La frase “si no compra, no magulle”, pasará a la historia y eso será debido al covid.
En los mercados los marchantes aunque compren ya no podrán magullar, palpar, tocar, sentir la fruta o la verdura. La razón es por cuestiones sanitarias y se trata de una disposición que autoridades de la alcaldía Benito Juárez ya le avisó a los locatarios, según informaron vendedores a La Silla Rota.
Un ejemplo es el mercado de la colonia Álamos. Poco a poco pero inexorablemente dicha plaza se ha ido transformando. Primero fue el cierre de la mayoría de las entradas, y aunque las cortinas ya se levantaron en algunas, los cordones de seguridad persisten.
Pero ahora los que parecen enclaustrarse son los puestos. Algunos que venden abarrotes, carne de pollo, chicharrón y cabeza de puerco o los bisteces de res, ya pusieron hule cristal para evitar la posibilidad de que alguna gotícula pase hacia el cliente o viceversa y conjurar así la posibilidad de cualquier contagio, ello pese a que prácticamente no sueltan el cubrebocas.
REMODELACIÓN OBLIGATORIA
Otros puestos ponen a su alrededor tubería de PVC o de metal como la que sostiene los puestecillos de los tianguis. Ello se debe a que van a instalar paredes transparentes y ventanitas plegables para entregar la fruta o a verdura. Ya no se permitirá que sean los clientes los que la calen, los que vean si el aguacate es para el día o para la semana, si la papaya está lista para saborearse, si los higos están para llevarse a la boca ese mismo día o si la lechuga tiene hojas enteras y sin pudrir.
Amaury Duarte, uno de los hombres que trabaja en la remodelación de un puesto, explica a La Silla Rota que el viernes 10 de julio las autoridades de la alcaldía gobernada por el panista Santiago Taboada, les informaron de las medidas, luego de una junta.
“Nos dijeron que teníamos que cerrar porque ya no se puede tocar los alimentos, aparte de la sana distancia, tiene que haber más higiene. A pesar de que Benito Juárez es una alcaldía donde sí se utiliza el cubrebocas como se debe, ha habido muchos contagios. Como ve la gente está tomando más conciencia de la situación porque esto es real”, dice en el pasillo, mientras una señora toca una lechuga para ver si está buena, sin saber que será de las últimas veces que lo hará, en tanto no haya vacuna contra el coronavirus.
Nos dijeron que teníamos que cerrar porque ya no se puede tocar los alimentos, aparte de la sana distancia, tiene que haber más higiene. Como ve la gente está tomando más conciencia de la situación porque esto es real”, dice Amaury Duarte mientras remodela un puesto de fruta pic.twitter.com/kDv3yX3e8s— La Silla Rota (@lasillarota) July 14, 2020
“Ya no se va a poder tocar nada, va a ser la misma persona que les vende, quien les va a proporcionar todo”, añade el arquitecto y quien también es familiar del puesto de frutas y verduras que remodela.
ALGO NUNCA ANTES VISTO
Relató las distintas etapas que han pasado para poder seguir en la vendimia. Primero fue sanitizar los locales, luego el uso obligatorio de los cubrebocas, el de las caretas y recientemente han seguido lo que les han marcado, que es rodear los puestos de paredes transparentes para evitar cualquier contacto.
“La pandemia como hemos estado oyendo en las noticias, pues ha ido avanzando y esto es lo más extremo que hemos tenido”, afirma.
Recuerda que nunca habían vivido algo similar, ni siquiera hace 11 años, con la pandemia del AH1N1, donde no se llegó a los niveles actuales.
LOS GASTOS
Los gastos para poner una estructura así van entre los 3 mil a 4 mil pesos, ya que cada tubo PVC le cuesta unos 125 pesos y hay otros gastos para enclavarlos. Explica que las paredes las hará con hule cristal, el cual es más resistente que el emplayado. No será tan grueso para evitar que el calor acelere la descomposición de la preciada fruta.
Aparte de la merma que hay por la fruta que se echa a perder, los locatarios deben poner de su bolsillo para instalar las paredes transparentes que evitarán contacto directo y que los clientes toquen la frutas, dice Amaury Duarte. #IR pic.twitter.com/mJdXIRfzqQ— La Silla Rota (@lasillarota) July 14, 2020
En caso de no hacerlo, se arriesgan a sanciones, la cual primero puede ser una suspensión y luego la clausura.
El puesto de la familia de Amaury es de los más adelantados.
Según otros comerciantes, tienen sólo esta semana para cumplir con sus paredes transparentes para evitar los contagios.
(María José Pardo)