Main logo

Popularidad de “mañanera” en Facebook, con tendencia inestable y a la baja

Necesarios ajustes a las conferencia, pero AMLO muestra “reticencia a la autocrítica”, dicen expertos

Escrito en NACIÓN el

Este 3 de diciembre se cumplió un año de la primera vez que Andrés Manuel López Obrador se reunió con su gabinete de seguridad antes de dirigirse a los medios de comunicación desde Palacio Nacional. A partir de entonces, la conferencia “mañanera” ha sido un formato que ha sufrido ligeros cambios, principalmente en la duración de éstas, al promediar, según datos de SPIN Taller de Comunicación Política, un prolongamiento de 95 minutos.

De acuerdo con un análisis de La Silla Rota las reproducciones totales de la conferencia “mañanera” en Facebook subieron desde 1 millón 297,528 en diciembre de 2018 hasta 7 millones 074,443 en marzo de 2019, su primer pico.

Posteriormente en abril y mayo tienen caídas con 5 millones 329,218 reproducciones totales y 5 millones 594,185 respectivamente. Es hasta julio que logran recuperarse nuevamente con 8 millones 838,456 reproducciones totales, y de ahí en adelante sufren de nuevo una caída para ubicarse 3 millones 807,952.

 Las reproducciones totales toman en cuenta tanto aquellas generadas desde la página del presidente Andrés Manuel López Obrador como de las compartidas por otros usuarios.

Si se toma en cuenta solo las vistas generadas desde la página del presidente, el primer pico se ubica también en marzo de 2019 con 4 millones 829,719 y el segundo en julio del mismo año con 5 millones 566,333 vistas. A partir de ese momento tienen una caída hasta ubicarse en 1 millón 571,730 vistas.

En cuanto a las interacciones crecen entre marzo y septiembre de 638 mil 666 a 694 mil 657, el mejor nivel, para luego descender hasta 250 mil 033.  

NO SON ACTO DE TRANSPARENCIA

Las conferencias matutinas de AMLO no pueden considerarse propiamente un acto de transparencia, de acuerdo con María Elena Estavillo, doctora en Economía experta en telecomunicaciones, por lo que a 12 meses de gobierno valdría la pena hacer algunas revisiones al respecto. 

“Hemos tenido la experiencia suficiente de este ejercicio que, bueno, no podemos negar que es algo distinto a lo que teníamos acostumbrado, esta cercanía, cotidianidad con el presidente, pero no ha llegado a ser este ejercicio de un diálogo abierto”, expone.

“El esquema necesita ajustes para que sea verdaderamente útil”, agrega en exclusiva para LSR. 

Cabe recordar que el propio jefe de Comunicación Social de Presidencia a inicios de noviembre consideró -en entrevista para Enfoque Noticias- que existen aprendizajes que podrían derivar en cambios al encuentro matinal del presidente con la prensa.

Jesús Ramírez apuntó que una reducción tanto del tiempo que lleva a los reporteros formular las preguntas como el que toma López Obrador para responder los cuestionamientos -14 minutos en promedio-, podría construir un diálogo más fluido.

“Hay muchos retos en el país que requieren la atención del presidente y de los funcionarios de más alto nivel, entonces estar en estos ejercicios todos los días sí tiene un costo porque es tiempo que no se puede dedicar a resolver todos los problemas a los que nos enfrentamos como sociedad”, destaca Estavillo.

NO TODOS LOS DÍAS

En este sentido, señaló que uno de los aspectos a revisar sería la periodicidad de las conferencias matutinas de AMLO. “Me parece excesivo tenerlas todos los días, creo que se podría tener un ejercicio muy atractivo y muy útil, con una menor frecuencia, para plantear los cuestionamientos”, acotó.

“Ha sucedido que, en realidad, el presidente no conoce los temas que se le están planteando y termina hablando de otra cosa, de cualquier manera, no sirve para solventar esas dudas que se le plantean”.

Por su parte, Luis Estrada Straffon, director de SPIN, afirmó el pasado viernes para Radio Fórmula que se observa una tendencia de AMLO por responder con referencias a cuestiones del pasado -Benito Juárez es el nombre propio que más se menciona en las “mañaneras”-, además de “a cuestiones de contraste o de contextualización, como él las llama -la segunda mayor mención es para Felipe Calderón-, y no necesariamente a cuestiones directamente de la esencia de una conferencia de prensa, que es contestar las preguntas de los medios de comunicación”.

Esta reducción de tiempo, especifica Estavillo para La Silla Rota, también facilitaría el apegarse a una agenda que permita a los periodistas de la fuente presidencial preparar mejor las preguntas que se plantean durante las conferencias, con el fin de "aprovechar más a profundidad este intercambio de información". 

Y, a consecuencia, el presidente, así como el equipo que lo acompaña, deberían estar mejor preparados en los temas que se exponen, de manera que la información que se brinda sea verídica, exacta y comprobable.

Según datos del portal Verificado alrededor del 60% de las frases sujetas a comprobación emitidas por AMLO desde el atril en Palacio Nacional resultan ser falsas o una “verdad a medias”; SPIN promedió, hasta el pasado 29 de noviembre, un total anual de 15 mil 790 afirmaciones no verdaderas (entre promesas, compromisos, afirmaciones no falseables y frases falsas), es decir 63 al día, de lunes a viernes.

“Finalmente se siente una parte muy improvisada, muchas veces faltan datos o se dan datos equivocados, información que luego no es posible encontrar, contrastar. Datos que en realidad no existen, o que son otros y también algunos temas que surgen de las preguntas, de los periodistas asistentes, y a los que es claro que no están preparadas las respuestas”, comenta la ex comisionada fundadora del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).

"No podríamos exigirle al presidente que tenga toda la información a la mano y que tenga en la memoria todos los datos, eso creo que sería injusto pedirlo, pero por lo tanto se requiere una mayor preparación”, precisó.

RETICENCIA A LA AUTOCRÍTICA

“Este medio, no es para presumir, pero lo ven muchos”, apuntó AMLO durante la “mañanera” del pasado 5 de septiembre, al anunciar que se daría más impulso a difundir información de planes y campañas de salud. 

Elena Estavillo percibe “mucha reticencia a la autocrítica” por parte de Andrés Manuel López Obrador, “y en ese sentido sí lo veo difícil (que se apliquen cambios de fondo al formato)”.

“A él le funcionó durante su jefatura de gobierno (de la Ciudad de México) y durante su jefatura de gobierno no cambiaron un milímetro en este tipo de ejercicios. Y lo seguirá haciendo, me parece, el resto de su mandato”, advirtió en septiembre para esta casa editorial el profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Cuajimalpa, Rodrigo Gómez.

En tanto, Estrada Straffon, menciona que “lejos de un ejercicio de transparencia y rendición de cuentas, como él dice que son las conferencias (...) en realidad se ha convertido, en términos del contenido de lo que el presidente dice y cómo lo dice, en un ejercicio de propaganda”.

UN ESPECTÁCULO MUY TRISTE

En lo referente a la eficacia de la prensa que cubre las “mañaneras”, Estavillo dijo que existen medios que han sabido aprovechar la exposición diaria del presidente para "llevar temas que son del interés de las personas, siendo incisivos sobre problemas que nos aquejan y que no han sido solucionados, buscando explicaciones claras a algunas acciones públicas de las que no estamos bien informados”; “pero no todos”, dijo. 

“Otros periodistas han aprovechado el reflector simplemente para congraciarse con el presidente, para alabarlo, y ahí sí me parece una pérdida para todos porque en algunos casos ha terminado siendo un espectáculo muy triste de algunos periodistas”, comentó la doctora en Economía.


djh