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Opera IMP con mitad de equipo obsoleto; Dos Bocas, su tablita de salvación

Con base en un informe en poder de LSR, la situación es grave debido a que existen equipos cuya vida útil era de tres años, pero se han utilizado por 18

Escrito en NACIÓN el

El Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), que participa en el proyecto de construcción de la refinería Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco, opera con 45 % de su equipo en estado obsoleto. La necesidad del reemplazo de aparatos es urgente, pero la disponibilidad presupuestal es limitada, según un diagnóstico interno del organismo, al que La Silla Rota tuvo acceso.

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La apuesta del IMP para mejorar sus condiciones financieras es el nuevo tren de refinación que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador, así como la rehabilitación de los existentes; sin embargo, en caso de no obtener los ingresos que prevé, su operación se vería afectada, así como programas y proyectos que tienen programados.

La situación, con base en el informe, es grave, debido a que existen equipos cuya vida útil es de tres años, pero se han utilizado por 18. En esta categoría están bienes informáticos, equipos y aparatos audiovisuales, así como equipo médico y de laboratorio.

La oferta actual del IMP, que cuenta con 12 grupos de laboratorios, es de 12 mil 416 bienes, pero menos de un tercio tienen condiciones “buenas”.

Entre los equipos con diagnóstico malo están servidores con valor de 85 mil 860 pesos. También un cromatógrafo, valuado en 667 mil 964 pesos que corresponde al área de geoquímica orgánica que se ubica en Hidalgo, tenía una vida útil de cinco años, pero se ha usado 18.  

Para el del Instituto Mexicano del Petróleo, los recursos de Dos Bocas son la alternativa para subsistir. Incluso, el diagnóstico refiere que “debido a la nueva política energética del gobierno federal”, y la participación en Paraíso, Tabasco, “ha demandado servicios crecientes de los técnicos e ingenieros del IMP, quienes se han constituido en pilar fundamental de este proyecto”. No obstante, el equipo obsoleto es una señal de alerta.

Una “alternativa de solución” ante el escenario económico adverso y la obsolescencia de los bienes para realizar trabajos es la contratación para pruebas de laboratorio, que ya tiene comprometidas, pero implican una inyección de 356 millones 548 mil 774 pesos.

El supuesto técnico es la contratación de servicio para las pruebas de laboratorio, para desarrollar los proyectos de investigación, las cuales se realizarían en Estados Unidos por la cercanía, ya que en el país se dificulta encontrar quien preste los servicios especializados que se requieren, para cumplir con los compromisos adquiridos con los fondos Conacyt-Sener-Hidrocarburos, Pemex, reguladores del gobierno federal y operadores del sector energético

Esta opción fue desechada por el costo y la falta de recursos, por lo que se propuso la compra de 64 equipos y bienes que apoyen a las investigaciones que el instituto debe realizar por la política energética del gobierno, que se basa principalmente en erigir el complejo de refinación de Dos Bocas. No obstante, para ello requiere 45 millones de pesos.

El IMP actualmente tiene 99 pruebas acreditadas, de las cuales 19 están aprobadas ante la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA). Estas pruebas se acreditan de manera periódica por la ASEA, lo cual se realiza en sitio. Para ello, advierte que “un elemento importante es contar con los equipos necesarios e infraestructura requerida, lo que, adicionalmente, le permitirá al IMP estar en condiciones de acreditar un conjunto de pruebas que demanda el mercado, cuya acreditación es de carácter obligatorio por parte de los organismos reguladores como la Comisión Reguladora de Energía (CRE), la ASEA, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), entre otras”.

Sin embargo, en este momento sólo el 29 % está en buenas condiciones y 26 % en condiciones regulares, aunque tienen desfase de hasta más de una década respecto a su vida útil.

En cuanto a los equipos de laboratorios, tienen un promedio de vida útil de siete años. Según el análisis a la situación interna, cuando las refacciones o partes de los equipos están descontinuadas debido al avance tecnológico, los técnicos e ingenieros del Instituto Mexicano del Petróleo frecuentemente realizan reparaciones hasta el límite de sus posibilidades tecnológicas, con lo que buscan alargar la vida de los aparatos.

El diagnóstico también advierte que, en un entorno de volatilidad, ocasionado por la recesión económica mundial derivada de la pandemia provocada por el Covid-19, el tipo de cambio puede ser susceptible de grandes variaciones, “lo que tendría una repercusión directa en el costo de los equipos, pues la mayoría son de importación”.

 

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