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Por covid, doctora tuvo que cambiar de casa para proteger a su familia

La doctora Damaris Navarro reseña que en las últimas semanas varios de sus compañeros han renunciado o jubilado por temor a llevar el virus a sus hogares

Escrito en NACIÓN el

La doctora Damaris Navarro está en la primera línea de batalla para enfrentar al covid-19 en un hospital de Guadalajara, Jalisco. Aunque realiza largas jornadas de trabajo por la falta de personal, asegura que no tiene miedo a contagiarse y que su mayor satisfacción es cuando los pacientes le agradecen por su labor.

La joven doctora declaró en entrevista con LA SILLA ROTA que en las últimas semanas varios de sus compañeros renunciaron o se jubilaron por temor a llevar el virus a sus casas y poner en riesgo a sus familias o incluso por miedo a infectarse ellos, una situación comprensible ya que no cuentan con todo el equipo de protección personal necesario.

 

Varios se retiraron debido a lo mismo, pero como he comentado, cada uno de ellos tiene algún familiar que es paciente de riesgo y dicen: ‘A ver, tú no me vas a dar las medidas de protección adecuadas, yo cómo tengo garantía de no llevar el foco infeccioso a mi familiar y que se muera por ende. Por qué tengo que sacrificar a mi familia

La disminución en el personal de hospital ha llevado a que aumenten las jornadas laborales. Antes de la pandemia, Damaris realizaba su turno por la mañana, pero ahora también le toca cubrir turnos nocturnos y continuar en su jornada matutina, esto se repite hasta tres o cuatro veces por semana.

Ella sabe que esta carga laboral la puede llevar a sufrir un burnout, pero para evitarlo se toma ratos de descanso y tiene otras actividades para distraerse, aunque no es fácil porque no tiene mucho tiempo para sí misma. Además, está tomando vitaminas para mantenerse bien.

La joven doctora asegura que está firme en su trabajo y con buen ánimo relató que ante esta pandemia de covid-19, “la verdad no estamos tan mal, yo pensé que iba a estar peor la situación. No estamos completos en cuanto a equipo de protección, pero tampoco estamos en ceros”.

Dijo que en el hospital donde trabaja tienen algunos insumos para el equipo de protección, no los trajes que se ven en otros países, pero sí tienen con qué cuidarse: “tenemos un tipo de desechable improvisado, pero algo es algo, tenemos el cubreboca N95 y tenemos caretas, esos apenas llegaron hoy. Tenemos poquitos, pero poco a poco han querido estar abasteciendo. Sin embargo, no es suficiente, se tiene que cubrir a todo el personal, incluso a los que no se están enfrentando (al covid-19) porque hay pacientes que no dicen nada y también pueden estar contaminados”.

Debido al coronavirus, Damaris tuvo que hacer un cambio radical en su vida personal. Ella es recién casada y vivía con su esposo en casa de sus suegros porque están esperando que les entreguen su propio departamento.

Su suegro tuvo un trasplante renal y toma medicamentos que le deprimen el sistema inmune, por lo que entra en personas con riesgo de complicaciones si se contagia de covid-19.

Yo le dije a mi esposo, si voy a seguir trabajando no podemos estar aquí por el simple hecho de que si él agarra el virus se puede morir

La pandemia la forzó a buscar un departamento para aislarse y no poner en peligro a sus seres queridos, por la premura con la que tuvieron que salir, sólo tienen lo más esencial para vivir, como la cama y algunos artículos necesarios.

Por su trabajo, Damaris tampoco ha visto a sus padres desde hace un mes, ya que tampoco quiere ponerlos en riesgo de contagio. Expresó que se achicopala porque que los extraña mucho y este sentimiento aumenta al pensar que el día 21 de este mes es su cumpleaños y no podrá festejarlo con ellos.

Sin embargo, dijo que lo que más le baja el ánimo es ver que la gente sigue saliendo a la calle, que sus vecinos hacen fiesta y que en las taquerías siguen vendiendo a la gente sin mantener la sana distancia. 

Digo, ¿en serio?, Uno se sacrifica por ellos, uno trabaja muchísimo y ni siquiera ponen de su parte

Al hacer un recuento de toda la situación que vive en el hospital y en su vida personal por la pandemia de covid-19, la doctora Damaris enfatizó que “de todo esto,  mi mayor satisfacción es saber que realmente puedo apoyar en situaciones como esta, que es cuando más se necesita.

“Obviamente no es un suicidio si nos dan los medios de protección, pero es buscar también la manera de forma individual de cómo protegerse para poder ayudar a la sociedad. Yo sé que es ahora cuando la sociedad más nos necesita, cuando más se van a necesitar manos. Mi mayor satisfacción es ver que los pacientes sean agradecidos”, afirmó.

(María José Pardo)