podrían dividirse. Un grupo se iría al norte y otro se quedaría en la ciudad con la ayuda de organizaciones civiles encabezadas por el padre Alejandro Solalinde.

A pesar de la posible división, las personas de origen centroamericano no quieren separarse y continuar su viaje solos. Aunque sea en grupos más pequeños buscarán moverse en el país.

Roberto de El Salvador también viaja en la tercera caravana migrante. Desde hace tiempo quería migrar a Estados Unidos, pero por cuestiones de dinero no había podido. También por la inseguridad en México. Tiene un primo que desapareció en el camino. Creen que fue en Veracruz y a un hermano que lo extorsionaron antes de llegar a Sonora. De eso tiene algunos años.

Le prometió a su mamá que no intentaría cruzar solo hacia Estados Unidos, por eso cuando vio que salvadoreños, guatemaltecos y hondureños se unían para viajar en grupo, los alcanzó en la frontera con Chiapas.

“El peligro de viajar solos es que nos deporten o las organizaciones criminales, los narcos nos agarren y aunque saben que no tenemos dinero, saben que tenemos familia. Eso le pasó a mi hermano, lo agarraron y luego le hablaron a mi mamá, pudimos mandarle algo y así lo soltaron, pero lo dejaron muy mal”.

Los peligros para lo migrantes se agravan cuando son mujeres, por eso Zuleyma Argueta viaja con la caravana. Ella salió de El Salvador con su hijo de cinco años y su esposo.

“Nosotros decidimos venir así (en grupo) primero por el dinero porque para salir de diferente manera no se puede y porque es más seguro, y más si venimos en familia. Allá (en El Salvador) nos dicen a las mujeres que no viajemos solas hacia el norte porque nos violan y eso nos mete mucho miedo”.

LOS DATOS DE LA MIGRACIÓN EN TRÁNSITO

El informe ''Crimen organizado y Migración Centroamericana en México 2018'', elaborado por Centro Robert Strauss de la Universidad de Texas, refirió que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima que entre 400,000 y 500,000 migrantes irregulares transitan a través de México cada año, de ellos, un 90% proveniente de América Central.

Además, el estudio apuntó que en este contexto migratorio actual, los migrantes centroamericanos buscan no solo la estabilidad socioeconómica sino también el asilo, introduciendo complejas cuestiones políticas, legales y administrativas para los gobiernos de México y los Estados Unidos.

“La escala de los flujos migratorios actuales del Triángulo Norte de América Central es inmensa. En los años pico de 2015 y 2016, las autoridades mexicanas detuvieron a más de 350,000 centroamericanos, superando con creces los años récord anteriores: 2005 y 2006”.

El Centro Robert Strauss de la Universidad de Texas detectó que los migrantes que viajan a través de México son frecuentemente sometidos a graves violaciones de derechos humanos. “Los grupos delictivos organizados en México interactúan regularmente con los migrantes y los victimizan. Estas actividades criminales son a menudo de naturaleza depredadora y en muchos casos incluyen violaciones, secuestros o asesinatos”.

Estos son los objetivos de la caravana

Rodrigo Abeja, líder de la organización civil Pueblo Sin Fronteras, que da acompañamiento a las caravanas migrantes, señaló que los centroamericanos viajan en colectivo para sentirse y caminar seguros.

También al viajar en grupo y al depender del apoyo de la red de albergues a lo largo de la ruta, reciben ayuda como alimento, hospedaje y atención médica. Eso para ellos representa un gran ahorro económico, ya que a diferencia de quienes tienen los medios para contratar a una persona que los cruce en la frontera a Estados Unidos, ellos carecen de dinero para ese fin.

“La única manera para la gente pobre, que no tiene dinero para el ‘coyote’, gente que no tiene para trasladarse en bus al interior de México, es por medio de la caravana y caminar juntos, depender de la solidaridad de las personas que se encuentren en el trayecto. Esas son las dos razones: la seguridad y por lo económico. Si lo hicieran solos no tendrían los recursos para hacer esta travesía”.

LOS PELIGROS PARA LOS MIGRANTES

Para la organización Migrantes Sin Fronteras, en los últimos años han aumentado los peligros o riesgos para las personas centroamericanas que atraviesan México con la finalidad de llegar a Estados Unidos, por eso también la idea de viajar en grupo o en caravana.

Abeja señaló que los migrantes de origen hondureño, salvadoreño o guatemalteco, debido a su precariedad económica, cuando viajan solos o en grupos pequeños a lo más que aspiran es  quedarse varado en Tapachula, porque si intenta pasar por la Arrocera, en Chiapas, termina en las manos de asaltantes, traficantes o de los agentes de migración.

“Todo el crimen al igual que los operativos de migración están haciendo cercos después de Tapachula para que la gente sin dinero no continúe el viaje y si logran seguir el riesgo que corren es de ser violados, despojados, ultrajados o ser asesinados”.

Comentó Abeja que eso son los peligros a los que se enfrentan, no solo al delito de extorsión por parte de agentes de migración o policía municipal, estatal o federal, si no a este crimen común que está en semicírculo en los primeros puntos de llegada.

“Un migrante sin dinero sabe que si se arriesga a cruzar México, lo que va a provocar es la cólera de estos grupos tanto policiales como criminales, porque les cobran esa factura sobre su cuerpo o integridad física. Es por eso que la única manera de cruzar es en colectivo dependiendo de la solidad de los pueblos que se van encontrando en el camino. Es la motivación principal que hay detrás de estos fenómenos (caravanas) que hemos visto en los últimos años”.

Para Rodolfo Cruz, especialista en migración centroamericana del Colegio de la Frontera Norte, el gran número de migrantes que buscan llegar a EU no es nuevo, pero si la forma de movilizarse en caravanas.

"En los últimos 15 años la migración en tránsito a través de México ha ido aumentando gradualmente. Su visibilidad es lo novedoso porque los centroamericanos por años han pasado por México, pero está estrategia de ir juntos y en caravana y tener mayor visibilidad es lo novedoso", dijo el experto en un foro en el Centro Cultural Tijuana.

AJ