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Para que el Insabi sea gratis se requiere más del 3% del PIB: Carlos Urzúa

El financiamiento para que el Insabi cumpla su objetivo de atención médica gratuita también podría equivaler al 20% de todas las contribuciones tributarias

Escrito en NACIÓN el

La pretensión de volver gratuitos para todos los mexicanos los servicios de atención médica a través del nuevo Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi), representa un impacto mayúsculo a las finanzas públicas, considera el ex secretario de Hacienda, Carlos Urzúa.  

En este sentido, el antiguo funcionario detalla que, de acuerdo con datos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), el nuevo sistema de salud impulsado por Andrés Manuel López Obrador requeriría un financiamiento superior a lo correspondiente al 3% del Producto Interno Bruto del país, o bien, más del 20% “de todos los ingresos tributarios con los que cuentan, juntos, el gobierno federal y todos los gobiernos estatales y municipales”, especifica en su columna de este lunes.

Al respecto, conviene recordar que para este 2020, su primer año de funcionamiento, el presupuesto asignado al Insabi fue de 112 mil 538.3 millones de pesos; mientras que, pese a la instrucción del presidente de la república, desde los primeros días usuarios del nuevo Instituto denunciaron aumentos en las cuotas de recuperación.

El gobierno de AMLO “pretende eliminar las cuotas sociales y proveer de manera gratuita, en todos los niveles hospitalarios, los servicios y medicamentos que requiera la población abierta. (...) ¡Vaya idea! Para empezar, el impacto sobre las finanzas públicas que tendrían todas esas tareas del Insabi sería mayúsculo”, escribe Urzúa en El Universal. 

Según apunta el ahora profesor del Tec de Monterrey, los sistemas estatales en la materia deben seguir su papel como proveedores de los servicios de salud a la población abierta, junto con las clínicas del IMSS Bienestar, aunque “sí urge rediseñar sus procesos administrativos”. 

En adición, considera que si la Secretaría de Salud es, “o debería ser”, el regulador en materia de salud pública, “el Insabi debe ser el gran regulador de los sistemas estatales en materia administrativa”. 

“En ese papel alternativo, el Insabi podría, entre otros asuntos, supervisar la nómina nacional de todos los trabajadores de los sistemas estatales de salud, y podría también fijar los precios de referencia para la compra de medicamentos y equipos médicos en todos los estados. Pero su misión fundamental sería, antes que nada, el tratar de integrar a todos los planetas y satélites que constituyen el Sistema Nacional de Salud”, se lee.

Asimismo, señala que el Insabi podría ser la figura que se apegue a la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para cada país, de construir redes integradas -de hospitales y personal- de salud para toda la República. Estos tejidos podrían tejerse entre estados adyacentes y regiones. 

“En su papel de regulador, el Insabi no solamente supervisaría el buen funcionamiento de las redes, sino que podría jugar también el papel de cámara de compensación para los pagos que se deban entre sí los sistemas de salud estatales e, inclusive, el IMSS y el ISSSTE.

“Aun cuando es justa la apreciación gubernamental de que el actual sistema de salud no es el óptimo, lo que el gobierno federal está haciendo al crear el Insabi para ese fin es tirar al niño con el agua de la bañera”, escribe Urzúa.



(diego joaquín)