México ocupa el primer lugar en obesidad infantil y el segundo en adultos, mientras que la diabetes es una de las enfermedades que causan más muertes. En este contexto, la Cámara de Diputados aprobó este martes el proyecto de decreto para cambiar el etiquetado frontal de alimentos para que sea de advertencia, un primer paso para revertir los índices de estos problemas de salud.
De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México es el segundo país con mayor índice de obesidad, sólo después de Estados Unidos.
En su informe sobre el sistema de salud en el país, publicado en 2016, el organismo señaló que “son particularmente preocupantes las altas tasas de sobrepeso y obesidad”. Destacó que entre 2000 y 2012 esas cifras aumentaron de 62.3% a 71.3% en adultos, mientras que uno de cada tres niños también presenta estos trastornos.
La diabetes es enfermedad crónica que está directamente relacionada con la obesidad, en nuestro país 15.9% de los adultos la padece, más del doble del promedio de países de la OCDE, que es de 6.9%.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2016 indica que 72.5% de los mexicanos tiene sobrepeso u obesidad, mientras que en ese mismo año se registraron 105 mil 574 muertes por diabetes, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
La obesidad es una enfermedad crónica multifactorial y quienes la padecen tienen mayor riesgo de sufrir una muerte prematura, pueden presentar alguna discapacidad por años o padecer otras enfermedades crónico degenerativas.
Por esa razón, desde que inició el actual gobierno se empezó a analizar la posibilidad de cambiar el actual etiquetado frontal de alimentos que se denomina Guías Diarias de Alimentarias (GDA), que se implementó en México desde 2014, el cual es de difícil comprensión, según estudios realizados en el Instituto Nacional de Salud Pública.
La revisión de la Norma Oficial 051, referente al etiquetado, abrió la puerta a cambiar por un modelo de advertencia como el que se creó en Chile y ha sido implementado en Brasil, Uruguay e Israel.
Este modelo consiste en cuatro sellos de color negro, en forma de octágono, los cuales tienen escrita la leyenda “alto en sodio”, “alto en azúcares”, “alto en calorías” y “alto en grasas”. Estos mensajes son claros sobre las características negativas de los alimentos procesados y de las bebidas no alcohólicas.
El proyecto de decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones a Ley General de Salud en materia de sobrepeso, obesidad y etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas se creó con ocho iniciativas de legisladores de diferentes partidos y fue presentado por la Comisión de Salud.
De acuerdo con el decreto, en el artículo 212 de la Ley General de Salud se indicará que el etiquetado “debe advertir de manera veraz, clara, rápida y simple sobre el contenido que exceda los niveles máximos de contenido energético, azúcares an~adidos, grasas saturadas, grasas, sodio y los nutrimentos críticos, ingredientes y las demás que determine la Secretaría (de Salud)”.
Además de los octágonos mencionados anteriormente, el documento establece la posibilidad de que se detallen también los nutrimentos críticos, que son aquellos componentes de la alimentación que pueden ser un factor de riesgo de las enfermedades crónicas no transmisibles.
Sin embargo, los diputados de la Comisión de Salud consultados por LA SILLA ROTA aclararon que el dictamen no indica que el etiquetado de advertencia sustituye al GDA, sino que se suma, por lo que en un futuro los productos podrían tener ambos.
A pesar del cabildeo que hicieron representantes de la industria de alimentos como Jaime Zabludovsky, presidente Ejecutivo del Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico), Roberto Campa Cifrián, quien es director de Asuntos Corporativos de Femsa y Vicente Yáñez, presidente de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), este martes el pleno de San Lázaro aprobó esta modificación.
Después de cerca de tres horas de discusión, el pleno avaló con 458 votos a favor, 0 en contra y 2 abstenciones el decreto tanto en lo general como en lo particular, por lo que ahora corresponderá al Senado de la República analizarlo.
Organizaciones de la sociedad civil y Hugo López-Gatell, clave en esta transformación
Después de la aprobación en el pleno de San Lázaro, los legisladores de la Comisión de Salud se dijeron satisfechos con el resultado y destacaron la participación que tuvieron en este proceso el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, y organizaciones de la sociedad civil que conforman la Alianza para la Salud Alimentaria.
Miroslava Sánchez, presidenta de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, enfatizó que "todos estamos muy orgullosos y contentos de que finalmente la iniciativa de hoy culmina con un dictamen en favor de la salud se haya dado", ya que la obesidad, el sobrepeso y la diabetes son un problema importante en México.
"Nos queda claro que es un avance pequeño para todo lo que significa el problema de salud que enfrentamos en este país y que tiene que caminar con otra suma de esfuerzos de todos para conseguir el objetivo de lograr una ciudadanía cada vez en mejores condiciones de salud y podamos llegar una vejez saludable”, destacó Sánchez Galván.
La diputada Martha Tagle coincidió en que este tema es sólo un paso, pero que marca la pauta para avanzar en el combate a la obesidad y el sobrepeso. Reconoció el trabajo de organizaciones de la sociedad civil y del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, quien ha sido uno de los funcionarios con mayor compromiso en este tema.
Frinne Azuara calificó de “un gran aliado” al doctor López Gatell y señaló que esperan poder trabajar en colaboración con la Secretaría de Salud en favor de la salud de la ciudadanía.
“Empezamos dándole resultados al gobierno de México, esperando revertir ese pronóstico de que en 2030 uno de cada dos niños tenga diabetes, iniciamos hoy con un gran paso, porque forma parte de una política integral de salud”, dijo.
Mientras que Carmen Medel, quien fue una de las legisladoras que más impulsó esta iniciativa, reconoció que el etiquetado por sí mismo no va a bajar los índices de obesidad, pero aseguró que éste fue un paso en la estrategia de la prevención y promoción de la salud. “No es un orgullo tener una deshonrosa medalla de oro en obesidad infantil y una de plata en obesidad de adultos”, enfatizó.
Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, expresó su apoyo a la propuesta y señaló que es un paso importante para promover la salud de los mexicanos al proporcionarles datos de manera clara y sencilla, que les permitan decidir de manera informada sobre el consumo de determinados productos.
“México se encuentra en los primeros lugares de prevalencia mundial de obesidad tanto en la población adulta como infantil; el país enfrenta una epidemia actual de obesidad por lo que es necesario implementar políticas públicas efectivas dirigidas a la prevención y control de la obesidad”, expresó.
Antes de la votación, Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, se dijo optimista de que el decreto sería aprobado por los legisladores a pesar del intenso cabildeo que hizo la industria de alimentos procesados para bloquear el cambio.
Recordó que “durante ocho años o más la industria introdujo un etiquetado engañoso y que representaba riesgos para la salud. Hubo una alianza y un control de parte de la industria en la Secretaría de Salud, Cofepris, para establecer este etiquetado como obligatorio”.
Kathya García, coordinadora del área de salud alimentaria de El Poder del Consumidor, calificó de histórica la votación casi unánime del pleno de la Cámara de Diputados y manifestó su agradecimiento “por el gran trabajo que se ha hecho con diputados. Estamos realmente pensando que están a favor de la salud de los niños y siempre sobre cualquier interés comercial”.
Resaltó también que los legisladores no se dejaron convencer por la industria y tomaron en cuenta las observaciones que han hecho la Organización Mundial de la Salud, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y especialistas, todo en beneficio de la salud de los mexicanos.
AJ