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Peña Nieto, el presidente reformador

En su segundo informe de Gobierno, el presidente de México podrá presumir ser uno de los presidentes más reformadores de la historia; destacará los cambios constitucionales en materia de telecomunicaciones, educación, competencia económica, transparencia y política

Escrito en NACIÓN el

En solo 21 meses de ejercicio del presidente de la República, el Congreso de la Unión concretó reformas a 66 artículos de la Constitución Mexicana.

Las mismas que Miguel de la Madrid hizo en todo su sexenio y más del doble de las que el panista Vicente Fox, quien reformó 31 artículos.

El carácter reformador de Peña Nieto no será recordado por la cantidad de reformas que haya concretado, sino por su trascendencia.

Durante los casi dos años que han transcurrido del Gobierno de Enrique Peña Nieto, el Congreso de la Unión ha aprobado las reformas en telecomunicaciones, en competencia económica, financiera, educativa, en transparencia, político-electoral, los cambios a la Ley de Amparo y la reforma energética.

Sin embargo, los logros que presumirá el mandatario fueron también producto del Pacto por México, el acuerdo político entre el PRI, PAN, PRD y PVEM que hizo posible consensar las aprobaciones en el Congreso de la Unión.

Para Khemvirg Puente, politólogo y catedrático de la UNAM, aunque el mérito de aprobación de las reformas corresponde al Congreso de la Unión, el gran logro de Peña Nieto es la negociación.

“Yo creo que ha sido un Congreso reformador que no ha obstaculizado a un presidente propositivo. Ha sido un presidente que ha impulsado muchas reformas, como han hecho muchos otros, pero este mandatario ha tenido un Congreso más abierto a las negociaciones. Ha habido un avance respecto al sexenio pasado, donde parecía que escaseaban los operadores políticos”, expuso Puente en entrevista.

Las reformas estructurales fueron una promesa de campaña del candidato Enrique Peña Nieto.

En su libro “México, la gran esperanza”, Peña Nieto se refirió a la importancia de trabajar en las reformas.

“Desde mi punto de vista, el verdadero riesgo para la democracia está en la parálisis, en la incapacidad para generar los grandes cambios que el país necesita”, escribió en su texto.

PACTO POR MÉXICO

El movimiento en su administración lo tomó gracias al Pacto por México, acuerdo de las fuerzas políticas que no se había repetido desde 1996, cuando el priista Ernesto Zedillo llamó a los partidos a un gran acuerdo para limitar la injerencia del Ejecutivo en las elecciones.

Francisco Burgoa, constitucionalista y académico de la UNAM, sostuvo que el Pacto fue fundamental para que el presidente Enrique Peña Nieto lograra su cometido.

“Enrique Peña tiene la distinción de ser un presidente reformador, pero también un presidente de la inclusión porque, bien o mal, veamos cuántas reformas se pudieron destrabar después de poco más de dos sexenios”, consideró Burgoa.

Para el catedrático, el siguiente reto del presidente es instrumentar las reformas de forma correcta para que den resultados a la brevedad.

“La mejor forma que tiene ahorita el presidente para callar a los detractores de la reforma energética, por ejemplo, es hacer ver que con la aplicación de esa reforma el país va a poder salir adelante. Es importante ahora que se le dé un voto de confianza al presidente”, expuso Burgoa.

Para ambos académicos, el ciclo de reformas aún no termina, por lo que el primer mandatario tendrá que aprovechar el último año de la LXII Legislatura para avanzar lo más posible mientras tenga un Congreso de la Unión que lo apoye.


jqf