Dos de las principales cámaras de comercio y el magnate mexicano Carlos Slim expresaron apoyo al gobierno por el nuevo amago del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aunque también hicieron un llamado a la administración de Andrés Manuel López Obrador a no quedarse “cruzados de brazos”.
Además se mostraron preocupados por los efectos “dañinos” que traería una medida de este tipo a la economía mexicana.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) consideró que la posición expresada por el presidente de Estados Unidos, de aplicar aranceles a los productos mexicanos, resultaría violatoria del Tratado de Libre Comercio de América del Norte vigente, y de las reglas de la Organización Mundial del Comercio.
No existe justificación para la posible aplicación de dichos aranceles, que causarían daños a exportadores mexicanos, pero también a consumidores y productores estadounidenses”, indicó la víspera en un comunicado.
Agregó que los asuntos migratorios no deben contaminar y perjudicar la estrecha relación comercial que existe entre ambos países, y que siempre ha sido fuente de enormes beneficios para los trabajadores, consumidores, ciudadanos y empresarios de México y Estados Unidos.
En ese sentido, el CCE confío en que pueda prevalecer el diálogo, y que se construyan soluciones conjuntas a los problemas comunes, como la migración, "sin dañar el futuro de desarrollo y prosperidad compartida que siempre buscamos alcanzar".
Por su parte, Gustavo de Hoyos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), comentó que sería muy dañino para el país que se materialice la amenaza de Donald Trump.
De concretarse esta amenaza para la imposición de aranceles generalizados, implicaría un retroceso de más de tres décadas en la relación comercial de los dos países (...) sería muy lamentable, muy dañino para muchas cadenas productivas del país”, manifestó en entrevista con Milenio Televisión.
Consideró que no es un tema de escala menor y llamó al gobierno mexicano a tener una respuesta asimétrica a las acciones de EU.
No estemos cruzados de brazos”, dijo.
Respaldó también la decisión del presidente López Obrador de encomendar al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, para que vaya a Washington a negociar con las autoridades estadunidenses.
Por otra parte, el presidente informó que esta mañana recibió un mensaje del empresario Carlos Slim, quien le expresó su apoyo.
En la mañana la secretaria de Gobernación (Olga Sánchez Cordero) me mostró un mensaje de Carlos Slim expresando su apoyo, el de él y el de su familia, por poner un ejemplo, pero es en general, es todo el pueblo”, indicó durante su conferencia matutina en Palacio Nacional.
El mandatario señaló que las muestras de apoyo se empezaron a recibir desde anoche en las redes sociales, luego de que también se publicara la carta que se envió a Estados Unidos para intentar buscar una solución.
Ayer, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una escala de aranceles, que iniciarán en junio en 5.0 por ciento y podrían llegar hasta el 25 por ciento en octubre, contra todos los bienes de provenientes de México.
En ese sentido, el mandatario mexicano le respondió que los problemas sociales no se resuelven con impuestos ni medidas coercitivas, y le propuso profundizar el diálogo y buscar alternativas de fondo al problema migratorio.
También, le propuso que funcionarios de Estados Unidos reciban a los representantes de México, encabezados por el canciller Marcelo Ebrard, quienes este viernes viajarán a Washington para llegar a un acuerdo.
En EU tampoco gustó idea de Trump
Business Roundtable, grupo de directores ejecutivos de las principales corporaciones de EU, consideró un “grave error” imponer aranceles unilaterales a las importaciones mexicanas por parte del presidente Donald Trump.
Consideró que esta medida crearía una importante perturbación económica y más impuestos a los trabajadores, agricultores, consumidores y empresas estadounidenses.
Además, indicó que complicaría el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) y socavaría el comercio en América del Norte libre de impuestos que respalda a más de 12 millones de empleos en la Unión Americana.
También afirmó que la medida no resolverá los problemas de asegurar la frontera con México ni arreglará el sistema roto de inmigración norteamericano.
A su vez, el presidente y CEO de Asociación Nacional de Manufactureros de EU (National Association of Manufacters), Jay Timmons, señaló que los fabricantes, como tantos estadounidenses y como el presidente Trump, se sienten frustrados con nuestro sistema de inmigración roto y por la inacción que ha llevado a una verdadera crisis humanitaria.
Agregó que la respuesta a nuestro sistema roto es una solución legislativa integral, que los fabricantes han ofrecido en "Un camino a seguir".
Consideró que los aranceles propuestos tendrían consecuencias devastadoras para los fabricantes en Estados Unidos y para los consumidores estadounidenses.
Destacó que lo último que quieren es que se arriesgue el T-MEC y los 2 millones de empleos en la industria manufacturera que dependen del riesgo de intercambio en Norteamérica.
lrc