Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que el tema de salud es uno de los ejes principales de la Cuarta Transformación, esto no se ve reflejado en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, ya que sólo se hace mención del proyecto del nuevo Instituto Nacional de Salud para el Bienestar, pero sin detallar de manera concisa cómo se planea alcanzar los objetivos y dejando fuera temas que tienen en vilo a la Secretaría de Salud.
Sólo siete cuartillas de las 296 que conforman el documento hacen referencia al Sector Salud. En la primera parte se describe la situación actual del sistema de salud, el cual el gobierno califica de “insuficiente, ineficiente, depaurepado y corroído por la corrupción”.
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En el texto se menciona que “el desastre del sistema de salud pública es resultado de los afanes privatizadores y de los lineamientos emitidos por organismos internacionales copados por la ideología neoliberal”.
En medio de este contexto, el gobierno del presidente López Obrador reiteró que se creará el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar, el cual ya se había anunciado el pasado 9 de abril como el reemplazo del Seguro Popular para brindar atención a las personas que no cuentan con seguridad social.
De acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo, el objetivo de este nuevo instituto es lograr que todos los mexicanos reciban atención médica y hospitalaria gratuita, así como los medicamentos e insumos que requieran para el tratamiento.
(Jorge Carlos Alcocer, secretario de Salud)
La estrategia a seguir es mantener un permanente combate a la corrupción, dignificar los hospitales, priorizar la prevención de enfermedades a través de campañas e impulsar el deporte.
El tema de la salud también se menciona en el objetivo 2.4 del Plan Nacional de Desarrollo, en el que se indica que se busca “promover y garantizar el acceso efectivo, universal y gratuito de la población a los servicios de salud, la asistencia social, y los medicamentos, bajo los principios de participación social competencia técnica, calidad médica, pertinencia cultural y trato no discriminatorio”.
Para llevar a cabo esto se plantean ocho estrategias, aunque no se detalla cómo se aplicarán. Algunos de los temas que se mencionan son ampliar el acceso a la salud de la población vulnerable o marginada, mejorar la profesionalización del personal médico, ampliar la infraestructura de salud y el abasto de medicamentos.
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Sobre aspectos específicos, señala que se mejorará el acceso a servicios de salud sexual y mental, y que se desarrollarán políticas públicas para controlar las enfermedades crónicas no transmisibles, como diabetes, cáncer y padecimientos cardiovasculares.
Sin embargo, quedaron fueran del Plan Nacional de Desarrollo problemas que actualmente representan un reto para la Secretaría de Salud. Uno de ellos es el desabasto de medicamentos, ya que en las últimas semanas pacientes con VIH han alertado de la falta de antirretrovirales y del riesgo que esto implica para su salud.
La compra consolidada de medicamentos -que ahora está en manos de la Oficial Mayor de la Secretaría de Hacienda, Raquel Buenrostro,- aún está por realizarse. Aunque el objetivo de ésta es eficientar los recursos, organizaciones de la sociedad civil y representantes de la industria farmacéutica han señalado la posibilidad de desabasto de varias medicinas, ante la premura en la que se harán las licitaciones.
Otro de los problemas es que el Sector Salud tiene 328 hospitales y clínicas inconclusos, 132 de los cuales están en olvido total, principalmente en los estados de Oaxaca, Veracruz y Jalisco. Aunque se indica en el Plan Nacional de Desarrollo que se busca ampliar la infraestructura en salud, no se especifica cómo se llevará a cabo, ni cuánto se invertirá en la reconstrucción de algunos de estos centros hospitalarios o si se harán otros nuevos.
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Esto aunado a los recortes de plazas de personal médico que estaban contratados por honorarios. De acuerdo con el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, la dependencia detectó que 87 mil trabajadores tenían problemas de basificación. Los despidos han afectado la operación de los hospitales, porque en algunos ya no pueden atender a la misma cantidad de pacientes que recibían anteriormente.
Las deudas de los estados son otra situación que afecta el pleno funcionamiento del sistema de salud. Pedro Flores Jiménez, titular de la Unidad de Administración y finanzas de la Secretaría de Salud, dijo que la creación de plazas en los sistemas estatales de salud ha provocado “boquetes presupuestarios” y que las entidades que encabezan la lista de esta problemática son Chiapas, Veracruz, Oaxaca, Guerrero, Estado de México y Sinaloa.
Flores Jiménez también enfrentó la crisis que vivió el Sector Salud con los médicos residentes, quienes denunciaron la falta de pagos y que ahora buscan la creación de una figura legal que delimite sus funciones y les dé certeza laboral.
Aunque el secretario Alcocer Varela y el presidente López Obrador reconocen la complejidad de la crisis del sistema de salud en México, las acciones que se plantean en el Plan Nacional de Desarrollo para este sexenio no abarcan todas las problemáticas del sector ni detallan soluciones concretas, así que habrá que esperar para ver qué camino tomará la transformación.
djh