El Congreso de la Unión ha avalado 17 de 18 iniciativas enviadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, desde el inicio de su administración; sin cambios o con cambios menores, y la mayoría de las votaciones han tenido en contra a la oposición.
De acuerdo con Leonardo Curzio, en su más reciente libro El presidente: las filias y fobias que definirán el futuro del país, el triunfo arrasador de Morena, en las elecciones de 2018 llevaron a una “desaparición o debilitamiento” de los contrapesos en el poder federal.
“El conjunto de iniciativas presentadas y aprobadas reforzó el peso de la autoridad presidencial y su poder de determinar el rumbo de las decisiones fundamentales. El esquema de negociación y entendimiento entre el Legislativo y el Ejecutivo fue sustituido por el de la subordinación”, señala el periodista en su más reciente libro.
Algunas de las iniciativas que ha enviado el presidente y se han avalado, “sin cambiar una coma”, han sido las Leyes de Ingresos y los Presupuestos de Egresos para los años 2019, 2020 y 2021; mismas que exhibieron la aplanadora que suela aplicar el partido mayoritario para los temas enviados directamente por el Poder Ejecutivo.
La “caja de resonancia” era predecible
En entrevista con La Silla Rota, Gustavo López Montiel, académico investigador de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey, consideró que el panorama de un Congreso que acate las indicaciones del Poder Ejecutivo no es nuevo en la historia de México y que, incluso, era algo predecible desde que se dio el triunfo.
“Desde 1997 no se tenía una mayoría parlamentaria del tamaño de la que hoy presume el presidente, los últimos gobiernos del PRI y del PAN debían aceptar que sus iniciativas cambiaran, tenían que ceder, negociar y -hasta como vimos últimamente en el caso de Emilio Lozoya- sobornar a la oposición para avanzar sus agendas”, dijo.
Víctor Alarcón Olguín, especialista político de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), recordó que al final del último sexenio priista se avaló una reforma para contemplar el gobierno de coalición, pues el panorama pintaba para que las tres fuerzas políticas tuvieran el mismo peso en las decisiones parlamentarias.
“Hoy lo que vemos es que los legisladores asumen una participación de pro-consigna y no tanto una posición de considerarse como un poder autónomo y con una obligación no de respaldar única y exclusivamente al presidente; sino que asumen que el proyecto del presidente es el proyecto del país”, detalló.
Las iniciativas avaladas
Entre las iniciativas enviadas por el presidente, que han sido avaladas por el Congreso, están la Reforma Educativa, que modificó los artículos 3, 31 y 73 de la Constitución Política para eliminar los cambios hechos en la reforma impulsada por el expresidente Enrique Peña Nieto, y restableció los lazos entre sindicatos docentes y el gobierno.
Otra reforma constitucional enviada por el presidente fue la elevó el otorgamiento de programas sociales a población vulnerable, al rango de derecho esencial. El agregado al artículo cuarto de la Constitución establece que será obligatorio entregar apoyos económicos a personas de la tercera edad y menores de edad con discapacidad.
Una reforma más, recientemente avalada por el Congreso, fue la que elimina el fuero presidencial, que avaló por separado del Senado de la República, para discutir, con más amplitud, el agregado que buscaban para ampliar la lista de delitos por los que se puede juzgar a un legislador.
Algunas leyes secundarias enviadas por López Obrador que ya fueron aprobadas por el Poder Legislativo son la Ley de Amnistía, que busca otorgar el perdón a personas en situación de cárcel que no hayan recibido sentencia condenatoria, hayan cometido delitos menores y no sean reincidentes, para evitar la saturación en cárceles federales.
Una reforma a la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos establece que la tasa de utilidad compartida por las empresas productivas del Estado, como Petróleos Mexicanos, será de 58% desde este 2020 y pasará a 54% a partir del 2021, con el fin de liberar recursos para que sean invertidos en exploración y extracción.
Una más fueron las reformas a la Ley de Sistemas de Ahorro para el Retiro, que sustituye las sociedades de inversión por fondos de inversión y cambia las edades y tasas de jubilación; además, la reforma al artículo 28 constitucional donde se inhibe la condonación de impuestos a deudores.
A estas se sumaron la aprobación de los Paquetes Fiscales de 2019, 220 y 2021, más recientemente; además de la iniciativa que envió para reformar la Ley de Seguridad Nacional que el Senado avaló en sólo tres días.
El reto legislativo al 2021
Víctor Alarcón Olguín aseguró a La Silla Rota que el desafío de los legisladores de Morena, que buscarán la reelección en 2021, será convencer a los electores de que las reformas impulsadas por la autodenominada “cuarta transformación” sí se traducen en bienestar palpable para las comunidades que representan.
“Es muy probable que el efecto López Obrador siga dando buenos resultados al partido, pero tendrán un panorama más difícil por haber hecho del Congreso una caja de resonancia, por avalar reformas con premura y al vapor, con poca discusión. Para 2021, si no se consigue la misma mayoría, deberán tener una postura de negociación con la oposición”, dijo.
Gustavo López Montiel consideró que, si Morena no consigue la mayoría en la Cámara de Diputados, las iniciativas enviadas por el presidente pueden tomar el rumbo que tuvieron las últimas: primero llegaron al Senado, donde se construyen las negociaciones, y después a San Lázaro.
“Lo predecible, después de ver cómo se llevó la conducción de la fracción mayoritaria en la Cámara de Diputados, es que Morena no alcance la mayoría para sacar reformas constitucionales y sí para avanzar leyes secundarias. Esto porque la lógica de las elecciones intermedias es más local, y las reformas avaladas en la 64 Legislatura no tuvieron tanto impacto en los estados”, detalló.