Tras su fuga del penal de máxima seguridad del Altiplano, en julio de 2014, Joaquín Guzmán Loera se ocultó en su zona de dominio, el Triángulo Dorado, bajo la protección de “halcones” y sicarios.
Enclavado en la Sierra Madre Occidental, entre Durango, Sinaloa y Chihuahua, esta cadena montañosa sirvió de protección y dificultó al grupo de élite de la Secretaría de Marina-Armada de México irrumpir con facilidad, pues el sonido de los helicópteros alertaba y le daban ventaja al capo y a su cuerpo de seguridad.
De acuerdo con una investigación de El Universal, aunque pasaba los días de manera precaria, alejado de los lujos, “El Chapo” -de 58 años de edad- vestía a la moda, cuidaba su imagen. Su vanidad lo acompañaba, sobre todo si había visitas importantes.
En una de las casas en las que se ocultaba en la sierra, en la zona que separa Durango y Sinaloa, la Armada de México logró llegar, pero Joaquín Guzmán Loera ya había escapado con su grupo de sicarios; lo persiguieron, pero al final se evadió herido.
El Universal cuenta con un video, proporcionado por la Armada de México, el cual registra el operativo militar para capturar al líder del Cártel de Sinaloa el 6 de octubre en la comunidad Las Piedrosas.
En su guarida contaba con un closet en cuyo interior colgaba una docena de camisas de distintos colores, todas de la misma marca: Barabas. Quería sorprender con su estilo a La Jefa, Kate del Castillo, y al actor estadunidense Sean Penn.
A pesar de las condiciones precarias en las que vivía, las camisas de 100 dólares en azul y rojo estaban listas, planchadas y colgadas, en contraste con el desorden reinante en las reducidas habitaciones.
“El Chapo” descolgó de su improvisado clóset (hecho con un tubo) la camisa modelo “Fantasy”, de 128 dólares, para la foto con Sean Penn y la reunión planeada para conocer a Kate del Castillo el 2 de octubre.
En otra reunión, el capo sinaloense utilizó el modelo “Crazy Paisley”, del mismo precio, de acuerdo con reportes de inteligencia del gobierno federal, obtenidos por la reportera Dennis A. García.
En el operativo del 6 de octubre, Guzmán Loera logró escapar, pero dejó una docena de camisas y en la cama un libro: Zero Zero Zero, del escritor y periodista italiano Roberto Zaviano, en el que relata los secretos del mundo del narcotráfico, el negocio de la cocaína.
Con información de El Universal