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Perspectiva de género también puede erradicar el trabajo infantil: expertas

De los más de 29 millones de niñas, niños y adolescentes entre los 5 y los 17 años en México, casi 11% trabajan

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Escrito en NACIÓN el

El estudio “Infancia con derechos. Trabajo forzado infantil y trabajo infantil forzoso en México”, busca generar una propuesta de reforma legislativa

Al transversalizar la perspectiva de género para la creación de políticas públicas, se puede avanzar hacia la erradicación del trabajo infantil en México, consideran Alicia Vargas Ayala, vicepresidenta de la Red por los Derechos de la Infancia en Mexico (Redim) y la consultora y abogada Sandra Mejía Martínez.

“Las actividades que realizan las niñas y los niños que trabajan evidencian fuertes diferencias por condición de sexo asociadas a la permanencia de roles de género naturalizada en la cultura machista y adultocéntrica de nuestra sociedad”, exponen las expertas en su estudio “Infancia con derechos. Trabajo forzado infantil y trabajo infantil forzoso en México”. Editado por la Red de Mujeres Sindicalistas en el marco de su campaña “Más Reformas, Mejor Trabajo”.

Otras de las conclusiones a las que llegan es que el enfoque prohibicionista del trabajo infantil en el marco legal mexicano será una medida insuficiente si no se considera estratégico atender factores como la pobreza, la falta de oportunidades escolares, las desigualdades en el acceso a oportunidades y la propia criminalización del trabajo infantil.

Por lo que se necesita la definición estratégica de acciones contundentes para modificar la tendencia que agudiza y mantiene la pendiente inclinada hacia el incremento de la pobreza y la pobreza extrema, la cual, al menos, debe considerar cuatro elementos:

• Políticas de reducción drástica de la pobreza.

• Universalizar un sistema de educación de calidad pertinente.

• Dar empleo de calidad a los adultos responsables de los niños y de las niñas.

• Minimizar las normas sociales que legitiman el trabajo infantil.

El objetivo del estudio es el de generar una propuesta de reforma legislativa que garantice los derechos de niñas, niños y adolescentes desde el enfoque de la protección integral y restitución de derechos con el fin de encaminar los esfuerzos hacia la erradicación de manera formal y real de la explotación laboral de la infancia y adolescencia.

¿QUÉ ES EL TRABAJO INFANTIL?

La organización Internacional del Trabajo (OIT) registra como “actividades positivas” que no alcanzan la categoría de “trabajo” a aquellas donde “participan niñas, niños o adolescentes en trabajos que no atentan contra su salud y su desarrollo personal ni interfieren con su escolarización”, como las realizadas al servicio de sus padres en el hogar, en la colaboración de un negocio familiar, o bien tareas que realizan fuera del horario escolar o durante las vacaciones para ganar dinero, considerándolas como “actividades provechosas para el desarrollo de los pequeños”.

Califica, no obstante, como formas “extremas” del trabajo infantil a aquel que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que perjudica su desarrollo físico, psicológico o moral.

Estas actividades se reconocen cuando los niños son sometidos a situaciones de esclavitud, separados de su familia, expuestos a graves peligros y enfermedades y/o dejados a su suerte en ocupaciones no aptas para su edad.

Las peores formas de trabajo infantil son “aquellas entre las que se encuentran la esclavitud, el reclutamiento forzado, la prostitución, la trata, la obligación de realizar actividades ilegales o la exposición a cualquier tipo de peligros”.

El trabajo infantil perpetúa la pobreza principalmente por dos razones: Porque el ingreso que se obtiene mediante su realización es completamente insuficiente para subsanar las razones causales que lo provocaron; y porque el constante trabajo infantil alimenta al sostenimiento de las capacidades personales (limitadas y poco competitivas) con las que la niñez se enfrenta al mundo del trabajo.

EL TRABAJO INFANTIL EN MÉXICO

El estudio refiere que “la profunda desigualdad entre la población mexicana no es más que una expresión arraigada de la prolongada crisis que nuestro país ha venido padeciendo y que se agudiza en una escalada constante, a partir de la puesta en marcha de políticas económicas neoliberales iniciadas en la década de los años 80”, época marcada por “un colapso económico, una crisis de la deuda externa sin precedentes y una caída vertiginosa de los salarios en la región latinoamericana”.

Al transfigurarse el modelo económico capitalista en los años 90, la generación de riqueza se concentró en la especulación, más que generada en inversiones productivas y creación de empleos.

Otro estudio, de 2013, mostró que la riqueza global aumentó 68% entre ese año y 2003, “al grado de alcanzar un nuevo máximo histórico de cerca de 241 trillones de dólares. Pero la distribución de la misma es cada vez más desigual. Hoy, 1% de la población mundial posee 46% de la riqueza, mientras que 50% de la población mundial debe conformarse con repartirse 1% de la riqueza total”.

De los más de 29 millones de niñas, niños y adolescentes entre los 5 y los 17 años que hay en México, casi 11% de ellos se encuentran en condiciones de trabajo infantil, de los cuales alrededor de 4.5% realizan labores de ocupaciones peligrosas y de alto riesgo para su vida, de acuerdo con datos del 2020.

Uno de cada dos niños, niñas y adolescentes se encuentran en situación de pobreza; de todos los niños, niñas y adolescentes en pobreza, 2 de cada 10 están en pobreza extrema; la mayor carencia entre los niños y niñas es la seguridad social, la cual afecta a 6 de cada 10 niños en México, mientras que la carencia a la alimentación afecta a 2 de cada 10 niños.

Aquí puedes descargar la investigación completa

 https://www.masreformasmejortrabajo.mx/index.php/documentos/ir-a-documentos/item/4587-infancia-con-derechos-trabajo-infantil-y-trabajo-infantil-forzoso-en-mexico


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