Main logo

Normalista de Ayotzinapa desaparecido, supuesto infiltrado de la Sedena

Uno de los 43 estudiantes desaparecidos del caso Iguala es señalado por haber fungido como espía dentro de la normal de Ayotzinapa

Escrito en NACIÓN el

Julio César López Patolzin, uno de los 43 normalistas de Ayotzinapa que desapareció la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre del 2014 en Iguala, Guerrero, fue supuestamente un infiltrado de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

De acuerdo con el periodista Humberto Padgett, López Patolzin hacía trabajos de inteligencia en la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa “Raúl Isidro Burgos” para el Ejército Mexicano.

Julio César tenía un año de antigüedad  y proporcionaba información a la Mesa de Inteligencia del Batallón 50 con sede en Chilpancingo, Guerrero.

Las pruebas que presentó el periodista es un video del 29 de septiembre del 2014, donde está la madre del normalista, Joaquina Patolzin de la Cruz, con el Coronel de Infantería Diplomado del Estado Mayor, Gregorio Espinoza Toledo.

El uniformado le informaba a la mujer que probablemente su hijo habría muerto aquella noche en Iguala.

Además, el militar le entrega a la madre un sobre amarillo con 5 mil 667 pesos correspondientes supuestamente a la quincena pendiente del joven desaparecido.

“Ahí puse 5 mil 667 pesos, lo correspondiente a su quincena. Usted necesita el dinero […] Julio Cesar era un buen informante”

Julio César López Patolzin enviaba por las tardes y noches información a la Sedena a través de un iPhone proporcionado por las autoridades.

En estos informes, incluso, López Patolzin adelantó que el 26 y 27 de septiembre habría actividades por parte de los normalistas para tomar camiones y así movilizarse a la Ciudad de México con motivo de la marcha del 2 de octubre de aquel año.

No es la primera vez que señalan a López Patolzin como “normalista-soldado”, en 2015 la Revista Proceso aseguró que había un estudiante registrado como militar en activo dentro de la normal de Ayotzinapa, sin embargo, la identidad de este personaje era “confidencial”.

Posteriormente, el entonces titular de la Sedena, Salvador Cienfuegos Zepeda señaló a Julio César López Patolzin como el “normalista-soldado”, pero rechazó que fuera un informante.

Cienfuegos detalló al respecto que los soldados están autorizados para estudiar, siempre que eso “no interfiera en su actividad de servicio”.

Por su parte, Rafael López Catarino, padre de Julio César, dijo a Proceso que en efecto su hijo fue militar pero desertó un año antes para ingresar a la normal de Ayotzinapa.

Según López Catarino, las autoridades nunca aclararon porqué el teléfono de su hijo siguió activo después de la desaparición de los 43 estudiantes, donde un rastreo satelital lo ubicó por última vez en las instalaciones del 27 Batallón de Infantería, en Iguala.