El expediente del caso contra el general Salvador Cienfuegos no solo nombra al exsecretario de la Defensa Nacional, sino también a otros altos funcionarios mexicanos.
En las conversaciones interceptadas por la Administración para el Control de las drogas (DEA, por su siglas en inglés) entre Juan Francisco Patrón Sánchez, “El H-2”, y Daniel Isaac Silva Gárate, “El H-9”, jefes de una célula del mermado cártel de los Beltrán Leyva, aparecen gobernadores, así como secretarios y subsecretario de Estado.
Son las mismas conversaciones que la DEA usó como “pruebas clave” para acusar a Salvador Cienfuegos de nexos con el narcotráfico.
EL “AMIGO” OSORIO CHONG
En al menos dos ocasiones, el entonces secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, fue mencionado en las conversaciones entre los capos.
La primera vez fue el 9 de diciembre del 2015, cuando “El H-9” alistaba un supuesto encuentro con Cienfuegos en un campo de golf. El capo le dijo a “El H-2” que el general le iba a presentar a alguien, quizá el “amigo” Osorio Chong.
“Dice que mañana vamos a ir a jugar golf, para que conozca a una amistad que él tiene [...] no me dijo quién va a ser, (quizá) el tío o el amigo Osorio”, escribió Silva Gárate en referencia al entonces secretario de Gobernación.
La segunda ocasión es el 7 de diciembre del 2016, “El H-2” insinúa que le están dando dinero a Osorio Chong.
“Este mes ya le dimos (dinero) al Padrino (como apodan a Cienfuegos) y al (Osorio) Chong ya no le daremos hasta que haya en dos o tres meses”, le escribe Patrón Sánchez a Silva Gárate.
Se sabe que se refieren al entonces secretario de Gobernación porque se comparten una foto donde está él y Cienfuegos Zepeda en una transmisión televisiva y los señalan como “El Padrino” y “Chong”.
“EL GOBERNADOR DE SINALOA ES CUÑADO DE CIENFUEGOS”
Otro de los nombres que destaca en las conversaciones entre los narcos es el del hoy gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz.
En más de una ocasión, “El H-2” asegura que Cienfuegos es cuñado de Quirino Ordaz, e incluso asegura que por eso “lo pusieron directo de gobernador”. Este nexo familiar es falso.
Los capos también señalan que Ordaz “no se le ha dado dinero” porque “jamás lo ha pedido”, pero que una vez llegara a la gubernatura “verá si nos da la oportunidad de entrar a Mazatlán”.
Los mensajes son del 24 de noviembre del 2016, poco más de un mes antes que el priista tomara posesión como mandatario sinaloense.
ERUVIEL ÁVILA “NOS ESTÁ PIDIENDO” ENTRAR A EDOMEX
El entonces gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila también luce entre las conversaciones de los jefes de la célula de los Beltrán Leyva.
En una conversación del 27 de noviembre del 2016, Patrón Sánchez dice que incursionarán en el Estado de México porque Ávila se los está pidiendo, también señalan que se reunirán con el procurador mexiquense por el mismo asunto.
En ese momento era la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, hoy es Fiscalía General de Justicia del Estado de México, desde entonces el titular de la dependencia ha sido Alejandro Jaime Gómez Sánchez.
“Vamos a ver al procurador del Estado de México, nos vamos a meter para allá [...] nos está pidiendo Eruviel Ávila, el gober”, dice “El H-2”.
El capo explica que es más difícil meterse en la capital porque hay que “pagar mucho gobierno”, pero el Estado de México no porque “solo hay gobernador y procurador”.
EL SEGUNDO DE CIENFUEGOS
En el primer supuesto encuentro entre Cienfuegos y “El H-9”, el 9 de enero del 2016, este último le dice a “El H-2” que “el que habla con nosotros” es “el segundo del Padrino”.
Al preguntarle Patrón Sánchez de quien se trata, Silva Gárate dice: Virgilio Daniel Méndez Bazán.
Daniel Méndez Bazán fue subsecretario de la Defensa Nacional de 2012 a 2014. Durante el momento de los mensajes era diputado federal del PRI y dejó de serlo hasta 2018.
Se desconoce si los otros funcionarios que son mencionados por los capos también está siendo investigada, sin embargo, en el expediente publicado por la Fiscalía General de la República (FGR) hay un anexo sobre Méndez Bazán, lo que significaría que sí le echaron la lupa.
